CICLISMO

Van Aert se une a última hora a la ofensiva belga contra Van der Poel para asaltar el trono mundial del ciclocross: "Esperamos hacerle la vida imposible"

El neerlandés buscará en el circuito de Liévin (Francia) revalidar su título de campeón del mundo y sumar su séptimo trofeo.

Mathieu Van der Poel es seis veces campeón del mundo de ciclocross.  /AGENCIAS
Mathieu Van der Poel es seis veces campeón del mundo de ciclocross. AGENCIAS
Mateo López de Prado

Mateo López de Prado

Bélgica reclama el trono. Cansados de reverenciarse ante Mathieu Van der Poel, el seleccionador nacional Angelo De Clercq viste a su país con las mejores galas para arrebatarle la corona al neerlandés y asaltar su reinado. Ansiosos y en rebeldía por restructurar su hegemonía sobre el barro, desplegarán todas sus armas y estratagemas en Liévin (Francia) el 2 de febrero para regresar al primer escalón del pódium del Campeonato Mundial de Ciclocross. Su único y más grave problema es el portador del maillot arcoíris. El ex corredor y actual técnico belga ha revelado su primer dictamen contra su némesis de este lustro: "Esperamos hacerle la vida imposible". Y para intensificar la calidad de la misión, se unió a la fiesta a última hora Wout Van Aert. El belga recapacitó y decidió asistir a la cita, cuándo, previamente, no la tenía en su calendario.

El corredor neerlandés, desligado de elogios por la imposibilidad de describirle con palabras, es adicto a ganar. Y el terreno o nación sobre la que compite le es indiferente, arranca la moto y pierde de vista a sus contrincantes. Se convierte en el correcaminos perseguido por el coyote. No le pueden dar caza. Es una imagen repetitiva. Su velocidad y potencia, además de destrozar piernas, suman media docena de campeonatos del mundo -cinco en los últimos seis años- y, evidentemente, su hambre de oro permanece intacta. Ante tal magnitud de victorias y trofeos, la competitividad se acrecienta y los rivales estudian todas las posibilidades existentes para replicar el 'Desembarco de Normandía' y desintegrar la dictadura de Van der Poel.

La prueba masculina será el broche final de tres días frenéticos de ciclocross desde el 31 de enero al 2 de febrero. Se disputarán carreras junior, sub-23 y élite, tanto femenino, como masculino. El circuito de Liévin está acostumbrado a recibir eventos de esta índole sobre sus trazados. Ha cumplido el papel de sede en cuatro campeonatos del mundo, tres de Europa y otros tantos de Francia. Y el recorrido no es un misterio para los protagonistas. "Es un circuito típico francés, donde tienes que subir y bajar colinas constantemente. La vuelta no es muy técnica y las curvas son largas, será algo para corredores con mucha potencia, una prueba de fuerza", describió Angelo De Clercq en una entrevista para el medio de comunicación holandés Hete Laatste Nieuws.

Las órdenes del seleccionador belga no dan pie a debates, ni a dudas. La estrategia de De Clercq para optar al primer escalón mundial se basa en neutralizar al vigente campeón del mundo: "Mathieu tiene más clase, pero esperamos hacerle la vida imposible con un bloque colectivo de nueve belgas". Centra el foco en la importancia de trabajar en equipo para detener al neerlandés. "La clave es estar en el grupo líder con tantos belgas como sea posible en las primeras vueltas y luego intentar jugar en equipo en la final. Van der Poel también puede tener un mal día", proseguía con su discurso por la misma línea de pensamiento. Aunque la climatología también puede ser un factor clave.

Las condiciones en las que se encuentre el trazado pueden decantar la balanza hacia un lado con mayor rapidez o menos. ¿Sequía o lluvia? Ambas pueden ser decisivas. De Clercq desvela cuáles serían las circunstancias ideales para que la jornada se pueda desarrollar con emoción hasta la línea de meta: "Si el recorrido está seco, la carrera puede permanecer cerrada durante mucho tiempo". En todo caso, la ristra de corredores de Bélgica es amplía, potente y variada. Y el técnico es consciente de ello: "Todo belga que está en la salida es un candidato al podio. Y al menos seis de ellos, ya han ganado un cross de primer nivel esta temporada. En principio, también pueden convertirse en campeones del mundo... Todo depende de la forma del día".

