Iván García Cortina, confiado ante las clásicas belgas: "Como diría Topuria, toca recoger lo que se ha trabajado"
El ciclista asturiano del Movistar Team atiende a Relevo justo antes del bloque de clásicas belgas.

La dinámica del Movistar Team ha sido muy buena en este inicio de 2025. La formación telefónica ocupa en estos momentos la séptima plaza del ranking UCI por equipos y ha logrado cuatro victorias en lo que va de temporada. Con ello presente y ante el arranque de las clásicas belgas, Iván García Cortina, una de sus referencias en este terreno, ha atendido a Relevo para repasar su campaña y los objetivos que tiene por delante.
¿Qué tal las sensaciones en este inicio de temporada?
Bien, bien, contento. La verdad es que empecé bastante bien. Llevo dos años sin ninguna enfermedad ni nada. Me noto bastante bien. En París-Niza hacía más trabajo con Castrillo y con Romeo para llevarlos bien colocados. Básicamente, sin oportunidades para mí, por decir así, pero porque tenía trabajo, que la verdad es que también disfruté mucho. Y en San Remo, la verdad es que estaba trabajando también por Orluis y Canal, pero la verdad es que me encontré bastante bien. Así que yo creo que ahora para las clásicas belgas ya vamos con confianza y con buenas piernas.
En San Remo terminasteis con cuatro corredores entre los 31 primeros. ¿Satisfechos con cómo salió la carrera?
Sí, bueno, los líderes eran Orluis y Canal. La verdad es que están muy fuertes y Orluis es un tío bastante rápido. Canal en Strade también iba muy rápido. Y es que no se vio nada en la tele, pero bueno, cuando hubo la caída de Cipressa abajo, se cortó todo, porque parece que se rompió porque se pusieron a tope los UAE, pero en realidad se cortó por la caída en sí. Me puse a tirar, a intentar cerrar el hueco a tope y ahí exploté un poco. Bajando volví a entrar otra vez en el grupo y luego gasté un poquito para colocarles en el Poggio. Y al final, o tenía buenas piernas o no se subió como me esperaba que se fuera a subir y entonces aguanté también. Luego éramos 30 corredores o así. Fue un poco caos para juntarnos otra vez e intentar lanzar un sprint para Orluis o para Canal, que era un poco el objetivo. Tuvimos una buena oportunidad ahí. Me acordaba de cuando hice el Mundial de Australia, que íbamos a hacer el segundo. Y en Australia era más fácil que hubiese caos porque no hay pinganillo. Fue un poco parecido de locura.
Pensando en terreno clásicas, ¿cuál dirías que es la más dura de todas?
La más dura...yo diría que igual es la E3 Harelbeke, porque es como un pequeño Flandes. Es verdad que es más corta, pero es todo mucho más concentrado y es dura, es dura. Y la Gante-Wevelgem, bueno, si hay viento, también.
La siguiente es la E3, donde ya has hecho top-5.
Sí, todas las demás ya hay que disputar. En E3 hice quinto como tú dices, en la Gante hice séptimo u octavo también hace tres años. Y luego para Flandes. Son carreras que me gustan mucho y que yo creo que se me adaptan bastante más que la otra [Classic Brugge-De Panne], que es un poco lotería. Puedes estar, puedes no estar, pero sobre todo, bueno, yo creo que es el riesgo que hay en esa carrera. Como le pasó a Philipsen en Nokere Koerse, que se cayó y luego en San Remo estaba out.
¿Cuál puede ser la clave para vosotros en estas clásicas?
Yo creo que coger una dinámica de grupo buena. O sea, la verdad que en el grupo que estamos aquí es bastante buena. Al final, yo soy más masoca para estas carreras, al que más le gusta quizás. Siempre hay gente a la que le gusta un poco menos este tipo de carreras, pues intentar que entreguen esa dinámica. Sobre todo que no se haga largo, porque son dos semanas aquí en Bélgica y no es como una vuelta que estás corriendo todos los días y se pasa rápido, aquí se hace largo. Al final, entonces, pues tener un buen ambiente hace muchísimo. El poder ir a tomar un café tranquilos por ahí, el tener un grupo que va todo en la misma línea, en la misma dirección, yo creo que es lo más importante. Luego ya los resultados... El trabajo ya está hecho, los entrenamientos están hechos. Las piernas están a punto. Entonces, lo demás ya es, como diría Topuria, recoger lo que se ha trabajado.
