Sandor Martín, el niño prodigio llega al Mundial: "No puedo fallar"
El catalán disputa, año y medio de espera, el Mundial WBC del superligero este sábado. Se enfrenta en Brooklyn a Alberto Puello, quien fue ascendido como campeón en los despachos.
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Desde antes de que diera su primer paso, el destino de Sandor Martín (42-3, 15 KO) parecía escrito entre sacos de arena y cuerdas tensadas. Creció en el gimnasio de su padre, Rafa, quien lo dirigía en Barcelona mucho antes de que su hijo naciera. En su infancia, los guantes fueron su juguete más común, y el boxeo, mas que una elección, fue un instinto.
Probó suerte en otros deportes, pero la idea de depender de un equipo nunca le convenció. Quería que cada victoria, cada derrota, cada golpe lanzado y recibido fueran suyos y de nadie más. Pero había un obstáculo: en España, siendo menor, no podía competir. Así que cada mes, él y su padre cruzaban la frontera hasta Francia, donde sí podía subirse al ring. A los 18 años, sin dudarlo, dejó atrás el amateurismo y dio el salto al profesionalismo.
Su talento no tardó en brillar. A un mes de cumplir los 20 años se convirtió en el campeón de España más joven de la historia, una hazaña que lo marcó como la gran promesa del boxeo nacional. Pero el camino no fue una línea recta: apenas dos meses después, sufrió su primera derrota. Una lesión le pasó factura, pero más que un golpe, fue una lección. En 2017, en su primer intento por el cinturón europeo, viajó a casa del sueco Anthony Yigit y cayó en una pelea que, más que perdida, parecía predestinada a no ser suya. Pero Sandor no era de los que se dejan vencer por la frustración. Aquella noche en territorio enemigo no fue un final, sino el punto de inflexión de su carrera.
En 2019, volvió a intentarlo y esta vez sí se coronó campeón de Europa del peso superligero. Su ascenso lo llevó a firmar con la promotora Opi Since 82, aliada de Matchroom Boxing, la mayor plataforma del mundo. Y entonces llegó la llamada que lo cambió todo. Mikey García, cuatro veces campeón mundial, lo eligió como rival para una pelea de "rodaje". Subestimó al catalán, y pagó el precio. Sandor dio una lección de boxeo en California y mandó a la retirada a un excampeón que creyó tener la noche asegurada. Aquella victoria lo catapultó al estrellato. En España, su nombre se hizo aún más grande de la mano de Ibai Llanos, quien lo convirtió en un referente en sus veladas de boxeo. Sin perder el foco, Sandor ha sabido aprovechar el escaparate mediático sin desviar la mirada de su verdadero objetivo: seguir haciendo historia dentro del ring.
La actuación ante García le hizo un nombre en Estados Unidos, dónde vivió otra gran oportunidad en diciembre de 2022. Teófimo López había sonado como rival meses atrás. El excampeón mundial en el peso ligero (en ese instante, ahora también lo es del superligero) no le quería y optó por otra opción. Su plan b se lesionó y tuvo que acabar llamando a Sandor con un mes de antelación. El español, aconsejado por su padre, no paró de entrenar.
Rafa es veterano y sabe cómo funcionan las cosas en el boxeo. Su hijo acudió al Madison Square Garden y sorprendió al público local. Le veían como una pelea complicada, pero ganable para López. Se equivocaron, el español mandó al favorito en el segundo asalto al suelo y le ganó, aunque la localía ante una estrella le pasó factura. A tal punto llegó la magnitud de esa derrota que el Consejo Mundial de Boxeo le "compensó" manteniéndolo en los mejores puestos de su clasificación. En el récord el combate está en rojo, pero la vida fue un triunfo.
Sandor vio cómo en verano de 2023 el WBC le nombró aspirante oficial. "Nos ofrecieron hacer un Mundial Interino o la opción de ser aspirante. Con lo primero te puedes pasar años haciendo ese título y no siendo campeón mundial. Lo otro es inamovible. El organismo nos dijo que si Haney quería subir del ligero al superligero debía esperar. Pasó y todo se empezó a alargar", recuerda el púgil a Relevo a pocos días de su gran desafío. Haney ganó a Prograis. Martín debía ser el próximo, pero Ryan García se cruzó en su camino. Una megapelea suele provocar movimientos y sucedió. Tocó volver a aplazar su sueño. Martín disputó en 2023 dos peleas para seguir activo, el 2024 era el año. Sí o sí.
Haney y García pelearon en abril de 2024, pero la situación estalló. García no dio el peso, por lo tanto no optó al cinturón mundial, pero ganó el combate. Lo lógico era una revancha, hasta que se descubrió que Ryan se había dopado. Todo volvía a cambiar. Haney, ahora sí, no tenía escapatoria… o sí. Top Rank, empresa que promueve a Sandor en Estados Unidos junto a Opi Since 82, ganó la subasta y el campeón decidió renunciar al cinturón.
Alberto Puello (23-0, 10 KO), que si había aceptado disputar un interinato ante Gary Antuanne Russell, fue ascendido a campeón absoluto. Un sinsentido. "Esto es el boxeo. Sé como funciona, llevo muchos años dentro de él. Mauricio Sulaimán (presidente del WBC) me dijo que tuviese paciencia que mi momento llegaría. Así ha sido. Ha cumplido su palabra. Puello es el campeón por un movimiento en el despacho, pero no ha sido campeón mundial en el ring. Si quiere serlo tendrá que quitarme el cinturón porque sé que es mío. Os puedo asegurar que eso no va a pasar", afirma confiado el catalán.
A sus 31 años, Sandor está en su mejor momento, pero no olvida los condicionantes. Desde que se decretó la pelea ante Puello hasta que se ha disputado han pasado muchos meses. Se habló de noviembre, después diciembre… y finalmente será este sábado 1 de marzo en el Barclays Center de Brooklyn. Premier Boxing Champions (PBC), equipo de Puello, tiene los derechos del pleito y querían que fuese respaldo de Gervonta Davis. El aplazamiento de ese show provocó el nuevo retraso.
"No peleo desde diciembre de 2023. Es cierto, pero he hecho los deberes. A un mes de la pelea estaba a cuatro kilos del peso. Hay boxeadores que se quitan eso la última semana. Con eso quiero decir que nadie se piense que llego mal preparado. Con la experiencia que tengo no necesito llevarme golpes gratis. Ya sé lo que es eso y estar en el ring. Tengo que tener sensaciones, distancia… y eso lo he conseguido con los sparrings. Hemos traído a Barcelona a gente que para mí tienen más nivel que Puello. El objetivo de llegar al 100% está cumplido", añade Martín.
"A Puello le tengo muy estudiado. Me ha dado tiempo a ver todas sus peleas unas cuentas veces (risas). Sé lo que trae y no me va a sorprender. Frente a Russell parecía el invitado, pero yo sabía que podía dar la sorpresa y así lo comenté con mi círculo cercano. Es un buen boxeador, pero ese cinturón tiene mi nombre", avisa el español, quien se visualiza con el título verde y oro en su poder. En ese punto también echa la vista atrás. Recuerda los esfuerzos, especialmente de su padre, pero también de todos los que han aportado, en menor o mayor medida a su carrera: "Esta pelea, en parte, también es parte de ellos. No puedo fallar".