Movistar sufre el "día más duro" del pelotón en 2024: abandonos en masa, "tiritonas y supervivencia"
Sólo 44 corredores terminaron la Flecha Valona 2024 en un día que pasará a la historia de las clásicas de primavera.

"De los días que más frío he pasado en la bici", confiesa a Relevo Santi Buitrago tres minutos después de cruzar la línea de meta en quinta posición en la Flecha Valona. Tres minutos en los que el colombiano del equipo Bahrain luchaba por entrar en calor y en los que no podía articular palabra. "¡Buah! ¡Caían unas bolas de hielo…! No me pude cubrir bien antes, fue una jornada muy dura, en un par de momentos pensé en bajarme", se sincera con la voz entrecortada.
El cielo de Huy, en la región belga de Valonia, engañó al pelotón y le mostró el sol al inicio y al final de la prueba en sendos espejismos. Era un vacile del cambiante clima de la zona que desafía cada año a las escuderías de Fórmula 1 que frecuentan Spa-Francorchamps y cuyos brillantes meteorólogos acaban concluyendo que lloverá si las vacas mueven el rabo. A los ciclistas les pilló en paños menores el cambio de decorado. Granizo, lluvia, aguanieve y un frío insoportable. Y ahí se lio la gorda.
Sólo 44 corredores terminaron la Flecha Valona 2024 en un día que pasará a la historia de las clásicas de primavera por los 131 abandonos. Marc Hirschi, Juan Ayuso, Almeida, Dylan Teuns, Mattias Skjelmose, Tom Pidcock, Vlasov, los Izagirre, Peio Bilbao… Cada uno se resguardó a su debido momento en sus respectivos autobuses, las tentaciones con ruedas aparcadas al lado del Río Mosa, en las diferentes vueltas a un circuito que tenía como colofón el Muro de Huy, con un 19% de pendiente máxima y una exigencia extrema. Para la historia quedará que los siete noruegos del Uno-X Mobility terminaron la faena.
#FlecheWallonne 🇧🇪
— William LALA 💜 (@willoo31) April 17, 2024
Des Conditions météorologiques dantesques.
Abandon du Leader de la @LidlTrek
M.Skeljmose 🇩🇰. pic.twitter.com/9T2LR8YeL9
Movistar no fue ajeno a la escabechina y se quedó sólo con dos efectivos cuando llegó lo mollar de la prueba. Davide Formolo (vigésimo cuarto en meta) y Carlos Canal (38) completaron con gallardía los cuatro pasos por el coloso de Huy, aquel que vio reinar en cinco ocasiones a Alejandro Valverde. El resto de la alineación (Lazkano, Aranburu, Cortina, Jorge Arcas e Iván Romeo) no pudo luchar contra los elementos.
"Nos hemos confiado un poquito con la temperatura del inicio, que hacía muy buen día, y según hemos entrado al circuito se ha puesto a medio nevar, a granizar", introduce el siempre combativo Carlos Canal. "Intentamos coger ropa rápido, pero nos ha pillado el frío a muchos corredores del pelotón y eso ha marcado la diferencia. Al final, los que han tenido ese punto de aguante han podido apretar en el repecho y se han ido simplemente por supervivencia".
El corredor gallego, con los labios cortados, mostraba en su cara las vicisitudes del tortuoso camino. "El cambio de temperatura nos ha pillado a contrapié, hemos pasado muchísimo frío. Literalmente ha sido 'de ponernos con tiritona' y no poder ni apretar", explica. Además, el ritmo frenético de carrera dio el argumento definitivo a los que dudaban si echar el pie a tierra.
🇧🇪🏹 #FlècheWallonne
— Movistar Team (@Movistar_Team) April 17, 2024
🥶🌧️😵 @davideformolo
🤳 @Pablo_0rdorica pic.twitter.com/cnZ8nrKu5B
El mítico muro de 1.3 km y 9,6% de desnivel medio hizo estragos. Cuando faltan 500 metros para coronarlo, hay una curva a izquierdas, el 'virage Claudy Criquielion', que alcanza el 19% y que ahoga a los corredores. Pero "lo que hace duro el muro es la velocidad. Al paso se sube bien, pero a la velocidad a la que íbamos se hace muy duro", incide Canal. "El falso llano de después también da mucho dolor de piernas", señala el prometedor clasicómano del equipo telefónico.
El pelotón no olvidará esta edición de la clásica que sirve de antesala a la Lieja-Bastoña-Lieja, la Decana, una carrera que se disputará el domingo y a la que los 44 héroes de la Valona llegarán muy mermados. "Ahora hay que recuperarse porque tenemos una buena oportunidad de intentar el podio en Lieja", concluye Santi Buitrago, uno de los hombres llamados a animar la última gran cita de la primavera belga. Ese país en el que se pueden experimentar las cuatro estaciones en una sola tarde.