Sergio García encandila en su regreso en Torrelavega
Sergio García se impuso por decisión unánime al argentino Sebastián Cabaña. El cántabro lució de gran manera ante lo suyos.

Cuando Sergio García pelea, en Torrelavega es día de fiesta. Esa ecuación se cumple siempre y este sábado no iba a ser menos. El Niño, que está al mismo nivel para sus paisanos que Óscar Freire, regresaba tras más de un año sin boxear y después de dos años y medio sin hacerlo ante los suyos. Como era de esperar, el cartel de No hay billetes se colgó en el pabellón Vicente Trueba de la localidad cántabra. Lleno absoluto y ambientazo especial cuando García volvió a hacer su paseillo al ring.
Más allá de volver a poner el récord en verde y recuperar sensaciones, la pelea era muy importante para García. Venía de perder en dos eliminatorias mundiales (Fundora y Harrison) y después de sopesar la retirada. Finalmente, el Niño apostó por seguir y se ha mudado a Inglaterra para trabajar con el español Ángel Fernández. La dupla, por el momento, ha sido un éxito. García lució muy bien en su regreso.
El cántabro disputó diez asaltos contra el argentino Sebastián Cabaña, quien estaba ante la oportunidad de su vida y no escatimó esfuerzos. El español ganó por decisión unánime un combate de dominó de principio a fin. Como es habitual en Sergio García, fue de menos a más. Empezó cauto y sin arriesgar, pero desde el cuarto asalto entró en calor y fue un repaso. El ritmo es algo que está dentro de Sergio, pero se le vieron amagos, rapidez en defensa y una mejora en su derecha recta que le hacen ser mas peligroso. Los cambios a veces son importantes y en este caso nos mostraron un García más completo. Buenas sensaciones para mirar al futuro. Reino Unido y Estados Unidos son las plazas a las que apunta ahora. El Niño ha vuelto por la puerta grande.