Habéis empezado muy fuertes la temporada. ¿Ha cambiado algo?
Sí, siempre se dan pasos. Hay una pieza que, para mí es un poco la que más marcó la diferencia este año, que es una psicóloga nueva, que hizo mucha unión entre corredores y directores. Corredores pensamos una cosa, hablamos entre nosotros, directores piensan una cosa, hablan entre ellos, pero el confrontarlo nunca se hizo y yo creo que ahí se dio un paso importante en confianza mutua y en comunicación sobre todo. Eso hizo que se uniese el equipo mucho más. Luego también la nutrición, tenemos más medios en este tipo de avances en el ciclismo, que al final es lo que hay, si no, no estás ahí. Yo creo que históricamente, bueno, los años anteriores, hasta aquí, siempre el equipo tuvo buenos resultados, pero a partir de aquí es donde se jode un poco la cosa. No es que se joda, pero llega la parte de las clásicas, que son carreras muy difíciles. Al final, si no tienes un equipo como el de Trek, el Deceuninck, con un líder como Van der Poel, Pedersen, Van Aert, es complicado. Te sale una bien, dos mal, una bien y parece como que no haces nada. Muchas veces se desmerita, pero hacer aquí un resultado es súper complicado. Esperemos que este año salgan las cosas bien. Llegamos sumando puntos y buenos puestos para tener esa sensación.
¿Tienes algún resultado en mente a nivel personal?
Lo mejor que se pueda. Por ejemplo, la Gent-Wevelgem es una carrera que odiaba siempre, o sea, nunca me ha gustado nada y de repente un año llega el séptimo. O en Harelbeke, de repente, de ir medio cortado en 'casa cristo', a juntarse otra vez, arrancar y hacer quinto. Son carreras que son una locura. Igual en una que vas super mentalizado, de repente pinchas, te caes o no tienes un buen día y no lo acabas, haces un DNF y, al día siguiente, que ya no me pasa eso, pero otras veces me ha pasado, vas desmotivado y, de repente, te sale una carrera de la hostia. Al final aquí es ser consciente de lo que son este tipo de carreras, que puede pasar de todo. Si sale bien, sale bien, si sale mal, pues otra vendrá. Si el trabajo lo tienes hecho de casa, te estás cuidando y haces las cosas bien, pues si no es en una, es en otra, pero esperemos que salga bien.
En diciembre nos dijiste que tu objetivo era llegar a los 1 000 puntos. ¿Cómo lo ves ahora en marzo?
Ahora me toca empezar a sumar (se ríe). En este tipo de carreras, si haces varios top 10, que sería la hostia, se llega más o menos. Hasta ahora un poco más preparación y otro tipo de carreras como París-Niza o así, trabajar para los compañeros al 100% y ahora toca la parte que más puedo disputar.
Acabas este bloque en Roubaix y luego haces un parón, ¿habéis definido el resto del calendario?
No. En principio ahora hago un parón y luego varias clásicas en Francia, Tro-Bro León, este tipo de carreras y Frankfurt y eso. Bloque de altura creo que hago antes también. Pero bueno, la verdad es que quiero centrarme hasta Roubaix, que es la parte más importante o más crucial y, a partir de ahí, ver la parte siguiente. O sea, paso a paso.
El año pasado no estuviste en ninguna Gran Vuelta, ¿tienes ganas de volver?
Sí, obviamente sí. Al final, en el Tour me encantaría estar. Es una carrera que es la hostia, pero al final eso no está en mis manos tampoco, así que intentar estar ahí, hacer lo máximo posible y a ver si estamos ahí.