Qué es la inhalación de monóxido de carbono en ciclismo y por que la UCI lo prohíbe
Tanto Tadej Pogacar como Jonas Vingegaard han sido relacionados con esta práctica.
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La medicina deportiva busca conocer los límites del cuerpo humano y, sobre todo, mejorar su rendimiento. Dos áreas grises que, en ocasiones, pueden incurrir en dopaje. Se trata de un campo muy difícil de regular y por ello el límite se sitúa en la legislación: hay prácticas y productos permitidos y otros que no lo están. Eso implica que los tramposos van siempre por delante, claro. La última gran polémica en torno a la medicina deportiva se ha enfocado en la inhalación de monóxido de carbono en el ciclismo. Una práctica que hasta ahora no estaba regulada, por lo que estaba bastante extendida en el ciclismo, pero que finalmente ha sido prohibida por la UCI. Aunque con matices.
Probablemente, el deporte de la bicicleta es aquel que se ha visto más estigmatizado por el fantasma del doping. En su época contemporánea, el ciclismo se ha caracterizado por contar con una generación de corredores capaz de batir todos los récords establecidos. Van más rápido que nunca y, además, compiten en todo tipo de pruebas. Lo que ha levantado ciertos recelos. Incluso dentro del pelotón. De hecho, en el caso del monóxido de carbono fue el propio Jonas Vingegaard quien levantó la liebre. "Se pueden inhalar regularmente dosis bajas de monóxido de carbono, lo que conduce a un aumento significativo del rendimiento. Esto no está bien y debería ser prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje", dijo el danés en una entrevista con Le Monde concedida en enero de 2025.
Qué es la inhalación de monóxido de carbono
Previamente había trascendido que tanto Vingegaard como su máximo rival, Tadej Pogacar, habían recurrido a la inhalación de monóxido de carbono. Aunque en ninguno de los dos casos, se supone, con fines dopantes. ¿Cómo puede ser esto?
Además de un método cuestionable para mejorar el rendimiento deportivo, la inhalación de monóxido de carbono es un proceso utilizado en los deportes de resistencia para medir los valores de hemoglobina presentes en la sangre. La idea detrás de ello es la creencia de que la masa total de hemoglobina en sangre es un gran predictor del rendimiento aeróbico del cuerpo. O lo que es lo mismo, contra más hemoglobina, más oxígeno se transporta a los músculos y más se retrasa la aparición de la fatiga.
El test del monóxido estándar suele realizarse en entrenamientos en altura. Concretamente, al inicio y al final de la sesión. Se realiza con una máquina conectada a una fuente externa de oxígeno y de monóxido de carbono, que permiten al deportista reinhalar dicho gas de una manera segura. La doctora Irina Zelenkova, principal ideóloga de dicho método, lo explicó de la siguiente manera en exclusiva a Relevo: "Primero, el deportista inhala CO durante dos minutos. Luego, el investigador toma muestras de sangre cada 60 segundos, durante seis minutos, de una punción en un dedo. Nos lo tomamos sin prisa, porque si el test falla no arroja información útil y hay que esperar como mínimo dos horas antes de repetirlo".
¿Es la inhalación de monóxido de carbono un método dopante?
Sin embargo, según han indicado diversas fuentes, la inhalación de monóxido de carbono también puede utilizarse como un método dopante. Según la cantidad utilizada, el monóxido de carbono provoca que falte la llegada de oxígeno al cerebro; la conocida hipoxia. Como efecto secundario, los riñones comienzan a segregar la hormona EPO, que aumenta los glóbulos rojos en sangre. En resumidas cuentas, la inhalación de monóxido de carbono posee efectos muy similares a entrenar en altura.
Es importante tener en cuenta que para conseguir resultados, es necesario inhalar monóxido de carbono durante varias veces al mes. Solo así el cuerpo consigue generar una cantidad de hemoglobina que pueda marcar la diferencia en un deporte como el ciclismo. Claro que esto tiene su riesgo.
Por qué la UCI ha votado su prohibición
El monóxido de carbono es un gas potencialmente mortal. De hecho, la prohibición de la UCI se produce por razones de seguridad y no responde a cuestiones de rendimiento. Así lo explica el propio organismo: "Inhalado en dosis bajas y en estrictas condiciones de seguridad, el gas se utiliza en medicina como trazador para medir la difusión pulmonar de oxígeno o de la masa total de hemoglobina. Sin embargo, cuando se inhala repetidamente en condiciones no médicas, puede provocar efectos secundarios como dolores de cabeza, fatiga, náuseas, vómitos, dolor en el pecho, dificultades para respirar e incluso pérdida del conocimiento".
Es por ello que la UCI no prohíbe los test de monóxido de carbono per se. Se pueden seguir realizando en condiciones seguras, siempre dentro de un laboratorio y supervisado por personal médico. Sin embargo, sí queda prohibida su inhalación sin control alguno o con otros propósitos. La medida, en realidad, parece ir dirigida más hacia los ciclistas aficionados que a los profesionales. Existe un miedo real de que un corredor pueda intoxicarse tratando de emular las prácticas de los profesionales.
El caso de Pogacar y Vingegaard
Tanto Tadej Pogacar como Jonas Vingegaard han estado relacionados con la inhalación de monóxido de carbono. Todo nació de una investigación de Escape Collective en la que se afirmaba que tres equipos habían reconocido haber utilizado dicho gas durante la preparación del Tour de Francia, entre los que se encontraban el UAE y el Visma. Sin embargo, mientras que el esloveno optó por echar balones fuera en un primer momento, el danés ha sido mucho más vocal al respecto.
La primera vez que Pogacar fue cuestionado sobre el monóxido de carbono dijo no saber de qué le hablaban. Al día siguiente reculó, asegurando que no había entendido la pregunta. "Se trata de una prueba que hicimos durante la preparación en altura para ver cómo respondíamos a la altitud. Es un test que dura dos o tres minutos: respiras, obtienes tu masa de hemoglobina en sangre y listo", contó entonces. Además, aseguró que nunca pudo hacer la segunda parte de la prueba pues la doctora Zelenkova no apareció.
Por su parte, Vingegaard también ha asegurado que él siempre que se ha sometido a la prueba ha sido como método para comprobar sus valores de hemoglobina en sangre. "Mi equipo utiliza monóxido de carbono para medir el volumen de sangre y la masa total de hemoglobina. Inhalamos el monóxido una primera vez, antes de un entrenamiento en altitud. Al final del mismo, la operación se repite para calcular tu capacidad máxima de absorción de oxígeno", contó a Le Monde.