LA VUELTA

Poels frustra a Evenepoel en Guadarrama y Kuss se confirma como ganador de La Vuelta

Descafeinada última jornada decisiva de la gran ronda española, con poco movimiento entre los favoritos y la victoria parcial definida en una escapada.

Wout Poels (der) derrota a Remco Evenepoel (izq) en la meta de Guadarrama. /UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING
Wout Poels (der) derrota a Remco Evenepoel (izq) en la meta de Guadarrama. UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING
Fran Reyes

Fran Reyes

Tres ciclistas, los tres primeros de la general, los tres del mismo equipo, desentendiéndose de la competición en los últimos 500 metros de la penúltima etapa para celebrar su triunfo e inmortalizar la imagen que desean que pase a la posterioridad. Jumbo-Visma (Sepp Kuss, Jonas Vingegaard, Primoz Roglic) confirmó en Guadarrama, meta de la penúltima etapa de La Vuelta 23, un triunfo arrasador que culmina el triplete de grandes vueltas en el mismo año para encumbrarse como equipo de época.

Con el concurso de la general ya resuelto y sin más incógnita que el orden de los tres ciclistas españoles situados entre el cuarto y el sexto puesto, la batalla por la escapada resultó una cuestión de voluntad y piernas más que de estrategia. 31 ciclistas, todos ellos sospechosos habituales sin interés en los puestos de honor, alzaron el vuelo en los primeros compases de la jornada en busca del triunfo parcial en la etapa más larga de La Vuelta, definida por su perfil rompepiernas. Jumbo-Visma asumió el control del pelotón y permitió que la ventaja aumentara paulatina e irremisiblemente.

En el enjambre delantero, cuatro ciclistas de Soudal-Quick Step: el escalador británico James Knox, el poderoso gregario Louis Vervaeke, el fiable Mattia Cattaneo (¡qué Vuelta la suya!) y, cómo no, el omnipresente Remco Evenepoel. Cuando los Marc Soler (UAE Team Emirates), Iván García Cortina (Movistar Team) o Pelayo Sánchez (Burgos BH) trataron de agitar el panal, el conjunto belga impuso la paz con un paso cuartelero que fue mermando la escapada.

El demarraje definitorio, sin embargo, no lo propinó Evenepoel sino Wout Poels (Bahrain Victorious), sin cadena en la parte final de esta Vuelta, al paso por el empinado empedrado de San Lorenzo del Escorial con 15 kilómetros para meta. Con él se llevó a Lennert Van Eetvelt (Lotto-dstny); poco a poco llegarían a su par Soler, Evenepoel y un Pelayo Sánchez que protagonizó una de las imágenes de su incipiente y prometedora vida deportiva al remachar al superclase belga justo antes de coronar lo que era la última ascensión del día.

Una vez juntos en cabeza de carrera, los cinco relevaron con armonía para jugarse la victoria en el repecho final de Guadarrama. Allí, Poels se anticipó y consiguió mantener a raya por un suspiro al siempre poderoso Evenepoel en un agónico sprint, con Sánchez tercero y Soler quinto. Se trata de la primera victoria del neerlandés en la gran ronda española, que se suma con su triunfo de este mismo verano en el Tour de Francia con otra escapada exitosa en Saint-Gervais Mont-Blanc.

De izquierda a derecha: Jonas Vingegaard (2º), Sepp Kuss (1º) y Primoz Roglic (3º) celebran el arrollador triunfo de Jumbo-Visma en la meta de Guadarrama.  UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING
De izquierda a derecha: Jonas Vingegaard (2º), Sepp Kuss (1º) y Primoz Roglic (3º) celebran el arrollador triunfo de Jumbo-Visma en la meta de Guadarrama. UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING

El pelotón, por su parte, transitó sin novedades reseñables hasta Guadarrama. Oier Lazkano (Movistar Team), proclamado campeón nacional hace sólo tres meses en estas mismas latitudes, preparó el terreno en San Lorenzo del Escorial para varios ataques de Enric Mas, tan voluntarioso como romo. Igualmente inane fue un tirón de Mikel Landa (Bahrain Victorious). Primoz Roglic y Jonas Vingegaard ejercieron de pacificadores en pro de su coequipier Sepp Kuss. Luego vino la escenificación de una imagen icónica mientras Juan Ayuso (UAE Team Emirates), Landa y Mas esprintaban por última vez su empate.