Pablo Torres, la joya española que ya vuela con Pogacar: "Ahora tengo nuevos sueños"
El ciclista madrileño concede a Relevo su primera entrevista tras debutar en el WorldTour con el UAE Team Emirates.
En una amplia sala en la que no cabe un solo trofeo más, Pablo Torres conversa sobre la felicidad con Ángel Buenache, presidente del Unión Ciclista San Sebastián de los Reyes y, de un tiempo a esta parte, representante de la nueva joya del ciclismo español. El madrileño, 19 años cumplidos en noviembre, pasó allí dos temporadas —2022 y 2023— en las que, aún menor de edad, dejó muestras del potencial que escondía tras una inofensiva mirada de crío. "Venir aquí fue una de las mejores decisiones de mi vida", confiesa, feliz de que no fructificaran otros destinos. "Quería ir al equipo de Alberto Contador, pero por diversas circunstancias terminé en Sanse y creo que fue un acierto". Ahora, apenas tres años después de aquella decisión, Pablito, que aún vive en casa de sus padres, en el madrileño barrio de Vicálvaro, concede a Relevo su primera entrevista tras debutar en Australia como miembro de pleno derecho del mejor equipo del mundo, un UAE Team Emirates que, ahí es nada, ya le ha blindado hasta diciembre de 2030.
¿Cómo va el 'jet lag'?
Ya estoy recuperado [ríe], pero la verdad es que los primeros días dormí muchísimo. Me metía en la cama y me tiraba durmiendo diez horas del tirón.
Cuéntanos cómo ha ido.
Muy bien, la verdad. Estoy muy contento de haber debutado en el WorldTour. Se nota la diferencia de ritmo, eso sí [ríe]. Esto es otro nivel. Al final, en sub-23 es un poco más fácil manejarse en el grupo; llegan las subidas y la gente que tiene un poco menos de potencia se va quedando. En cambio, cuando llegas al pelotón profesional te das cuenta de que están los mejores del mundo. Todos van al límite y nadie se queda. Es increíble. Se sufre mucho, pero a la vez se disfruta. Al final, para mí era un sueño estar aquí.
Te llevas buen recuerdo de Australia, entonces.
La verdad es que el Tour Down Under es una carrera muy bonita. Una experiencia, más bien. Al final, viajas a un sitio que muy poquita gente tiene el privilegio de visitar. Es una suerte. Luego, además, la carrera está muy bien organizada. Estás allí casi un mes entero, visitando sitios que no conoces, entrenando con calor, porque allí es verano… Ha sido una experiencia muy bonita. Además, he tenido la suerte de que los compañeros con los que he coincidido me han ayudado mucho y me han enseñado cómo se hacen las cosas en cada momento.
¿Con quién has compartido habitación?
Con Jhonatan Narváez [que terminó como vencedor de la clasificación general].
Marc Soler nos dijo que iba a ser un poco tu padrino allí.
Sí, y lo ha cumplido [ríe]. La verdad es que Marc Soler es un tío fantástico y además es muy gracioso, está todo el rato bromeando y animando al resto del equipo. Para mí ha sido un placer compartir mi primera carrera WorldTour con él. Me ha enseñado mucho, me ha ido dirigiendo para que yo sepa cómo hacer las cosas en cada momento y en los ratos libres ha estado muy pendiente de mí para integrarme. Estoy muy agradecido por todo el tiempo que me ha dedicado.
Ahora que ya te has estrenado con los mayores, ¿dónde está el salto de verdad?
Donde más lo he notado ha sido en el llano. En el WorldTour hay gente muy potente y muy grande que en el llano puede mover muchísimos vatios. Luego, además, se nota la experiencia que tienen muchos. Hay ciclistas que se manejan muy pero que muy bien. Al final, luchar por la posición con esa gente se hace más difícil, claro. Y si ya tienen más potencia que tú, olvídate, es prácticamente imposible.
"Ya me habían hablado de dar el salto al primer equipo antes del Tour del Porvenir"
Ciclista del UAE Team EmiratesOtro aprendizaje.
Eso es. He cogido algo de ritmo, pero sobre todo he aprendido a manejarme en el grupo, así que yo creo que para las siguientes carreras me va a venir muy bien. Al final, si no te colocas bien y gastas mucho en el llano, luego llega la subida y no tienes fuerzas de las que tirar.
