El padre de Pogacar, sobre Vingegaard: "Me parece demasiado frío, mi hijo es más abierto..."

Bajo el sol que baña estos días la Toscana, región con los paisajes más verdes de Italia, Mirko Pogacar lidera a un grupo de chavales que compiten estos días en la Coppa Diddi, parada obligatoria en el calendario ciclista de las categorías inferiores. Allí, el padre del mejor ciclista del planeta es la cara visible de la expedición. Dirige, gestiona y capitanea un grupo de adolescentes eslovenos que sueñan con, algún día, ser el nuevo Tadej Pogacar.

"Mi hijo corrió esta prueba en 2014, cuando estaba cerca de cumplir los 16 años", declara al portal italiano TuttoBiciWeb. "Por aquel entonces yo no acompañaba a la selección eslovena, pero me contó que había sido una gran experiencia".

Ahora, nueve años e infinitas victorias después, Tadej descansa lejos de La Vuelta con su pareja Urska Zigart, también ciclista. "No está dejando de lado la bicicleta, claro", advierte su padre. "En octubre estará en el Giro de Lombardía, que es una competición que le gusta mucho y donde le gustaría defender el triunfo de las dos últimas ediciones".

Donde no pudo vencer, eso sí, fue en el Tour de Francia, donde un año más, Jonas Vingegaard pasó por encima del esloveno. "La lesión en Lieja penalizó mucho su preparación", apunta Mirko, padre de la criatura. "Luego, en el Tour, un virus lo noqueó en las etapas decisivas. Se podría decir que no tuvo demasiada suerte, aunque eso no le quita valor al triunfo de Vingegaard".

El danés, que sí compite estos días en La Vuelta a España, se ha convertido inevitablemente en la némesis de Tadej. "Me parece que [Vingegaard] tiene un carácter demasiado frío", opina Mirko, padre de Pogacar. "Mi hijo es abierto, empático y sabe meterse al público en el bolsillo con su sonrisa y naturalidad".

La derrota en el último Tour de Francia, como sucedió en la edición de 2021, no le ha pasado factura a Tadej. No al menos si atendemos a las palabras de su padre. "En absoluto", sentencia sin dudar. "Terminar segundo en el Tour es un resultado de muchísimo prestigio. Mi hijo lo aceptó con una sonrisa, como buen deportista que es. Es alguien que respeta a sus rivales y sabe reconocer su mérito, tal y como le inculcamos de niño".

Sea como fuere, el padre de Tadej promete venganza. "No, el año que viene no vendrá al Giro", responde al medio transalpino. "Estará en Italia, pero solo para disputar las tres primeras etapas del Tour [se correrán en Italia]. Allí buscará revancha e intentará vencer a Vingegaard".