CICLISMO

Así será el Tour de Francia 2025: dentro del hexágono y de regreso a su Ítaca

La 112ª edición de la Grande Boucle se presentó en París, que recupera la icónica meta de los Campos Elíseos, con Superbagnères, el Col de la Loze y La Plagne como platos fuertes.

El recorrido del Tour de Francia 2025. /EFE
El recorrido del Tour de Francia 2025. EFE
Fran Reyes

Fran Reyes

Como dice Luis Ángel Maté, el ciclismo goza de los mejores estadios del mundo; y, de entre todos los infinitos posibles, Francia es su Maracaná. En su deslizar por las carreteras galas, la serpiente multicolor frisa recuerdos de gloria, cunas de campeones y pelos de punta, inmersos en una jungla que sólo perciben quienes atesoran memoria, quienes sólo con mirar el mapa o la altimetría recitan: Ruán, meta de la cuarta etapa, es la patria chica del elegante mito Jacques Anquetil; en Bretaña pasaremos por Yffiniac, pueblo del 'Tejón' Bernard Hinault; en Caen, donde será la crono larga, ganó una de sus cuatro etapas en el Tour aquel genio de Torrelavega, Óscar Freire…

El recorrido del Tour de Francia 2025 se presentó este martes con una gala en París. A diferencia de lo ocurrido en la velada futbolera de la víspera celebrada también en la Ciudad de la Luz, no se echó de menos a ningún invitado: en este deporte lo habitual es que las estrellas se salten este tipo de eventos, reservados a dirigentes y plumillas, así que la presencia de los Pogačar, Vingegaard o Evenepoel es agradecida pero no exigida. En este caso, el eritreo Biniam Girmay fue el nombre de mayor relieve del pelotón masculino presente en el Palacio de Congresos de París, excepción hecha de un Mark Cavendish que coquetea con prolongar una vida deportiva amortizada con la 35ª victoria de etapa en la Grande Boucle que conquistó en Saint-Vulbas.

Después de tres años consecutivos partiendo desde el extranjero (Copenhague, Bilbao, Florencia) y con el compromiso de Barcelona en el horizonte de 2026, esta edición del Tour de Francia arrancará desde Lille para desarrollarse íntegramente por las carreteras del 'hexágono' galo. Las regiones de Norte, Normandía y Bretaña acogerán una primera semana sin montaña, con varias oportunidades para los velocistas puros y también para los dechados de potencia como Mathieu Van der Poel, Wout van Aert o Mads Pedersen que gozarán con los finales quebrados de Boulogne-sur-Mer (2ª etapa), Ruán (4ª), Vire Normandie (6ª) o Mûr-de-Bretagne (7ª).

Para la apertura de la lucha de la general, habrá que invocar al viento atlántico y sus severos abanicos o esperar a los 33 kilómetros de contrarreloj individual en Caen (5ª), planos e inmisericordes al disputarse por carreteras anchas que obligarán al derroche de vatios y aerodinámica para delicia de Remco Evenepoel. La montaña no llegará hasta el 14 de julio, día de fiesta nacional francesa en el cual se celebrará una 10ª etapa con exigentísmo trazado rompepiernas por el Macizo Central y meta en la cima del inédito Mont-Doré, el primero de los cinco finales en alto programados.

Y es que, a partir del primer día de descanso en Toulouse y su sucesiva jornada plana en torno a la Ciudad del Espacio, la tónica de la Grande Boucle cambiará totalmente. La segunda semana se desarrolla en los Pirineos, con una cronoescalada al aeródromo de Peyragudes (13ª) donde Alejandro Valverde firmó una de sus victorias más recordadas y dos metas en Hautacam (12ª) y Superbagnères (14ª), ascensiones clásicas camino de las cuales se afrontan puertos igualmente míticos como Soulor, Tourmalet o Peyresourde.

Para la tercera y definitiva semana quedará la traca final de los Alpes precedida por una etapa unipuerto con meta en el Mont Ventoux (16ª). La jornada del monstruoso Col de la Loze, prolongación de Courchevel donde triunfó Superman López y se hundió Tadej Pogačar, es la 'reina' por desnivel acumulado (5500 metros en 171 kilómetros) gracias a incluir ascensiones al Glandon y la Madeleine. No obstante, es su encadenado con la intensa travesía entre la olímpica Albertville y la estación de La Plagne (4600m en 130km) hollando Saisies y Cormet de Roselend la que convierte esta dupla de etapas en definitoria. Será interesante comprobar qué papel juegan las jornadas rompepiernas de Valence (17ª) y Pontarlier (20ª), tan propicias para la escapada como para la escaramuza en este ciclismo cada vez más táctico y ofensivo.

Todo culminará en París, con el 50º 'paseo' por los Campos Elíseos que para Salvador Dalí significaba el final del verano. Tras el impás del año pasado en Niza, forzado por los Juegos Olímpicos, el Tour regresa a su Ítaca medio siglo después de que Bernard Thévenet tuviera el honor de ser el primero en lucir por sus adoquines el maillot amarillo, flanqueado en el podio final por un Eddy Merckx vestido con el arcoíris. En 2025, Tadej Pogačar partirá como propietario de ambos, defensor del primero y dueño del segundo, mejor ciclista del mundo que acumula méritos para erigirse el mejor de la historia.

Recorrido del Tour de Francia 2025