Siempre nos quedará el Monte Lussari

Dictaba la lógica una carrera bloqueada, y bloqueada discurrió. Era la 19ª etapa del Giro de Italia, última jornada de alta montaña de esta edición de la 'corsa rosa', la más dura. La cantidad de castigo, con cuatro puertos de entidad y un monstruo como las Tres Cimas de Lavaredo para rematar, no se correspondió con el espectáculo: rara vez la agonía es digna de ver. De nuevo, la fuga se jugó la victoria de etapa y los favoritos esperaron al tercio final para batirse en un margen de segundos. La historia de este Giro.

Derek Gee (1997, Ottawa) se ha ganado ser uno de los nombres propios de este mes de mayo, revelación sin premio. Antiguo especialista en pista, donde fue olímpico y campeón panamericano en varias modalidades, está conociendo la carretera de la mano del Israel-PremierTech. El Giro de Italia ha sido su primera gran vuelta; se ha comportado en él con un hambre y entusiasmo inusitados… y ha hecho gala de unas piernas escandalosas, infatigables, polivalentes.

Este viernes, como tantas otras veces en esta 'corsa rosa', Gee ha formado parte de la escapada del día y sido un factor decisivo en su composición y desarrollo. Tan es así que, con sus 76 kilos, ha encarado la subida final como cabeza de carrera en solitario… para verse privado del triunfo por un escalador puro, el colombiano Santiago Buitrago (Bahrain Victorious). "No me puedo hacer a la idea de qué ha ocurrido. Me va llevar un tiempo asumirlo". Ha sido su cuarto segundo puesto en una etapa de este Giro, en el que también acabará segundo en la Montaña y en la clasificación por Puntos. Aunque sea el villano de esta historia, Buitrago también necesitaba la victoria después de "un Giro difícil en lo personal".

¿Y los favoritos? Los favoritos, a rueda de un Ineos Grenadiers espectacular. Ben Swift, Salvatore Puccio, Laurens de Plus y Thymen Arensman han sido capaces de controlar la carrera desde la formación de la fuga hasta meta, afeando incluso a rivales como Ben Healy o Thibaut Pinot que agitaran el árbol antes de tiempo.

Tanto el Jumbo-Visma de Primoz Roglic como el UAE Team Emirates de João Almeida siguieron a los compañeros del líder Geraint Thomas sin desafiarles. Tal vez no podían. En cualquier caso, tampoco lo necesitaban: todos confían en sus fuerzas de cara a la cronoescalada al Monte Lussari que decidirá la general este sábado, o quizá temían pagar un exceso de empuje en el contexto de suma igualdad en que se ha desarrollado la particular batalla a tres que emprendieron con la retirada de Remco Evenepoel.

Los tres favoritos se movieron solamente dentro del kilómetro y medio final. Primero un ataque de Roglic, neutralizado por Thomas sin dificultades y luego por Almeida con mayores apuros. Después, la aceleración del galés que sólo empata el esloveno mientras el luso pierde comba. Por último, un último impulso de 'Rogla' para picar 3" a Thomas y fijar en 23" su ganancia sobre Almeida. Todo queda en 59": los que separan a Thomas de Almeida, con Roglic intercalado a 26" de la 'maglia rosa'.

Y es en ese contexto que llega la hora de la verdad: una contrarreloj de 18,6 kilómetros hasta la cima del Monte Lussari. Entre la salida de Tarvisio y su pie, 11 kilómetros de plano; después, 7 con el 12,1% de pendiente media y rampas del 22%. El gran tema de discusión será el material. La mayoría optará por una 'cabra' (bici de crono) para el llano, para después pasar a una bici de carretera con desarrollos ultraligeros. Roglic, de hecho, probó en las Tres Cimas de Lavaredo un grupo de 'gravel', con piñones enormes para una mayor agilidad de escalada. Con unas diferencias tan escasas, a buen seguro que esos detalles resolverán este Giro.