La otra cara de los 130 ciclistas que abandonaron por un control antidopaje: "Está sacado de contexto"
La interpretación de la noticia viralizada durante la mañana del jueves es recibida con indignación por el pelotón del Interclubes de Vinalopó.

"Yo he visto la noticia y no he querido entrar, porque no me gusta alimentar ese tipo de contenido". Al teléfono, un técnico de rango elevado en el ciclismo comenta la 'comidilla' del día: la noticia, publicada en decenas de medios de comunicación nacionales e internacionales, de que la manga del Interclubes de Vinalopó celebrada el pasado sábado en Villena registró un centenar largo de abandonos por la presencia de controladores antidopaje en meta.
"Para mí, 'fake news'". Ésa es la opinión de un hombre de 40 años, ciclista de alto rendimiento en su día y asiduo de las pruebas de dicho circuito competitivo. "La noticia está sacada de contexto. Es un torneo donde compiten todas las categorías, desde juveniles hasta Máster 60, tanto hombres como mujeres, y el nivel del pelotón es muy desigual. Las carreras son muy cortitas, de apenas unos 70 kilómetros, y cuando los recorridos son muy fáciles acaba casi todo el mundo… pero, si no es el caso, es normal que más de la mitad de los participantes abandone o no llegue a meta dentro de carrera, ya que si te descuelgas tres minutos del pelotón automáticamente quedas fuera de competición y te retiran el dorsal. Ésta de Villena es una de las mangas más duras, extremadamente difícil para la mayoría del pelotón que participa. De ahí la cifra de abandonos".
"¿Y sabes lo peor?", continúa expresándose al teléfono. "Que la noticia, publicada así como así, con esa interpretación, puede hacer mucho daño al Interclubes de Vinalopó, que es un torneo fantástico. Lleva activo 40 años y ha sido organizado de toda la vida por el mismo grupo de amigos que celebra los sábados por la tarde carreras pequeñitas que son esencialmente marchas cicloturistas con licencia de competición. Yo mismo voy por matar el gusanillo, por tener una motivación de cara a entrenar, por ayudar a los de mi pueblo durante la carrera y por echarme una cervecita después".
¡FELIZ AÑO NUEVO! Una semana para cerrar inscripción al torneo completo. Si te das prisa aún puedes inscribirte con una de las 10 plazas que nos quedan⌛️. Además recordamos que las inscripciones para las pruebas individuales siguen abiertas hasta el jueves antes de cada prueba. pic.twitter.com/o3XfuvqgKN
— Interclubs Vinalopo (@icvinalopo) January 4, 2024
El Interclubes de Vinalopó es un torneo que agrupa varias carreras de tipo social, abiertas a todas las categorías y normalmente también a todos los géneros. Disputadas con una infraestructura mínima, permiten a los ciclistas de competición (casi nunca profesionales) quitar carbonilla del motor, y a los ciclistas de domingo experimentar la adrenalina de disputar una carrera. En su pelotón conviven excorredores que reviven viejos tiempos en un ambiente familiar con aficionados a la bici que se están iniciando y buscan ponerse a prueba. Se promueve lo sano y, por desgracia, se cuelan tramposos.
"A mí me da igual que haya dopados en las carreras sociales", responde el anónimo entrevistado por Relevo cuando le preguntamos si le frustra la trampa ajena. "Si no me importaba cuando competía, cómo me va a importar ahora. Cada uno que haga con su vida lo que quiera y, cuando le pillen, que pague las consecuencias. Me parece triste que, en lugar de gastar el dinero en su familia, lo inviertan en jugar con su salud para conseguir un trofeo. Sinceramente, en estas carreras sociales incluso me da gusto darles caña sobre la bici, porque todos sabemos quiénes son". No todos coinciden en este punto de vista. De hecho, una 'story' de Instagram de un participante indignado por la trampa ajena es uno de los contenidos que ha contribuido a la viralización de esta historia.

El uso de sustancias para mejorar el rendimiento, prohibidas o no, es un estereotipo extendido en torno a las carreras sociales que parte de la realidad de que existen casos notorios y de las sospechas que son voz pópuli. Como en los gimnasios, como en las 10K: como en otros tantos ámbitos donde se mezclan el deportista popular con el profesional frustrado. Los únicos beneficiarios reales son las redes de dopaje y tráfico de medicamentos que encuentran en la ignorancia o el ego de los tramposos unos clientes predilectos. Dinero fácil.
"Sabemos que hay uno o dos que sí, que en Villena se enteraron del control de alguna forma y se retiraron a posta", apunta el anónimo que se ha expresado en Relevo. "Las autoridades antidopaje deberían presentarse en su casa, a controlarles por sorpresa; o sancionarles si no se presentan en meta y desconectan el teléfono para ser ilocalizables. De otra forma, se seguirán riendo de ellos. Pero vamos: que son uno o dos, y no 130. En el ciclismo siempre habrá trampas, pero esto no es un caso relevante".
¡ COMUNICADO IMPORTANTE !
— Interclubs Vinalopo (@icvinalopo) March 6, 2024
Nota de prensa sobre los controles antidoping aleatorios y la postura del Torneo Interclubs Valle del Vinalopo.https://t.co/tNdQ83gXjB@dipuAlicante @fciclismocv pic.twitter.com/aKOAdoUsPt
La principal víctima de hechos como éste es la integridad de una competición amistosa que está concebida para el disfrute y la salud de sus participantes, y no para que arriesguen su cuerpo sin supervisión médica. Capítulo aparte merece el tratamiento mediático que les brinda el periodismo viral. Es un daño colateral de la batalla por la audiencia: la anécdota se eleva a categoría, se trituran reputaciones y se refuerzan prejuicios, deformando la realidad a golpe de clic, sin consecuencias. Todos somos responsables: los que escribimos y los que entramos.