¿Cuánto ha ayudado tu exhibición en el Tour del Porvenir [terminó segundo, con dos victorias de etapa] para que hoy seas profesional?
Aquello me ayudó a conseguir ese contrato profesional que comentas, estoy seguro, pero es cierto que más o menos ya me habían hablado de la posibilidad de dar el salto [del filial al primer equipo] antes del Tour del Porvenir.
¿Quién ha sido desde ese momento la persona con la que más has hablado del equipo?
Yo creo que Matxín es la persona que más pendiente está de todos. Te escribe, te pregunta, se interesa por ti, se preocupa para que a nadie le falte de nada y te da mucha confianza y tranquilidad. Luego, obviamente, hablo todos los días con mi entrenador. De los entrenamientos, de cómo me voy sintiendo, de si necesito cualquier cosa... Ahora mismo diría que él es la persona con la que más hablo.
¿Cómo es Javier Sola como entrenador?
A mí me encanta. Es buenísimo. Se nota que sabe mucho y que tiene muchísima experiencia, pero es que además es alguien que te da mucha tranquilidad. Habla contigo todos los días, te pregunta, valora tus sensaciones, si has recuperado bien o no, cómo te ves para el día siguiente… Te pregunta muchísimo, y eso se agradece, porque ves que está pendiente de ti y que sabe lo que estás haciendo en cada momento. Si ve que no te has recuperado, él te ajusta el entrenamiento en función de la fatiga que tengas. A mí me gusta mucho trabajar con él, aunque también valoré mucho el trabajo de Giacomo Notari, con quien estuve el año pasado. Mi rendimiento mejoró mucho con él.
Desde que comenzó a trabajar con Tadej Pogacar, además, Sola ha adquirido un aura especial dentro del pelotón. Parece que todo lo que toca lo mejora.
Es que tú hablas con él y todo lo que te transmite es sabiduría. Es muy inteligente y se nota que sabe mucho, que ha estudiado mucho y que se interesa muchísimo por todo lo que está relacionado con el entrenamiento. Lo analiza todo. Y eso se nota.
"De niño, cuando Tadej atacaba, me ponía feliz; ahora soy su compañero, es increíble"
Ciclista del UAE Team EmiratesHablando de Pogacar, ahora sois compañeros.
Tadej es mi ídolo. Es la persona que más me ha inspirado desde que empecé a montar en bici. Siempre me he fijado en él. En cualquier carrera que hacía, cuando atacaba, yo me ponía feliz. Es increíble tenerle ahora como compañero. Tampoco he tenido la oportunidad de salir a entrenar mucho con él, pero las veces que hemos coincidido lo he disfrutado mucho. Es increíble tenerlo ahí y poder hablar con él. Además es un chico muy majo, que te apoya, te anima. Para mí es muy positivo tenerlo a mi lado. Me da motivación.
¿Te ha dado algún consejo?
No especialmente, pero sí que está pendiente. Al final, él es una persona natural, tal cual se muestra en la televisión. Disfruta con lo que hace y en las distancias cortas tampoco se le nota esa presión, ese ansia por tener que demostrar nada. Él sale a entrenar y es una persona normal y corriente, como cualquier otro ciclista del equipo. La diferencia es que es el mejor [ríe].
¿Habías soñado compartir equipo con él?
La verdad es que era un sueño, sí, pero mi verdadero sueño cuando empecé a montar en bici siempre fue el de ser ciclista profesional. Cuando lo consigues, como me pasa a mí ahora, ese sueño se te pasa, se olvida, y necesitas uno nuevo. Estoy muy agradecido de haber llegado hasta aquí y de haberme convertido en ciclista profesional, pero ahora ya lo veo como algo normal y que tampoco es tan difícil de conseguir. Cuando eres pequeño imaginas que eres ciclista y ya ves toda tu vida resuelta, ves la tranquilidad de haber llegado a la meta, pero una vez llegas ahí te das cuenta de que sigues teniendo preocupaciones, de que tienes que pensar en los entrenamientos, en hacer las cosas bien. Te das cuenta de que a veces dudas, de que nunca sabes cómo vas a llegar a una competición o de cuál va a ser tu rendimiento real. Es diferente a cómo te lo imaginas de niño. Ahora, cumplido ese sueño infantil, tengo más sueños y objetivos que me alimentan. Al final, uno nunca se queda tranquilo. Yo al menos no me contento con haber cumplido mi sueño. Siempre miras hacia delante y te van surgiendo sueños nuevos.
