¿Miente Sylvester Stallone en el documental de Netflix sobre Rocky Balboa? La medicina no se cree su relato

Netflix ha estrenado este 3 de noviembre Sly, un documental que recoge los casi 50 años de carrera de Sylvester Stallone. En la obra se recogen los inicios del actor y también las similitudes que ha tenido su vida con sus mayores éxitos cinematográficos. El neoyorkino, de 77 años, se abre para relevar secretos de su vida, ahondando sobre todo en las dos sagas que le han convertido en leyenda Rocky y Rambo. Nosotros nos hemos detenido, sobre todo, en la figura del boxeo, concretamente en sus palabras sobre el rodaje de Rocky 4 y las consecuencias para el corazón que, según su relato, le arrastraron hasta la UCI.

Tras un tiempo complicado en lo personal, Stallone decidió "escucharse a él mismo" para tomar decisiones que los productores no entendían. En la década de los 80, la figura del personaje que podía hacer prácticamente de todo gracias a sus excesos físicos gustaba. Stallone y Arnold Schawarzenegger competían para ver quién "hacía más", como reconoce en el documental en el segundo.

En esa vorágine, Stallone decidió dar un cambio para Rocky 3 y 4. "Quería tener a Mister T o a Hulk Hogan. Me decían que era ridículo. Lo sé, pero es cinematográfico, interesante y diferente", admite el actor en el documental, recordando cómo Quentin Tarantino fue un paso más allá para definir a Rocky como "un superhéroe". "Es más un personaje de cómic. No sólo lo es, lucha contra villanos sacados de cualquier cómic", apunta.

Con esa premisa, Stallone vivió uno de sus momentos más difíciles grabando Rocky 4, donde se vio las caras sobre el ring con el todopoderoso Ivan Drago. Stallone recuerda cómo físicamente la película fue de lo más exigente y le obligó a cargar con una mochila mayor, ya que además de llevarse golpes durante el rodaje, dirigió y escribió el guion de la película. "Dolph Lundgren (actor que interpretó a Drago) me pulverizó. Esa noche, mi corazón se me empezó a hinchar. Eso sucede cuando el corazón golpea el pecho. La tensión me subió a 280 y pensaron que me iba a criar malvas", admite

Es aquí donde aparece el relato que aquí juzgamos. En concreto, Stallone cuenta que permaneció nueve días en cuidados intensivos: "Mi resumen de Rocky 4 es: cuando te dan una paliza estás rezando porque alguien te de en la barbilla para no sufrir más, pero una voz interior te pide un asalto más. Me esfuerzo mucho, por eso me han operado cinco veces de la espalda. Después de esos sabes que no puedes repetir ciertas cosas, pero lo vuelvo a hacer y no sé por qué", añade. La anécdota se queda ahí en el documental, lo que hace su mito sobre un superhombre se amplíe.

A partir de aquí, la pregunta es clara: ¿puede una persona acabar en la UCI porque se le hincha literalmente el corazón por culpa de unos golpes? Para corroborarlo o dar un poco de luz, hemos hablado con Fermín Calvete, quien lleva trabajando como médico en eventos de boxeo desde hace 26 años, y no lo termina de ver claro. Para él, la dolencia que cuenta Stallone es "muy poco habitual". "Para que se produzca lo que relata debería de haber recibido un golpe más fuerte del que pueden propinar los puñetazos por muy grande que sea Lundgren. En toda mi experiencia como médico de ring no lo he visto nunca. El tema de la tensión arterial es posible, pero habría que saber el motivo. Si dirige, escribe y encima actúa en sesiones tan físicamente exigentes es normal que suba tanto. Habría que saber a cuánto la tenía al comenzar a grabar las escenas", sentencia.