¿Será decisivo el 'sterrato' del Tour de Francia? Tadej Pogačar cree que no… pero todos lo temen
La novena etapa con meta en Troyes es esperada este domingo con tanta excitación como aprensión por los corredores, que dudan sobre su trascendencia para la general.

Troyes. - "Me siento entusiasmado y nervioso a la vez", asevera Remco Evenepoel, y sus palabras son el mejor resumen de cómo afronta el Tour de Francia su novena etapa de este domingo en Troyes. Serán 199 kilómetros redondos, atravesando un parque natural en la región francesa del Alba para despertar en ella del letargo de la víspera con nada menos que 14 sectores de lo que en ciclismo de carretera se suele denominar 'sterrato': caminos rurales de gravilla en los que se suman la incertidumbre de los pinchazos que acechan en cada giro del neumático con el temor que provocan los precedentes.
La irrupción del 'sterrato' en las grandes vueltas se produjo en el Giro de Italia de 2010, con una etapa dantesca con meta en Montalcino donde la novedad se sumó con la meteorología para generar un pandemónium entre las miríadas de problemas mecánicos, las decenas de caídas y las toneladas de confusión. Aquella etapa sí que marcó el devenir de una gran vuelta inolvidable. Todas las jornadas de 'sterrato' posteriores han sido menos impactantes. Algunas, como la conquistada este mes de mayo por Pelayo Sánchez frente a Julian Alaphilippe, resultaron prácticamente inocuas para la general.
No obstante, la leyenda en torno a esta suerte del ciclismo en carretera, un regreso a los tiempos antiguos, se ha acrecentado gracias a la Strade Bianche, una clásica toscana legítima candidata a convertirse en un sexto Monumento, y otras citas que, como la Clásica Jaén Paraíso Interior, han sabido hacer de este atractivo un auténtico magnetismo. ASO, organizadora del Tour de Francia, se sumó a la moda transformando París-Tours, su clásica de sprinters, en una prueba de 'sterrato'. También ensayó su inserción hace dos años en el Tour de Francia femenino, con buen resultado. Ahora, lo incluye en la carrera reina del ciclismo.

¿Será el 'sterrato' de Troyes decisivo?, preguntan al maillot amarillo Tadej Pogačar. "No lo creo", descarta el esloveno, ganador tanto en la Clásica Jaén Paraíso Interior como en la Strade Bianche. "Por supuesto, tendremos que estar incluso más atentos y concentrados que hoy. Habrá viento, y puede que un algo de lluvia… Va a ser un día intenso y peligroso". Y subraya el factor suerte. "Puedes ser el mejor sobre la gravilla, pero un pinchazo en el momento equivocado te aboca a perder tiempo".
Todos los favoritos han acudido a Troyes para revisar los desafíos que ofrece el recorrido; la mayoría, en vísperas de las París-Niza o el Critérium du Dauphiné. El dictamen es unánime: los sectores están en buenas condiciones y, aunque estrechos, son perfectamente ciclables. La dureza estará en los numerosos repechos que tensarán las piernas. El peligro, en las aproximaciones: la pelea por la posición provocará incidentes, y no entrar en ella significa exponerse a que los problemas ajenos se conviertan en propios. Una caída que te tira al suelo; un tapón que te obliga a echar pie a tierra mientras los demás galopan.
"Cada entrada a un sector de 'sterrato' será una batalla", diagnostica Pogačar la obviedad. "La clave será estar bien colocado y bien rodeado por el equipo. Todo el mundo quiere estar en la parte delantera del pelotón en todo momento, y mañana será lo mismo: simplemente, habrá una presión añadida". Vulnerable en los abanicos, el esloveno sólo cuenta en su equipo con un ciclista que haya destacado en la referente Strade Bianche: Tim Wellens (en seis participaciones, siempre entre los 13 primeros). Jonas Vingegaard, por su parte, cuenta en Visma-Lease a Bike con dos ganadores de la clásica toscana (Wout van Aert, Tiesj Benoot) y un podio de la Clásica Jaén Paraíso Interior (Jan Tratnik).
"Puede pasar cualquier cosa", pronostica sin pronosticar Evenepoel. "Conozco todos los sectores de 'sterrato'. He reconocido los más complicados, y francamente me han encantado. Ya veremos qué escenario se plantea; dependerá sobre todo de la escapada, de si hay ciclistas fuertes delante o no. En todo caso, tengo la impresión de que esta etapa va a ser uno de los eventos deportivos más bonitos del año". Confiemos.