GIRO DE ITALIA

¿Qué nos ha dejado este Giro de Italia?

La 'corsa rosa' concluyó este domingo en Roma con victoria de Primoz Roglic tras su inolvidable golpe de mano en la cronoescalada al Monte Lussari.

Primoz Roglic celebra su 'maglia rosa' en el Monte Lussari. /RCS / LA PRESSE
Primoz Roglic celebra su 'maglia rosa' en el Monte Lussari. RCS / LA PRESSE
Fran Reyes

Fran Reyes

Un final monumental, como un perfecto cuento de hadas: frente al Coliseo, uno de los mejores velocistas de todos los tiempos alza los brazos para celebrar su 17ª y última victoria de etapa en el Giro de Italia, firmada 15 años y 15 días después de la primera. Para más inri, Mark Cavendish consigue su éxito lanzado por Geraint Thomas, el gran perdedor de la víspera, su amigo: "Había pronosticado este triunfo en mi podcast", comenta con una sonrisa, "así que he puesto todo lo posible de mi parte para que se hiciera realidad". Segundos más tarde, quien alza los brazos a su vez es Primoz Roglic, proclamando su condición de campeón de la 'corsa rosa'.

Ha sido un Giro anticlimático. La tendencia en la gran ronda italiana es siempre que los favoritos conserven energía hasta la semana final, habitualmente preñada de alta montaña con etapones por los Alpes y los Dolomitas en los que cualquier esfuerzo extra se paga caro. En esta ocasión, la cronoescalada del sábado al Monte Lussari añadió un aliciente más para un ciclismo defensivo que deparó tres semanas donde la emoción estuvo fuera de la carretera hasta que, en el gran acto final, el público se pudo reconciliar con los corredores.

El esfuerzo agónico no siempre se traduce en espectáculo. Hacen falta rostros, protagonistas, giros teatrales… y este Giro los tuvo, aunque menos de los esperados o deseados por los aficionados. Analizamos en cinco claves lo que nos ha dejado esta edición de la cita transalpina.

La ley de la igualdad

Una máxima inefable del ciclismo: las carreras las hacen los corredores. Los recorridos que disponen los organizadores son legitimados o destrozados por sus estrategias, por sus tácticas, por sus condiciones, por su actitud. Este Giro de Italia era un buen ejercicio de diseño, con terreno muy variado y el castigo bastante repartido a lo largo de las tres semanas de competición. Fue la edición con más contrarreloj individual en una década, en equilibrio con la ración habitual de alta montaña… pero la igualdad entre los tres grandes candidatos al triunfo final que quedaron vivos tras la criba del infortunio y la confianza de los mismos en sus opciones provocó que su desarrollo fuera lineal, monótono. Un empate técnico que no se resolvió hasta la 'campanada' de Primoz Roglic en el Monte Lussari.

Primoz Roglic, João Almeida y Geraint Thomas fueron los grandes protagonistas de este Giro de Italia.  RCS / LA PRESSE
Primoz Roglic, João Almeida y Geraint Thomas fueron los grandes protagonistas de este Giro de Italia. RCS / LA PRESSE

Rasca, Pica y Remco

En un capítulo de Los Simpson, los creadores de la (meta)serie 'Rasca y Pica' deciden incorporar un tercer protagonista, Poochie, para darle un impulso a las tramas. "Cuando Poochie no esté en pantalla, los demás personajes preguntarán: '¿Dónde está Poochie?'", sugiere Homer para subrayar su importancia. Y así se quedaron los espectadores del Giro de Italia cuando Remco Evenepoel consumó su abandono tras ganar la contrarreloj de Cesena, recuperando la 'maglia rosa'. La carrera se había construido en torno al campeón del mundo: desde la concepción del recorrido hasta la dialéctica de los medios. Sin él, el Giro se quedó huérfano. Merece la pena mencionar otro ausente que hubiera tenido mucho que decir: el ganador de 2020, Tao Geoghegan Hart, que abandonó en la 11ª etapa víctima de una caída.

Remco Evenepoel, con la 'maglia rosa'.  AFP
Remco Evenepoel, con la 'maglia rosa'. AFP

La primera mitad del Giro de Italia fue inclemente, con un porcentaje de abandonos que la convertía en la gran vuelta más dura de las disputadas este siglo. Con el paso de los días, la tendencia se atemperó: acaba siendo la 9ª de 67, con 51 retirados (28,98%). Las flaquezas de un pelotón diezmado por la meteorología y un goteo de casos de Covid-19 culminado con el líder vigente Remco Evenepoel llevaron a un estado de alarma generalizado en torno al maldito virus. La organización decretó incluso la reinstauración de ciertas medidas profilácticas: un regreso a 2020 que duró cuatro días. Poco a poco, las mascarillas volvieron a desaparecer de salidas y metas; y, sin embargo, el 'bicho' no reapareció. ¿Qué ocurrirá en Tour o Vuelta si vuelven a saltar las alarmas?

Primoz Roglic, con mascarilla en una salida del Giro de Italia.  EFE / LUCA ZENNARO
Primoz Roglic, con mascarilla en una salida del Giro de Italia. EFE / LUCA ZENNARO

No hay dos 'volatas' iguales

Jonathan Milan, Michael Matthews, Kaden Groves, Mads Pedersen, Pascal Ackermann, Alberto Dainese, Mark Cavendish. Siete etapas de este Giro de Italia se han resuelto con una llegada masiva… y en las siete se ha impuesto un velocista distinto. Faltaban los mejores sprinters del mundo (Jakobsen, Merlier, Ewan, Philipsen, Groenewegen, Démare, De Lie…) y los mejores 'trenos' (ni Soudal-Quick Step ni Alpecin-Deceuninck desplegaron su mejor alineación para esta especialidad), y esto ha provocado que cada 'volata' fuera distinta de la anterior. Un ganador: Jonathan Milan, 'maglia ciclamino' y revelación. Un perdedor: Fernando Gaviria, que se marcha a casa de vacío y cuya táctica de anticipar la arrancada le convirtió a veces en el mejor lanzador para sus rivales. "Me da tristeza, porque [mis compañeros] se merecían que les diese una victoria", manifestó tras perder ante Cavendish en Roma.

Mark Cavendish celebra su victoria en la última etapa del Giro de Italia 2023.  ASTANA QAZAQSTAN / SPRINT CYCLING
Mark Cavendish celebra su victoria en la última etapa del Giro de Italia 2023. ASTANA QAZAQSTAN / SPRINT CYCLING

Victoria a la fuga

La mitad de las etapas de este Giro de Italia fueron culminadas con éxito por la escapada del día, un número que se puede antojar alto y sin embargo responde a la tendencia general de la 'corsa rosa': los cazaetapas se lanzan a por el triunfo mientras los favoritos contemporizan. Sin ir más lejos, las dos ediciones anteriores de la gran ronda transalpina tuvieron el mismo número de desenlaces victoriosos para la fuga. El alemán Nico Denz fue el gran triunfador por números, con triunfos en Rivoli y Cassano Magnago. Por sensaciones, los más impresionantes fueron Ben Healy, que exhibió un poderío descomunal, y un Derek Geecuya inconmensurable fe le llevó a ser segundo en nada menos que cuatro etapas… así como en la clasificación por Puntos y en la Montaña.