¿Cuáles tienes ahora?
Tengo muchos, demasiados incluso [ríe], pero cada uno a su tiempo. Es cierto que tengo sueños muy grandes, pero para eso primero hay que ir consiguiendo cosas más pequeñas.
"Mi mayor sueño es ganar el Tour, la Vuelta y el Giro; me levanto a entrenar cada día por ello"
Ciclista del UAE Team Emirates¿Cuál es el más grande?
Mi mayor sueño sería poder ganar las tres grandes vueltas. Sería... [suspira] Algo con lo que diría, vale, he ganado todo lo que yo creo que puedo ganar para mis características como ciclista; algo con lo que diría, he ganado algo que muy pocos ciclistas han logrado [siete en concreto, si bien es cierto que Pogacar tiene este año, en la Vuelta, la oportunidad de convertirse en el octavo]. Eso sí, si ganar una gran vuelta ya es dificilísimo, imagínate las tres… Pero sí, es mi máxima aspiración. El motivo por lo que me levanto a entrenar todos los días.
Y en el camino hacia ese sueño, ¿qué es lo que más cuesta en el día a día?
A mí lo que más me cuesta de todo es la alimentación. Me gusta muchísimo comer. De hecho, de pequeño estaba un poquito gordito y en categoría júnior seguía comiendo bastante, pero como hacía mucha bici, no engordaba, aunque igual sí tenía uno o dos kilos de más. Me sigue gustando mucho y es lo que más me cuesta. Estoy siempre muy pendiente de no pasarme con la comida, y es difícil para mí, creéme, pero sé que es una parte muy importante del rendimiento, así que me lo tomo muy en serio y trato de cumplir todo lo que me dicen a rajatabla.
Tendrás la cocina de casa llena de básculas.
Sí, sí. Entre mis hermanos y yo… [Celia y Jaime Torres, mellizos y dos años menores que Pablo, también sueñan con el ciclismo profesional]. Fíjate, cuando llego de entrenar y me pongo a hacer la comida, tardo una hora hasta que me siento a comer porque lo peso absolutamente todo [ríe]. Es parte del trabajo. Hay que hacerlo y ya está. Poco a poco mis padres se van acostumbrando, pero a veces es difícil, porque en casa ellos cocinan y comen por su cuenta y yo voy aparte.
Tus números han asombrado a varios especialistas, Matxín entre ellos. ¿En qué te basas para medir tus entrenamientos?
Normalmente lo que más miro son los vatios, aunque últimamente me estoy fijando bastante en el pulso también. Por ejemplo, hay veces que salgo a rodar y tengo como objetivo no pasar de zona 2 [en la que el esfuerzo se define como moderado, esto es, en torno a las 145 pulsaciones por minuto]. Normalmente intento ir a unos vatios altos, pero sin que el pulso sobrepase esa zona 2. Si algún día veo que las pulsaciones suben más de la cuenta, intento bajar los vatios. Si veo que no suben tanto, aprieto más. Voy midiendo.
¿Qué porcentaje de tu entrenamiento haces en zona 2?
Es difícil, pero si tuviera que decirte un número, yo creo que igual el 80 o el 90%. Bastante, sí.
¿Y qué vatios manejas ahí?
Ni mucho menos los que dijo Tadej en aquella entrevista [se refiere, entre risas, a la charla del esloveno con Peter Attia en 'The Dive']. La gente no fliparía con mis datos como con los suyos. Todavía soy muy joven. De hecho, yo hablo con otros ciclistas y cuando me dicen sus vatios en zona 2, no hay tanta diferencia. Luego llega la carrera, y no sé por qué, pero soy capaz de sacar unos vatios que en los entrenamientos no hago. No sé cuál es la explicación, la verdad, pero es cierto que cuando salgo a entrenar miro mis vatios y no me parecen nada del otro mundo.
"El equipo me ha dado muchísima tranquilidad con el contrato hasta 2030"
Ciclista del UAE Team EmiratesTú destacas en otras cosas.
