La nueva era de la Pista española, a prueba en Suiza
El bloque capitaneado por Félix García Casas afronta el Campeonato de Europa de Grenchen con la vista puesta en París 2024.
El ciclismo en pista y el ciclismo en carretera se practican con la misma herramienta, pero son deportes diferentes. La mejor muestra son los propios ciclistas: enjutos y sufridores para la ruta, fornidos y explosivos para los velódromos. La retroalimentación entre ambas disciplinas existe, especialmente en categorías inferiores; también el trasvase de talentos. Hace sólo dos semanas que Filippo Ganna, 83 kilos de bigardo y récord del mundo tanto de la hora como de persecución individual y por equipos, fue segundo en el final en alto de la Vuelta a San Juan, sólo 30" por detrás de Miguel Ángel 'Superman' López, unos 25 kilos más ligero, paradigma del escalador.
Cuando era pequeño, Alejandro Martínez no soñaba con ganar el Tour de Francia, sino con ser campeón del mundo en la pista. Pasó por las categorías inferiores de la Fundación Contador, demostrando su potencia y potencial, pero siempre tuvo claro que su sueño eran las tablas y llegó incluso a residir en Alemania con tal de cultivar su talento innato para las pruebas de velocidad. Hoy por hoy es el gran abanderado de la nueva generación del ciclismo en pista español, que en comandita con elementos de la anterior asalta esta semana los Campeonatos de Europa en Grenchen (Suiza).
La consagración de Martínez llegó el pasado mes de octubre, cuando en el Campeonato del Mundo disputado a las afueras de París, en Saint-Quentin-en-Yvelines, alcanzó una medalla de bronce en la modalidad de Kilómetro, la misma en la que el 'Ratón' José Manuel Moreno Periñán fue oro en Barcelona 92. Sin embargo, esta prueba ya no forma parte del programa olímpico. Si Martínez quiere volver a este mismo velódromo en el verano del año que viene, dentro de París 2024, deberá aplicarse en otras.
Un bronce mundial «sin entrenar» el Kilómetro
"La realidad es que yo no entreno el Kilómetro", cuenta Alejandro Martínez (1998, San Vicente del Raspeig) a Relevo desde Suiza. "Sólo pongo el manillar de Kilómetro en la bici para competir. Sin embargo, es cierto que puedo hacer fácilmente diez pruebas de Kilómetro cada año… y eso te da un punto, una experiencia". Pero él sabe que éste no es el camino para la gloria olímpica. "Es una prueba que se me da bien de forma natural, sin preparación específica, y en la que he conseguido muy buenos resultados a nivel internacional desde categorías inferiores. Pero, desde hace dos o tres años, el foco está en las pruebas de Velocidad y Kerin".
#InsideCofidis |📺Brillante bronce en el Kilómetro del reciente Mundial de Pista de París, @alejandroc2c nos acerca sus inicios y sueños en un nuevo "Mi historia ciclista".
— Real Federación Española de Ciclismo (@RFECiclismo) November 3, 2022
🎙️"Algunos niños soñaban con el Tour; yo con ser campeón del Mundo"@ciclistacofidis #TeamESPciclismo🇪🇸 pic.twitter.com/dDh0xluMtE
En el Kilómetro, el ciclista pelea exclusivamente contra el crono: debe gestionar sus fuerzas para, saliendo desde parado, dar cuatro vueltas al velódromo lo más rápido posible. Las tres pruebas olímpicas son completamente diferentes. La Velocidad por Equipos se disputa por tríos. La Velocidad Individual consta de una clasificación (200 metros en salida lanzada) a partir de la cual se definen unos emparejamientos que se disputan a modo de play-off: ciclista contra ciclista, ronda a ronda, hasta la final. "Ahí entran la fuerza, la táctica, la técnica…", enumera Martínez. "Y hay gente que es muy buena corriendo, que te bate aunque seas más rápido que ellos". Y luego está el Keirin, espectaculares carreras de seis velocistas, cada uno con su pellejo. "En el Keirin nunca dejas de aprender a competir. Te equivocas mil veces hasta que un día puntual todo sale bien".
"A Alejandro le toca dar un paso adelante", expresa Félix García Casas, seleccionador nacional de pista desde julio de 2022, cuando sustituyó a Juan Martínez Oliver. Él capitanea a la selección en la fase de clasificación olímpica, que abarca este Campeonato de Europa y el próximo; las Copas de las Naciones (tres por año) de 2023 y 2024; y el Campeonato del Mundo de Glasgow, que se disputará este mes de agosto. "Hay que apostar por la clasificación para París 2024, pero será muy difícil conseguirla porque hay un grupo de unos 25 velocistas del mismo nivel que Alejandro, o más". El máximo de participantes es 30, repartidos según complejos criterios.
En Grenchen, Alejandro Martínez competirá en las pruebas de Velocidad por Equipos (miércoles), Kilómetro (jueves), Velocidad Individual (viernes y sábado) y Keirin (domingo). Sin expectativas. "Puedo controlar mi rendimiento, pero no la actuación de los demás; por eso prefiero no marcarme un resultado. Quiero mejorar en todas las pruebas, y cada vez es más difícil hacerlo: los pasos son muy pequeños".
Torres y Mora, las bazas más sólidas
En el resto del combinado español sobresalen dos nombres: Albert Torres y Sebastián Mora. Ambos olímpicos, ambos campeones europeos y mundiales, ambos bien entrados en la treintena, ambos esa época dulce donde el apogeo físico se suma con un buen bagaje de experiencia. "Llegan en un muy buen momento de forma", apunta García Casas. "Hemos apostado por Torres para las medallas de Puntuación (jueves) y Scratch (viernes), mientras que Mora se centrará en el Ómnium (sábado)".
El Ómnium, una suerte de decatlón del ciclismo en pista, sí es olímpico; al igual que la Americana o Madison, una suerte de puntuación por parejas que Torres y Mora disputarán juntos el domingo. "Es su prueba estrella, y nuestro gran objetivo. Si nos clasificamos con la Americana, tendremos automáticamente billete también para el Ómnium".
En el polo opuesto de la solvencia y la experiencia de Torres y Mora están los combinados de Persecución por Equipos, tanto masculino como femenino, proyectos a largo plazo que miran a Los Ángeles 2028. Igualmente joven es el dúo de fondistas femeninas, la vasca Eukene Larrarte y la catalana Laura Rodríguez, que este invierno se han prodigado por Europa recogiendo buenos resultados. "Espero que sean la sorpresa del equipo nacional", sueña García Casas. La otra esperanza olímpica de la selección española es Helena Casas, velocista cuya especialidad es el Keirin (domingo): si se clasifica en él, también dispondrá de billete para la Velocidad Individual. La Velocidad por Equipos sería una posibilidad, "pero hoy por hoy no existe un trío de velocistas en España", acepta García Casas sin resignarse: "Queremos instaurar un sistema de detección para encontrar talentos femeninos en esta modalidad".