Una joya, billete al Tour y la gran incógnita: qué supone el fichaje de Primoz Roglic por el Bora-Hansgrohe
Después de ocho temporadas en el equipo Jumbo-Visma, el esloveno se une al conjunto alemán para las dos próximas temporadas.

Por fin, el culebrón más futbolero que se recuerda en el mercado ciclista ha llegado a su fin. Después de soltar la bomba el pasado el 12 de septiembre en una entrevista con Relevo, y tras varias semanas de rumores, especulaciones y muy pocos hechos consumados, ya es oficial: Primoz Roglic correrá las dos próximas temporadas en el equipo Bora-Hansgrohe.
"Él no estaba contento con cómo habían ido las cosas en su equipo durante La Vuelta; le pregunté, se mostró abierto a hablar y a partir de ahí todo ha ido muy rápido", ha asegurado este viernes Ralph Denk, director del conjunto alemán y nuevo jefe del flamante vencedor del Giro dell'Emilia, que confirmó hace solo unos días en Emilia-Romaña, allí donde venció a Pogacar, Mas y compañía, su marcha irrevocable del Jumbo-Visma, conjunto al que llegó en 2016 procedente del Adria Mobil esloveno.
Desde entonces, Roglic ha sumado 74 victorias como profesional —suma 80 en toda su carrera— y goza, a sus 33 años, de una vitrina incomparable. Entre otros logros, y por no aburrir al lector con la lista completa, tres Vueltas a España, un Giro de Italia, una Lieja-Bastoña-Lieja, dos Tirreno Adriático, dos Vueltas al País Vasco, dos Tours de Romandía, una París-Niza, una Volta a Cataluña, un Critérium del Dauphiné, dos campeonatos nacionales de Eslovenia y, cómo no, el oro olímpico de contrarreloj conseguido en Tokio 2020. "No soy un ciclista ganador", confesaba él a este medio hace solo unas semanas. Quién lo diría.
No obstante, es cierto que de un tiempo a esta parte el único reto que ronda la cabeza del esloveno es el Tour de Francia, una cuenta pendiente que adeuda desde 2020, cuando su compatriota Tadej Pogacar le arrebató el maillot amarillo en la crono de La Planche des Belles Filles, a solo un día de llegar a París.
"El Tour es una de esas cosas que todavía no he ganado y me encantaría intentarlo el año que viene", aseguró a Relevo en el segundo día de descanso de La Vuelta, todavía con los colores del Jumbo. Fue allí, en Torrelavega, justo cuando más se tambaleaba el liderato de los amarillos, cuando Roglic vio claro que si quería acudir al Tour como líder, no sería con los neerlandeses.
¿Por qué Roglic elige al Bora-Hansgrohe y no otro equipo?
Ante la amenaza de una gran fusión entre Quick-Step y Jumbo-Visma, muchos son los equipos que han sonado como posibles destinos para Roglic en los últimos tiempos. De inicio fueron Lidl-Trek e Ineos Grenadiers, dos de los más potentes engranajes del pelotón. El primero, un proyecto de lo más ilusionante para 2024, como bien han demostrado sus incorporaciones; el segundo, un sospechoso habitual ante cualquier tentativa de fichar a los grandes vueltómanos del pelotón, especialmente a Roglic y Evenepoel. Más tarde fue el turno del Movistar Team, aunque la incapacidad económica del equipo para seducir al esloveno evaporó muy pronto las ilusiones de los aficionados españoles.
Fue ahí, y no antes, cuando surgió la opción del Bora-Hansgrohe, un equipo que, fundado en 2010, no llegó al WorldTour hasta 2017, cuando disputó por primera vez las tres grandes vueltas de la temporada. Cinco años después, en Milán, obtuvieron su mejor resultado hasta la fecha: el triunfo de Jai Hindley en el Giro de Italia 2022.
Con la estructura germana, Roglic firma ahora por dos temporadas a razón de un salario de 5,5 millones de euros anuales, según Wielerflits, portal neerlandés que también apunta que Bora-Hansgrohe habría desembolsado cerca de 3 millones de euros como indemnización para que el corredor se desvinculara de Jumbo-Visma, con el que mantenía un vínculo contractual hasta 2025.
En su nuevo equipo, en el que estrenará, además, un jugoso contrato con la marca Red Bull, tal y como ha confirmado Ralph Denk, el esloveno se encontrará una plantilla muy competitiva, con vueltómanos de segundo escalón mundial, como Hindley o Vlasov; gregarios de experiencia y buenas piernas hacia arriba, como Buchmann, Higuita o el recién fichado Daniel Felipe Martínez; y cazaetapas sobrados de talento, como Kamna, Bennett, Denz, Meeus o Jungels.
También habrá un español, Roger Adrià, quien se incorporará este invierno desde el Equipo Kern Pharma. Pero por encima de todo, Roglic se topará con una joya que, si bien todavía está por pulir, ya ha deslumbrado a propios y extraños en la última grande de la temporada: Cian Uijtdebroeks. A sus 20 años, el belga debutó en La Vuelta con un brillante octavo lugar en la clasificación general. Antes había finalizado entre los diez mejores en sus primeras tres rondas por etapas: noveno en la Volta a Cataluña, sexto en el Tour de Romandía y séptimo en la Vuelta a Suiza.

No obstante, Rogla tendrá un equipo a su medida para acudir al Tour de Francia con el cuchillo entre los dientes. Será el líder supremo de los germanos, que tienen un contrato de patrocinio con Bora —fábrica de sistemas de extracción para cocinas— y Hansgrohe —material para baños y cocinas— hasta 2027. En la plantilla, Hindley, Vlasov o el propio Uijtdebroeks pasarán a un segundo plano en aras de cubrir las espaldas del esloveno, que necesitará un grupo a la altura para batirse con Pogacar y, sobre todo, con Vingegaard y sus excompañeros del todopoderoso Jumbo-Visma.
La gran incógnita será, por tanto, saber si Roglic podrá, camino de los 35 años, igualar el nivel de los dos titanes que se han repartido las últimas cuatro ediciones de la Grande Boucle —Pogacar en 2020 y 2021, Vingegaard en 2022 y 2023—. Si todo va bien, el nuevo ciclista del Bora-Hansgrohe terminará el Tour con 34 años y 262 días, una cifra de peso, pues en toda la historia de la ronda francesa solo ha habido un ganador de mayor edad: el belga Firmin Lambot, que venció en París con 36 años y 130 días... ¡hace más de un siglo!
En cualquier caso, y mientras se aproxima el verano francés, todavía lejos en el calendario, las sonrisas se contagian como la pólvora entre los aficionados al ciclismo, que con el cambio de muda de Roglic celebran un pelotón más abierto, variado y con uno de los grandes favoritos fuera de los dos grandes —UAE y Jumbo-Visma—. En definitiva, un notable incremento en la competencia para las grandes citas de la temporada.