Sí, en subidas largas, sobre todo. A partir de los 20 o los 30 minutos.
¿Son los entrenamientos que más te gustan?
A mí lo que me gusta realmente es entrenar con gente y apretar en la subida a todo lo que dé para ver quién llega primero. Eso es lo que me gusta de verdad [ríe]. Si no, algo de series, por ejemplo, o subidas como esas, de 20 minutos o algo más. Quizás ese es el entrenamiento que más disfruto, sí.
¿Y el que menos?
Yo creo que los días de rodar… O los rodajes con sprints. Eso es lo que menos me gusta, sí. Que los sprints en sí me gustan, eh, pero no sé, tengo una sensación extraña con ellos. Yo sé que los vatios que muevo al sprint no son muy altos y a veces incluso me llega a entrar el agobio de no llegar donde tengo que llegar. No sé. Es un entrenamiento divertido, porque al final estás todo el rato esprintando, pero no es de mis favoritos.
¿Cómo llevas la presión? Muchos te señalan ya como el próximo gran campeón del ciclismo español.
A ver, yo siempre he dicho que la mayor presión me la pongo yo mismo. Creéme, soy el primero que quiere llegar a ganar el Tour de Francia, la Vuelta a España y el Giro de Italia, pero sí que es verdad que la gente opina y tiende a compararme con otros ciclistas jóvenes, como Carlos Rodríguez o Juan Ayuso. Lo hacen incluso en plan negativo, diciendo, ya tenemos aquí al nuevo Carlos o al nuevo Ayuso, como si ellos fueran malos por no haber ganado una gran vuelta.
¿Qué les dirías a quien dice eso?
¡Que ojalá algún día yo pueda llegar a ser como Carlos Rodríguez o como Juan Ayuso! Es una comparación que no acabo de entender. Al final, son dos ciclistas que están, yo creo, entre los cinco, seis o siete mejores del mundo para las grandes vueltas. Son buenísimos, y estoy seguro de que van a tener la oportunidad de ganar una gran vuelta, porque tienen un talento increíble. Ya me gustaría a mí ser como ellos ahora mismo.
"A veces me comparan con Carlos o con Ayuso como si fuera algo malo... ¡Ojalá tuviera yo su nivel!"
Ciclista del UAE Team EmiratesSupongo que las comparaciones son inagotables.
Es que luego hay gente que me compara incluso con Tadej, que es algo ya… ¡Imposible! Tadej es el mejor ciclista de la historia, solo va a haber uno como él. Ojalá pudiese llegar yo a su nivel, pero de verdad, me parece imposible. Creo que la gente lo dice porque tiene muchas esperanzas puestas en mí, pero al final yo estoy centrado en lo mío, en progresar poco a poco y en ir aprendiendo. Para eso, además, el equipo me ha dado muchísima tranquilidad, porque tengo contrato aquí hasta 2030, y eso es una muestra de lo mucho que confían en mí. Tengo una oportunidad buenísima de crecer junto a los mejores ciclistas del mundo. Y creo que si las cosas se hacen bien, todo acaba llegando. Aunque luego nunca se sabe. Igual nunca llego a ser un ciclista que pueda estar disputando un Tour, una Vuelta o un Giro, sino que tengo el rendimiento para ser un gregario de montaña, por ejemplo. Lo que tengo claro es que quiero ir poco a poco y dar el máximo siempre. Y hasta donde pueda llegar, llegaré.
De momento, el siguiente paso es la Vuelta a Andalucía.
Sí, eso es. Iré para allá la semana que viene y la verdad es que tengo bastantes ganas. Es una carrera que se puede adaptar a mis características mejor que el Tour Down Under, donde no había subidas muy largas, tan solo de cinco o diez minutos. En Andalucía habrá etapas con más desnivel y espero seguir aprendiendo al máximo. Tengo muchas ganas de hacerlo durante todo el año, porque estoy encantado con el calendario que tengo, con carreras que se adaptan muy bien a mi estilo.
¿Alguna pista?
De momento creo que no puedo decir nada [sonríe].
Dime entonces qué objetivo te marcas este curso.
Conseguir mi primera victoria profesional sería algo increíble. Cuando el equipo me dé la oportunidad, tengo claro que lo voy a intentar. Sería otro sueño cumplido, pero soy consciente de que es muy difícil.