CICLISMO

Pogacar quiere más y ya piensa en su gran reto de 2025: "El año que viene intentaré algo diferente"

El esloveno tiene entre ceja y ceja conseguir uno de los Monumentos que le faltan en su palmarés.

Tadej Pogacar celebra su triunfo en Lombardía. /AFP
Tadej Pogacar celebra su triunfo en Lombardía. AFP
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Tadej Pogacar ya está disfrutando de unas merecidas vacaciones después de firmar siete meses antológicos de competición. Desde que debutó esta temporada el pasado 2 de marzo y hasta este mismo sábado, cuando triunfó en Lombardía, el esloveno ha conquistado numerosas carreras. Haciendo un rápido repaso, 'Pogi' ha ganado la Strade Bianche, Volta a Catalunya (más cuatro etapas), Lieja-Bastoña-Lieja, Giro de Italia (más seis etapas), Tour de Francia (más seis etapas), Grand Prix de Montreal, Mundial de ruta, Giro dell'Emilia y la mencionada prueba en Lombardía. Casi nada.

Ahora, el esloveno se tomará un descanso antes de iniciar su pretemporada particular en unas pocas semanas con la mente puesta en 2025, donde no debutará hasta la segunda quincena de febrero o incluso marzo, cuando presumiblemente tome la salida en la Strade Bianche, una cita que popularmente ha recogido el mote de sexto Monumento aunque todavía no tenga esa categoría. Y ahí es donde Pogacar quiere poner el foco el próximo curso.

El triple ganador del Tour es un conquistador nato. Este año se puso como objetivo el Mundial de Zúrich y arrasó y recientemente ya ha anunciado cuál es una de sus metas la próxima temporada, donde presumiblemente volverá a estar en el Tour e incluso en La Vuelta, una carrera que tan solo disputó en 2019 y de la que salió tercero. Pero será en el primer Monumento en suelo italiano donde Pogacar quiere dar un golpe sobre la mesa.

"El año que viene intentaré algo diferente a lo que he intentado todos los años", apuntó el esloveno este fin de semana en Trento en referencia a la Milan-San Remo, una de las clásicas más especiales del calendario y que todavía se le resiste pese a que lo ha intentado de todas las maneras en los últimos tres años. Incluso ha llegado a rozar la victoria, sobre todo en 2023, cuando terminó en cuarto tras sucumbir a la fuerza de Mathieu van der Poel.

En 2024 también estuvo cerca. De hecho, se subió al podio junto a Michael Matthews (segundo) y Jasper Philipsen (ganador). En ambas ediciones, el esloveno siguió la misma estrategia: endurecer el ritmo en los últimos 50 kilómetros de la carrera y lanzar un ataque de los suyos en el Poggio, un puerto que se corona a diez kilómetros de meta antes de lanzarse hacia la meta en un vertiginoso descenso.

Y es ahí donde Pogacar se encuentra con un problema. La ascensión no es lo suficientemente dura como para descolgar a otros rivales que son más veloces que él al sprint, por eso su plan puede pasar por moverse en la Cipressa, cuya cima está a casi 30 kilómetros de meta. Lo que está claro es que el esloveno volverá a querer ganar toda prueba que dispute, con la Milan-San Remo entre ceja y ceja.