Sandor Martín regresa en Italia con la mente en el Mundial: "Quiero a los mejores"

"Fastidia que no salgan las cosas que uno quiere. Ahora no puedo hablar mucho, pero todo pasa por algo y tiene su motivo. El sábado haremos esta pelea, que hay que hacerla, y mientras mi equipo está trabajando en un gran combate. Entiendo que ahora todo lo que no suene a Mikey García o Madison Square Garden puede parecer poco, pero cuando llegue el momento se entenderán las decisiones", aclara en Relevo Sandor Martín (40-3, 13 KO).

El catalán, de 29 años, vuelve este sábado en la ciudad italiana de Verbania. Lo hará ante el albanés, nacionalizado italiano, Arblin Kaba (15-3-1, 2 KO). Sandor pertenece a una promotora italiana, Opi Since 82, lo que explica el lugar de su combate. Iba a ser en otro escenario, pero por diferentes circunstancias no pudieron salir los pleitos previstos. Su último duelo, ante Teófimo López, fue en diciembre. Necesitaba estar activo.

"Teófimo me fractura la nariz y he tardado bastante en tener el alta médica. Me ofrecen pelear el 13 de mayo, que justo era el día que estaba previsto el nacimiento de mi hija. Era un combate muy importante en Estados Unidos. Tras hablarlo con mi pareja decido aceptar y cuando llevaba un mes de preparación mi rival se echa para atrás. Entonces me dan la posibilidad de pelear en junio o julio en EE.UU., pero ahí entró el conflicto con la paternidad. En un primer momento estaba dispuesto a perderme el nacimiento, pero quería estar en los primeros días. No me arrepiento de la decisión", desvela Sandor.

Una tercera pelea apareció, pero finalmente tampoco cristalizó. Al español le dicen que se "encargarán" del tema, ya que necesitan que pelee pronto y lo que antes salió fue el duelo de este sábado. "Cuando me lo plantearon lo acepté, pero fui honesto y les dije que por mi situación personal no estaba para una pelea de primer nivel en este instante. El primer mes con la niña fue una locura. No es una excusa, no me quejo, pero de cara a compromisos importantes tendré que ser más egoísta y desvincularme hasta cierto punto de esta situación", añade.

Pese a todo, Martín "no ha parado de entrenar" y está listo para este pleito. Ha demostrado al mundo que tiene nivel para hablar de tú a tú con los top de su división y él lo tiene claro: "Quiero a los mejores en el peso superligero. Algunos posibles rivales tienen combates cerrados. Otros subirán de peso y llegarán nuevos… No me quiero precipitar. Cuando llegue el momento, que llegará, lo afrontaremos de la mejor manera y lo plantearemos como sabemos para que todo fluya", concluye el español.

Ese momento parece acercase tras las noticias de la pasada semana. El Consejo Mundial de Boxeo ha ordenado a Regis Prograis, campeón del superligero de ese organismo, defender su cinturón contra el español, a quien puso número uno del mundo pese a perder frente a López. Está en el camino, aunque a priori habrá que esperar. Prograis tiene adelantadas las negociaciones con Devin Haney y el WBC le permitiría hacer una defensa voluntaria contra el actual campeón unificado del ligero. El único requisito será que el vencedor deba ir contra Martín. El Mundial, a un paso.