¿Quiénes conforman esa lista de nombres capaces de disputarle a Van der Poel la medalla de oro? El 21 de enero, el técnico belga reclutó a ocho corredores consolidados con victorias a sus espaldas y con un gran bagaje en carreras de élite: Michael Vanthourenhout (campeón de la clasificación general de la Copa del Mundo), Thibau Nys (ganador de la Copa del Mundo de Benidorm) Toon Aerts (2º en la clasificación de la Copa del Mundo y del Trofeo X2O), Eli Iserbyt (ganador de la Copa del Mundo de Amberes y líder del Trofeo X2O), Laurens Sweeck (ganador de cinco crosses en 2024/25), Niels Vandepute (ganador de la Copa del Mundo de Hulst y líder del Superprestige), Emiel Verstrynge y Joran Wyseure.

La hemeroteca descifra un constante dominio de estos corredores sobre la UCI Copa del Mundo, y esta edición no padeció cambios notables. Estuvo acaparada por los belgas y por su némesis, Van der Poel. El neerlandés batalló mano a mano con todos ellos y venció. En la temporada actual de ciclocross, no conoce el sabor de la derrota. Lleva cinco de cinco. Eso sí, no pudo completar el circuito al completo. Dejó algunas pruebas en el tintero, porque sufrió una fractura en las costillas que le obligó a estar fuera de combate a principios de enero. Y, además, recayó próximo a la cita de Benidorm, por lo que se perdió dos jornadas más. Ante su ausencia, Bélgica solo sumó victorias y Michael Vanthourenhout aprovechó la regularidad para alzarse como el ganador de la clasificación general.

El rendimiento del belga ha sido sobresaliente, y el análisis previo del circuito de Liévin por parte del seleccionador le señala como uno de los grandes favoritos. "Cuando vi el circuito, inmediatamente pensé en Michael Vanthourenhout , para quien fue escrito", destacó De Clercq. Aunque no se olvidó de la exhibición de Thibau Nys en Benidorm: "Lo que realizó demuestra una gran clase. Se puso en excelente forma justo a tiempo y tiene un arma extra con su aceleración cuesta arriba". En cambio, en el Campeonato Mundial estos ciclistas hasta ahora no han sabido responder con la misma superioridad. Están a la sombra de Van der Poel, que buscará en Francia su tercer título consecutivo y séptimo en total. Si se da, igualaría el récord del mítico Eric De Vlaeminck, séptuple campeón.

Pero para intentar desbaratar las aspiraciones de victoria de Van der Poel, De Clercq se guardó un 'as' bajo la manga. El seleccionador convocó a ocho corredores en una primera ronda, permitiéndose la licencia de esperar cautelosamente a que terminase el circuito de 11 jornadas de la Copa del Mundo. Tras la conclusión en Hoogerheide, un mensaje llegó directo a su buzón de voz. Wout Van Aert cambiaba de idea. El tres veces campeón del mundo combatirá para alzarse con su cuarto campeonato y reclamar la corona. Se presentará en Liévin y se batirá en duelo con el neerlandés después de no quedar conforme en Maasmechelen, ya que una caída del corredor de Team Visma-Lease a Bike privó al espectador de ver un desenlace épico rueda a rueda entre ambos.

Los dos titanes del ciclocross chocarán ante los ojos de la multitud en el escaparate mundial dos años después. El belga, pese a su traspié en la última prueba que disputó de la Copa del Mundo, llega en un estado de forma espléndido. Anteriormente, ganó con solvencia sobre el barro de Dendermonde y en la Superprestige de Gullegem. "Mi invierno ha ido bien y estoy encantado de tomar la salida en esta preciosa carrera. Creo además que este impulso extra me está haciendo bien de cara a objetivos más importantes en carretera", explicó a través de los micrófonos de Cyclingnews tras confirmarse su participación en Francia.

Y el trabajo de De Clercq fue indispensable para que se convirtiera en realidad. "Van der Poel es claramente el gran favorito. Pero Wout ha sido campeón del mundo tres veces y el circuito de Liévin se adapta muy bien a sus condiciones. Además, contamos con una selección muy potente", compartió con ilusión envuelto en la alegría de la noticia. Por otra parte, el neerlandés aterrizará en Francia invicto. No ha cedido en ninguna de las pruebas de la Copa del Mundo, ni en la Superprestige. Y, aunque afirmó que "todavía siente dolor" en las costillas tras su victoria en Hoogerheide, en Liévin saltarán chispas entre los dos máximos aspirantes al trono mundial. España se unirá al pelotón participante liderado por el heptacampeón nacional, Felipe Orts, que buscará colarse en el Top-10.