CICLISMO

Adiós a Txomin Perurena, ciclista vasco por antonomasia

El mítico corredor de Oiartzun fallece a los 79 años dejando un palmarés de leyenda, un amplio legado y un bello recuerdo.

Txomin Perurena en un triunfo de etapa. /Efe
Txomin Perurena en un triunfo de etapa. Efe
Fran Reyes

Fran Reyes

Un cáncer se llevó este jueves a Domingo 'Txomin' Perurena (1943, Oiartzun – 2023, San Sebastián), leyenda del ciclismo, a los 79 años de edad. Su profundo palmarés es sólo una dimensión de las varias de un corredor que encarnó que encarnó a la perfección el arquetipo de ciclista vasco: aguerrido y abnegado, potente para el 'sprint' y versátil para defenderse en la montaña, ganador y gregario. Su carisma afable hizo el resto para situarle en el olimpo de su deporte, conocido y admirado tanto por sus contemporáneos como por los más jóvenes.

Entre las victorias anotadas por Perurena destacan 12 etapas de la Vuelta a España y 2 del Giro de Italia, amén de 14 parciales en la Volta a Catalunya y 11 en la Vuelta al País Vasco. Su punta de velocidad era su gran aliada a la hora de sumar triunfos: tantos como 158, cifra que le convierte en el ciclista vasco más laureado de la historia. De ella abusó para conseguir el que sería su gran éxito individual en el Tour de Francia: la clasificación de la Montaña de la edición de 1974, que ganó a base de escapadas y de esprintar en las cimas de los puertos de menor entidad. Una victoria de etapa en la Grande Boucle es la gran omisión del palmarés de Perurena, que tampoco se prodigó por las clásicas del norte que tan bien hubieran encajado por su perfil deportivo, sujeto de una época en que las fronteras eran menos permeables.

No obstante, su derrota más recordada y dolorosa llegó en una Vuelta a España, la de 1975. Líder de la prueba durante toda la tercera semana, llegó a la jornada final con expectativas de apoteosis: contaba más de un minuto de ventaja sobre Agustín Tamames y sólo le quedaba por delante una contrarreloj de 31,7 kilómetros en casa, en Donosti, con meta en el velódromo de Anoeta. Se le escapó el triunfo final por 14". Al menos pudo reconciliarse con el ciclismo, con La Vuelta y con San Sebastián firmando en la capital guipuzcoana su última victoria como profesional en la etapa final de la edición 1978 de la gran ronda española.

Más allá de sus logros individuales, Perurena fue también muy recordado por sus actuaciones como gregario. Él acompañó a Luis Ocaña en su temporada de revelación con Fagor, ayudándole a ser 2º en la Vuelta a España de 1969 y respaldándole en su debut en el Tour de Francia. De él se retiró Ocaña por una dura caída sufrida en el Ballon de Alsace; para el recuerdo, una foto donde Perurena y el granadino Manuel Galera le empujan montaña arriba. También estuvo Txomin junto al 'Tarangu' José Manuel Fuente, vestidos ambos de Kas, cuando el escalador asturiano desafió a Ocaña en su Tour victorioso.

Tras colgar la bicicleta, Perurena tomó el volante. En su legado como director deportivo destaca su papel de muñidor de la gran escaramuza de la historia de la Vuelta a España: el triunfo de 'Perico' Delgado, conchabado con el resto de equipos nacionales, sobre Robert Millar en la edición de 1985. En aquel recordado vuelco escenificado en la sierra de Madrid, meta en la sede de Destilerías DYC a las afueras de Segovia, Perurena iba al volante del coche del Orbea de 'Perico'. También estuvo en la génesis del mítico Euskaltel-Euskadi que escribió varios de los capítulos más bellos del ciclismo vasco, contribuyendo a la prolongación de un linaje del cual él es el ejemplar por antonomasia.