Pello Bilbao demuestra que está listo para el Tour de Francia con otro triunfo para Gino

El 15 de junio del año pasado, Juan Ayuso ganó la 5ª etapa de la Vuelta a Suiza. A las pocas horas, su triunfo no le importaba a nadie; ni siquiera a él mismo. Todo el mundo del ciclismo se hallaba compungido y preocupado por Gino Mäder, ciclista del equipo Bahrain Victorious que se había despeñado en la bajada del Albulapass para caer, inconsciente, en un arroyo del cual le sacaron inerte. Su fallecimiento se certificaría al día siguiente, dejando una profunda herida en seres queridos, compañeros y rivales. Apenas un mes más tarde, Pello Bilbao (1990, Gernika – Vizcaya) le honraba de la mejor manera posible con una bella y emotiva victoria en el Tour de Francia.

Pasado un año, justo un año, de aquel accidente mortal, Bilbao ha vuelto a hacerlo. El ciclista vizcaíno se ha impuesto en la cuarta etapa de la Vuelta a Eslovenia, final en alto en Krvavec tras 15 kilómetros de ascensión casi sin respiro, al jugar sus cartas con astucia y valentía para diezmar el grupo poco a poco y aguantar los arreones de aquellos rivales como el voluntarioso Paul Double (Polti-Kometa) que quisieron frustrarle pero no pudieron contrarrestar su letal arrancada de cara a meta.

"Había pasado mucho tiempo sin ganar, pero hoy tocaba sí o sí", señalaba Bilbao en meta, recordando que no había anotado ningún triunfo desde aquel del Tour en Issoire. "Ésta era la etapa perfecta para dedicarle una victoria a Gino. Hemos tomado la responsabilidad como equipo y competido con inteligencia para lograrlo".

Sólo le faltó acceder al liderato de la general para redondear el día: Giovanni Aleotti (Bora-Hansgrohe), ganador el viernes, lo conserva por 12" frente a Bilbao a falta de la etapa final del domingo. Sexto en dicha general es otro español: el jacetano Pablo Castrillo (Equipo Kern Pharma).

"Esto me da muchísima confianza de cara al Tour de Francia". Más allá del valor sentimental, el triunfo de este sábado acarrea para Pello Bilbao una importante inyección de moral después de un mes de junio complicado, en el cual una enfermedad lastró su preparación para la Grande Boucle y le obligó a renunciar a la Vuelta a Suiza. "Menos mal que he podido venir a Eslovenia como 'plan B'", guiñó el vizcaíno.