BOXEO

A Sandor Martín se le escapa su sueño en otra decisión dividida en New York

El español cayó por decisión dividida ante Alberto Puello, quien retuvo el Mundial WBC del superligero en un combate muy ajustado.

Alberto Puello y Sandor Martín intercambian golpes durante su combate en Brooklyn./Premier Boxing Champions
Alberto Puello y Sandor Martín intercambian golpes durante su combate en Brooklyn. Premier Boxing Champions
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Las luces del Barclays Center brillaban con intensidad, pero para Sandor Martín, la noche de este sábado en Brooklyn terminó con una sombra. El español viajó a Nueva York con un sueño: proclamarse campeón mundial WBC del peso superligero y demostrar, una vez más, que su boxeo es arte, estrategia y precisión. Esperó casi dos años por la oportunidad y no quería dejarla escapar. Frente a él, Alberto 'La Avispa' Puello, el invicto dominicano que ostentaba el cinturón tras ser ascendido en el despacho.

Puello era un campeón rápido y escurridizo que truncó su sueño. El campeón mantuvo su corona en una ajustada decisión dividida (115-113, 113-115 y 116-112) que se resolvió por pequeños detalles. Otra vez el catalán se marchó al vestuario con cara de circunstancias. Mereció otra suerte, pero en una pelea tan cerrada la decisión pudo caer para cualquier lado.

Desde el primer tañido de la campana, quedó claro que esta pelea no sería un simple intercambio de golpes. Era una partida de ajedrez, un enfrentamiento entre dos mentes calculadoras. Puello, fiel a su apodo, se movía ágil, lanzaba jabs veloces, construía su ofensiva con la rapidez de quien sabe que la movilidad es su mejor arma, pero Martín no es un boxeador común, no busca la pelea descontrolada ni la guerra sin sentido. Él es un artesano del ring, un maestro del contragolpe, un estratega capaz de desdibujar los planes del rival con fintas y ángulos imposibles. Y lo hizo. En el primero le costó, pero rápidamente Sandor dio la vuelta a la situación.

Los asaltos intermedios fueron un recital del español. Con un ritmo pausado, fue desmontando la ofensiva del dominicano. Conectó golpes limpios, dejó vacíos en los que Puello lanzaba al aire y, por momentos, pareció haber descifrado por completo el enigma de su oponente. Cada vez que el campeón intentaba presionar, Sandor respondía con un cross certero, con una esquiva precisa, con la seguridad de quien ha recorrido este camino antes.

Pero en el boxeo, no basta con ser el mejor en el ring, hay que convencer a quienes dictan la sentencia. En los rounds finales, Puello aumentó su actividad. Sus golpes no eran necesariamente los más limpios ni los mas contundentes, pero el dominicano sabía que en este deporte la percepción lo es todo. Sus manos giraron la cara del español y al revés no sucedió. Hubo algunos rounds en los que Sandor conectó únicamente un golpe más. Todo era demasiado ajustado y podía pasar cualquier cosa. Cuando la campana final sonó, el eco de la incertidumbre flotaba en el aire. ¿Quién había hecho lo suficiente? Para muchos, Martín. Para otros, Puello. Para los jueces, la historia ya estaba escrita.

El anuncio fue como una ráfaga de aire frío en la noche neoyorquina: 115-113 y 116-112 para Puello, 115-113 para Martín. Decisión dividida. El campeón retenía el título, pero el triunfo no era claro ni contundente. El público lo supo y lo expresó con abucheos. El español, sereno, aceptó el veredicto con la dignidad de los grandes, pero su mirada decía lo que su voz no necesitó pronunciar: esto no había terminado. Sandor Martín dejó Brooklyn sin el cinturón, pero con una certeza: su boxeo está al nivel de los mejores del mundo. Perdió en las tarjetas, como le sucedió en diciembre de 2022 ante Teófimo López, pero no perdió en el ring, y en el corazón de los aficionados, su actuación fue la de un campeón sin corona.

Salvi Jiménez no pudo alzar el Europeo

La noche para el boxeo español prometía ser histórica, pero los resultados no acompañaron. En Bournemouth (Inglaterra), Salvi Jiménez se quedó sin el Campeonato de Europa del peso superpluma. El cinturón estaba vacante y se lo quedó Ryan Garner, quien ganó todos los asaltos para los tres jueces (triple 120-108). El inglés supo imponer su ritmo y frenó el combate del español, que no logró meterse al 100% en la pelea y lo acabó pagando.