CICLISMO

La ley del silencio se apodera del Jumbo-Visma tras el positivo de Michel Hessmann

El dopaje del ciclista alemán, gregario de Primoz Roglic en el último Giro de Italia, dispara los rumores en torno al cuadro neerlandés.

Michel Hessmann, de amarillo, abraza a Primoz Roglic, de rosa, tras la conclusión del Giro de Italia 2023, en Roma./GETTY
Michel Hessmann, de amarillo, abraza a Primoz Roglic, de rosa, tras la conclusión del Giro de Italia 2023, en Roma. GETTY
Daniel Arribas

Daniel Arribas

El 27 de mayo, Primoz Roglic completó una cronoescalada antológica en lo alto del Monte Lussari y, contra todo pronóstico, le arrebató la 'maglia' rosa a Geraint Thomas para convertirse en el virtual campeón del Giro de Italia 2023. Allí, en el frío primaveral de los Alpes más orientales, inundados entonces de banderas eslovenas, Roglic gritó extasiado y se abrazó, uno a uno, a todos sus compañeros de equipo. Entre ellos se encontraba el alemán Michel Hessmann, debutante en una gran vuelta a sus 22 años.

Dos semanas después del fin de fiesta italiano, el 14 de junio, Hessmann dio positivo por dopaje en un control realizado en Alemania, fuera de competición. "Estamos a la espera de los resultados para una mayor investigación", sentenció entonces el Jumbo-Visma en un escueto comunicado. Ahora, casi cinco meses después, el contraanálisis de la Agencia Antidopaje de Alemania (NADA) ha confirmado el positivo y Hessmann, residente a las afueras de Friburgo, se encuentra suspendido por su propio equipo.

"Ambos resultados [A y B] constatan pruebas suficientes de una violación de las normas antidopaje", aseguraron este viernes fuentes de la agencia germana. El joven ciclista alemán, por su parte, habría utilizado un medicamento diurético que, si bien no habría mejorado directamente su rendimiento, podría haber enmascarado otras sustancias prohibidas mediante el aumento de la secreción urinaria.

El conjunto Jumbo-Visma, mientras, mantiene intacto el perfil del corredor en su página web y, a expensas de instancias mayores, prefiere guardar silencio. "Por el momento, no vamos a decir nada al respecto", señalan a Relevo fuentes de la estructura amarilla. "Hasta que el tema no esté cerrado, no habrá veredicto por nuestra parte".

Sea como fuere, el caso supone una mancha innegable en el brillante curso de los neerlandeses, dominadores de la temporada ciclista tras cosechar victorias finales en el Giro de Italia, el Tour de Francia y La Vuelta a España. Hessmann, en las filas de la estructura desde 2020, ascendió al primer equipo en 2022, cuando deslumbró por su rendimiento en el Tour del Porvenir, donde terminó tercero en la clasificación general tras Cian Uijtdebroeks y Johannes Staune-Mittet.

Ahora, tras su 33ª posición en el Giro de Italia (a 1h26' de Roglic), el ciclista alemán se enfrenta a una más que posible sanción de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que podría elevar el castigo hasta un máximo de cuatro años de suspensión. Hessmann también podría afrontar un posible juicio público en Alemania, donde, desde el año 2015, el dopaje constituye delito penal y conlleva hasta tres años de prisión.