LA VUELTA

Remco Evenepoel se las ingenia para esquivar el virus que asola su equipo.... ¡con guantes de plástico!

El Soudal-Quick Step es uno de los conjuntos más afectados por un brote de gastroenteritis que circula en el seno del pelotón de La Vuelta.

Remco Evenepoel, este jueves en la salida de la 6ª etapa de La Vuelta./EFE
Remco Evenepoel, este jueves en la salida de la 6ª etapa de La Vuelta. EFE
Fran Reyes

Fran Reyes

"Va a ser una carrera durísima porque varios ciclistas de Soudal-Quick Step están enfermos". Ya en la víspera de la etapa de Javalambre, el director deportivo de Groupama-FDJ, Benoît Vaugrenard, anticipaba en Eurosport esa fuga de 42 ciclistas que permitió a su pupilo Lenny Martinez pelear por el liderato de La Vuelta. La tesitura era ideal para despojar a Remco Evenepoel de La Roja, con varios compañeros enfermos ante un recorrido quebrado y tramposo.

En el pelotón, como en las guarderías, los virus van pasando de organismo en organismo hasta que todos los individuos quedan inmunizados. Por el camino, buena parte de ellos enferman. En la cuarta etapa de esta Vuelta, el danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) hubo de echar pie a tierra en plena competición para aliviar su estómago. Ayer, camino de Burriana, dos compañeros de Remco Evenepoel (Andrea Bagioli y Louis Vervaeke) se descolgaron del tranquilo pelotón bastante lejos de meta y acabaron la etapa con un cuarto de hora de retraso respecto al ganador Kaden Groves. El campeón italiano Filippo Zana (Jayco-AlUla) tuvo, directamente, que retirarse.

"Estamos preocupados, pero no hay mucho que podamos hacer". Lo dice Klaas Lodewyck, director deportivo de Soudal-Quick Step, en los micrófonos de Sporza. Además de Bagioli y Vervaeke, un tercer ciclista del equipo, James Knox, comentó en The Cycling Podcast haber estado "mal del estómago". Para empeorar las cosas, el italiano Bagioli abandonó antes de cumplirse la primera mitad de esta durísima sexta etapa en la que el pelotón ha tratado de eliminar a su equipo.

Evenepoel, ensangrentado tras ganar en Andorra. GETTY
Evenepoel, ensangrentado tras ganar en Andorra. GETTY

"Mis compañeros se encuentran mejor hoy, pero han tenido mala noche". Tras pasar de puntillas por el asunto en Burriana, Remco Evenepoel sí que admitió en los 'canutazos' de la salida de La Vall d'Uixó que en su equipo había un brote de gastroenteritis vírica. "Es todo por un pequeño virus. Yo me encuentro perfectamente y cruzo los dedos para seguir bien de salud. Espero que no me pase lo mismo que en el Giro". En la ronda italiana, un caso de Covid-19 le abocó a abandonar en la novena etapa, viniendo de ganar una contrarreloj y vistiendo la 'maglia rosa'.

Para evitar una retirada de improviso que dé al traste con los meses de preparación dedicados a preparar esta Vuelta, Remco está tomando "precauciones extra" estos días. "Me pongo guantes de plástico en el desayuno y me lavo las manos más a menudo de lo normal". No obstante, sabe que el suyo dista mucho de ser un caso aislado. "No somos el único equipo que está pasando por algo similar: he visto varios ciclistas detenerse en plena etapa para hacer aguas mayores". Y expresa un deseo compartido por todos, rivales incluidos: "Esperemos que este virus nos deje pronto en paz".