LA VUELTA

¿Es Sepp Kuss un candidato real a ganar La Vuelta? Según Evenepoel, "más bien es un outsider"

El estadounidense supera su etapa más comprometida, la crono de Valladolid, con más de un minuto de ventaja sobre los grandes favoritos de la ronda española.

Sepp Kuss, con el maillot rojo de líder de La Vuelta. /EFE / MANUEL BRUQUE
Sepp Kuss, con el maillot rojo de líder de La Vuelta. EFE / MANUEL BRUQUE
Fran Reyes

Fran Reyes

Valladolid. - No hubo sorpresas en Valladolid. 25,8 kilómetros de trazado y 62 dientes en el plato de Filippo Ganna, voraz contrarrelojista italiano que se resarció de su derrota en Glasgow frente a Remco Evenepoel y vengó asimismo el infortunio de Ineos Grenadiers en esta primera semana de La Vuelta en que se ha quedado huérfano de opciones para la general, tocado Geraint Thomas y hundido Thymen Arensman. Sólo se salió el mapa, en lo negativo, un Jonas Vingegaard que estuvo varios puntos por debajo de su espectacular prestación en la crono de Combloux del Tour de Francia. La cara de la moneda fue su compañero Sepp Kuss, que afianzó La Roja para alcanzar el ecuador de la gran ronda española con 1'09" de ventaja sobre el 'coco' Evenepoel.

Cada día, Sepp Kuss (1994, Durango – California) atiende a la prensa en un español imperfecto, pero fluido. Residente en Andorra, su pareja es catalana y es con ella y su entorno que ha adquirido el idioma. Ésta es su sexta temporada en Jumbo-Visma, escuadra a la que llegó desde el modesto conjunto estadounidense Rally (actual Human Powered Health; desaparece este invierno) y en la que se ha convertido en indispensable. Con ellos ha disputado 12 de las últimas 16 grandes vueltas que se han celebrado; en 6 de ellas (tres Vueltas y un Giro, para Roglic; dos Tours, para Vingegaard), el conjunto neerlandés se ha alzado con la general final.

Tal es la fe de Jumbo-Visma en su talismán californiano que este mes de mayo fue llamado a filas para acompañar a Primoz Roglic en su campaña 'rosa' cuando Wilco Kelderman se lesionó. Pese a lo inesperado de la convocatoria, cumplió a la perfección y no pareció acusarlo en el Tour, donde no sólo fue el mejor gregario de Jonas Vingegaard sino que además estuvo asentado en el top10 de la general hasta que una caída le apeó del mismo.

Jonas Vingegaard, a la izquierda, y Sepp Kuss, a la izquierda, trabajan juntos en un abanico durante la etapa de Caravaca de la Cruz.  EFE / MANUEL BRUQUE
Jonas Vingegaard, a la izquierda, y Sepp Kuss, a la izquierda, trabajan juntos en un abanico durante la etapa de Caravaca de la Cruz. EFE / MANUEL BRUQUE

Kuss abordó esta Vuelta una vez más con el papel de gregario de lujo. Su presencia en la fuga victoriosa de Javalambre le ha convertido en una baza táctica y, desde hace tres etapas, en el primer clasificado de la general provisional. Acostumbrado a tomarse las contrarrelojes planas con tranquilidad, perdiendo hasta 7" por kilómetro, el estadounidense sorprendió al ceder sólo 3"/km con respecto a los dos mejores especialistas del mundo, Ganna y Evenepoel, en una crono precisamente para especialistas. Su coequipier Jonas Vingegaard, que reitera no estar disfrutando de sus mejores piernas en esta Vuelta, sólo fue 11" mejor que él y se sitúa a nada menos que 2'22" en la general; Primoz Roglic, por su parte, está a 1'36" en el acumulado. Y restan siete etapas de montaña, terreno predilecto de Kuss…

"¿Si soy un candidato real para ganar La Vuelta?", se sorprende Kuss ante la pregunta. "Bueno, yo he demostrado buenas piernas, pero todavía quedan muchas etapas en las que un ciclista con fuerza puede sacar mucho tiempo a los rivales. De momento contamos con tres bazas muy fuertes y trataremos de jugarlas conjuntamente en la alta montaña, que es el punto débil de Soudal-Quick Step, para aislar a Remco".

Sepp Kuss se da un baño de masas en la meta de Javalambre.  EFE / MANUEL BRUQUE
Sepp Kuss se da un baño de masas en la meta de Javalambre. EFE / MANUEL BRUQUE

El hecho de que ésta sea su tercera ronda de tres semanas de la temporada no amilana a Kuss. "En esta Vuelta me encuentro mejor que en el Tour, por ejemplo, pero en mi opinión es por una cuestión mental", asevera. "Me encanta La Vuelta. Es una carrera que me encaja bien; menos nerviosa y menos tensa que el Tour. Por lo demás, este año he entrenado muy bien y con ganas entre cada 'grande', con tiempo para recuperarme". ¿Y qué hay de Vingegaard? "Yo tengo mucha confianza en él. Este año hay más alta montaña que en los anteriores, y ése es el terreno en el que Jonas rinde mejor. Ya veremos cómo se siente en las próximas etapas, porque también es cierto que no es nada fácil ganar el Tour, con todos los compromisos que conlleva, y preparar bien La Vuelta".

De momento, el único rol definitivo de Kuss en esta edición de la gran ronda española es el de peón táctico. Ningún equipo cuenta con un gregario de su potencial cuesta arriba; apenas UAE Team Emirates, con Marc Soler. Está por ver que el estadounidense pueda disputar una general de principio a fin. "En otras grandes vueltas ha perdido tiempo en alguna de las últimas etapas de montaña", señalaba Remco Evenepoel durante el día de descanso. "Así que, más que un favorito a ganar, le veo como un 'outsider'". El tiempo, la carretera y la estrategia del siempre ambicioso Jumbo-Visma le pondrán en su sitio.