París no será una fiesta: el nuevo equipo de Mark Cavendish se desvanece
El proyecto de crecimiento del B&B Hotels de Jérôme Pineau, impulsado por el antiguo presidente de la Liga de Fútbol Profesional francesa, queda en agua de borrajas.

La tarde del 18 de julio de 2021, Mark Cavendish tenía una cita con la historia en París. Contra todo pronóstico, el británico había recogido a lo largo del Tour de Francia de aquel año nada menos que cuatro victorias de etapa, lo cual situaba la cuenta total de su vida deportiva en 34: las mismas que Eddy Merckx, dueño de casi todos los récords que existen en el ciclismo de carretera.
Era un Cavendish redivivo tras una cruel mononucleosis; un Cavendish que cabalgaba a hombros de gigantes, de sus compañeros de Deceuninck – Quick-Step que le llevaban en volandas hasta las 'volatas'. Aquel 18 de julio, en París, sólo pudo ser 3º: le ganaron la mano Wout van Aert, irresistible, y Jasper Philipsen, pujante. "Perdió su oportunidad de superar a Merckx", dictaminó su director de confianza, Brian Holm, en VeloNews.
Su equipo no contaba con él, pero Mark Cavendish veía una realidad diferente. Con 37 años, creía seguir siendo digno de ser la bala de Quick-Step en el Tour. Sumó victorias, incluyendo una exhibición para proclamarse campeón nacional a cinco días de la Grand Départ desde Dinamarca. Sin embargo, no logró hacer cambiar de idea a la plana mayor del conjunto belga, que ya había dudado incluso si renovarle el contrato en el invierno de 2021 ante sus exigencias y el crecimiento de Fabio Jakobsen. 'Cav' estaba abocado a buscar un nuevo destino, especialmente si pretendía superar a Merckx. Entonces, Jérôme Pineau se volvió a cruzar en su camino.
The most beautiful sprint at the most beautiful finish of the most beautiful bike race on the most beautiful avenue in the most beautiful city. 💛💙🤍❤️ https://t.co/4OvW4KksCY
— Mark Cavendish (@MarkCavendish) July 24, 2022
Una mudanza de Bretaña a París
Jérôme Pineau fue un jornalero de la gloria: el típico producto de la Bretaña, región muy ciclista y profundamente agreste en la que sólo se prospera haciendo acopio de determinación. Guerrero, avispado, a Pineau le caracterizaba una punta de velocidad que le permitía llevarse el gato al agua ocasionalmente, tal y como sucedió en una etapa del Giro d'Italia 2010 en la que su escapada dio la sorpresa. Coincidió con Cavendish una temporada, 2013, en el seno del entonces denominado Omega Pharma – Quick-Step. Dos años después, Pineau se retiró y empezó a trabajar en su proyecto de crear un equipo profesional.
El empeño de Pineau cristalizó en 2018. Con un modelo innovador de club ciclista con fuerte identidad bretona y audaces estrategias comunicativas, logró 'levantar' el patrocinio de la firma agrícola Vital Concept al equipo Fortuneo, actual Arkéa-Samsic. Encabezado por el sprinter Bryan Coquard, el novísimo Vital Concept Cycling Club tardó dos años en ganarse el favor de ASO: sólo fue invitado a debutar en el Tour de Francia en 2020. No obstante, ya patrocinado por la cadena hotelera bretona B&B Hotels, logró dejar su impronta en la Grande Boucle: uno de sus ciclistas, Franck Bonnamour, fue distinguido como ciclista más combativo de la edición de 2021.

Fue a inicios de este año que llegaron cantos de sirena desde la Ciudad de la Luz. Pineau quería hacer crecer a su equipo y el antiguo director general de Orange Francia y de la Liga de Fútbol Profesional gala, Didier Quillot, le ofreció un cómo. Durante la Grande Boucle, los rumores se multiplicaron. Se hablaba de Carrefour, de Amazon o del grupo Louis Vuitton como patrocinadores profesionales del equipo masculino; de la cadena de tiendas de cosmética Sephora para un nuevo conjunto femenino. Fue el último día, en los Campos Elíseos, que se concretó el proyecto de convertir al equipo en el Paris Cycling Club. La alcaldesa de la capital gala, Anne Hidalgo, se felicitaba, "asociarnos a un equipo ciclista encaja bien con nuestros valores", y advertía: "No habrá aportación de dinero público por nuestra parte".
Un largo suspense sin final feliz
A finales de octubre, la plantilla del Paris Cycling Club era de sobra conocida: Mark Cavendish como jefe de filas, bien respaldado por Max Richeze y Ramon Sinkeldam en las llegadas masivas; y el australiano Nick Schultz como verso libre para la alta montaña. También el conjunto femenino había tomado cuerpo con la campeona nacional gala Audrey Cordon-Ragot, la oro olímpica Anna Kiesenhofer o la experta velocista Chloe Hosking. Lo que no se sabía era quién pagaba la fiesta.

El primer jarro de agua fría lo vertió la UCI el 20 de octubre, cuando el equipo de Pineau no superó su primera auditoría. El segundo llegó horas después, con la cancelación de una anticipadísima rueda de prensa que, coincidiendo con la presentación del Tour de Francia 2023, haría las veces de puesta de largo del nuevo Paris Cycling Club. Agua de borrajas. El proyecto de Pineau y Quillot había perecido, asfixiado.
I am one of the riders impacted by the saga that is the collapse of the B&B Hotels team.
— Chloe Hosking (@chloe_hosking) December 7, 2022
To say I am caught up the creek without a paddle is an understatement.
Looking for opportunities for 2023.
Durante semanas, ciclistas, técnicos y patrocinadores técnicos como la bicicletera BMC vieron pasar las fechas límite y los ultimátum. El pasado miércoles 7 de diciembre, Pineau anunció a su personal que el equipo, económicamente inviable, cesaba. Esa misma tarde, en la prensa gala, quiso hacer ver que todavía quedaba una pequeña esperanza de salir a las carreteras la próxima temporada. Ya nadie la guarda. "Creo que le han engañado", ha dicho uno de sus fieles, Pierre Rolland, en Ouest-France. Los ciclistas y técnicos del cuasi-difunto B&B Hotels, en desbandada, buscan acomodo en otros equipos. Mark Cavendish deberá encontrar otra forma de disputar su récord a Eddy Merckx.