Urko Berrade explica el 'milagro' de Kern Pharma en La Vuelta: "La clave fue pensar que era posible"
El navarro, ganador de etapa en Maeztu, afronta 2025 con el objetivo de refrendar su actuación en la gran ronda española y la responsabilidad de liderar al conjunto farmacéutico.
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Aunque a los espectadores nos cueste verlo, prisioneros de las imágenes bidimensionales que nos ofrecen las pantallas, la mayoría de deportistas son tridimensionales. Urko Berrade (1997, Cordovilla) es un excelente ejemplo de esto, por cuanto definirle como 'ciclista' sería como reducir a la Moncloa a la categoría de 'edificio'. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Navarra, exhibe un poliédrico catálogo de intereses (la comedia, los animales, las finanzas, la lectura) que le convierten en un tío interesante más allá de los pedales.
En septiembre, las pantallas se llenaron de Urko Berrade, de Pablo Castrillo y de todo el Equipo Kern Pharma gracias a tres victorias de etapa (dos del jacetano, en Manzaneda y Cuitu Nigru; otra del navarro, en Maeztu) que encantaron al público por encarnar el triunfo de David sobre Goliat. La vida continuó tras el cuento de hadas: Castrillo está ahora en Movistar, y Berrade renovó al alza con el conjunto farmacéutico después de completar su excelente Vuelta con un 5º puesto en la penúltima etapa, la reina con meta en Picón Blanco, batiéndose tú a tú con Roglic, O'Connor y compañía.
Cerrada la campaña, Berrade se marchó diez días a Nueva York con su pareja para vivir "una ciudad que contrasta" con su día a día entre Navarra (su cuna), Barcelona (donde reside por amor) y las diversas citas inherentes al deporte de élite. En diciembre se concentró con Kern Pharma en el Hotel Helios de Almuñécar y, justo después de Nochevieja, subió a Sierra Nevada para un primer bloque de entrenamientos en altura porque a gran altura quiere rayar en esta temporada en la que será jefe de filas de los farmacéuticos.
¿Has llegado a integrar todo lo que ocurrió en La Vuelta?
Sí, yo creo que sí, aunque hay veces que los compañeros le sueltan a los nuevos: "A ver qué te crees, que este ha ganado una etapa en La Vuelta". Y me digo: "Jo, es verdad". Sí que a veces me choca, pero no lo pienso mucho ni lo recuerdo cada día, ni mucho menos. Lo llevo con naturalidad.
¿Has vuelto a ver la etapa que ganaste?
No. He visto fotos del final; también el vídeo del abrazo con mi familia, con los compañeros… Pero la etapa en sí no.
¿Hasta qué punto cambia la vida de un ciclista cuando consigue una victoria así?
Dependerá un poco del caso. En el mío, tanto la etapa que gané en particular como mi actuación en la Vuelta a España en general sí que me han cambiado la vida a mejor. Hay mucho trabajo detrás de ese éxito, y soy consciente de ello. También existe el factor suerte: ganar depende de él, salvo que seas un ciclista muy superior al resto, y yo en Maeztu tuve de mi parte tanto la suerte como un equipo que me ayudó mucho. La Vuelta me ha hecho creer en mi condición como ciclista de alto nivel, porque no desentoné midiéndose con los mejores del mundo.
¿En qué aspectos dirías que ha cambiado tu vida a mejor?
Sobre todo, a nivel de moral y de confianza. Ahora sé que, si hago las cosas bien, voy a estar con los mejores. Seguramente no ganaré, pero sí estaré codeándome con gente muy buena que antes de La Vuelta me parecía muy lejana y ahora veo cercana. Si hago las cosas perfectas, si entreno perfecto, si llevo una nutrición perfecta, si estoy en mi mejor momento, sé que puedo llegar hasta esa altura porque ya lo he hecho una vez. Ahora sé que estar ahí es realista. He superado una gran barrera y estoy mucho más cerca de donde siempre he querido estar.
Cuando fichaste por Euskadi-Murias, decías que no terminabas de verte como un ciclista profesional a largo plazo. Si ahora mismo eres un 100% ciclista, ¿cuánto de ciclista eras en aquel momento?
Un 20%, a lo mejor. Sí que la ambición la he tenido siempre, pero cada año soy más consciente de que una cosa es desear algo y otra trabajar y sacrificarte por lograr ese sueño. No puedes conformarte con desearlo. Aunque pienses que ya estás dando tu 100%, empiezas a trabajar de otra manera, o te cuidas más, y te das cuentas de que estabas equivocado: que no lo estabas haciendo todo perfecto. De repente te topas con un nuevo entrenador o un nuevo nutricionista que te aporta un cambio de perspectiva y entonces empiezas a funcionar mejor: te sientes mejor, estás menos cansado, puedes entrenar más… Y se forma una bola de nieve que te lleva a seguir progresando. Ahora me voy a dormir cada día pensando que sí que estoy dando mi 100%. También soy consciente de cuándo no lo estoy dando, que me parece incluso más complicado.
¿Hay un momento concreto de tu vida deportiva en que sintieras que ya eras ciclista al 100%?
Sí. A ver: siempre tendré cosas que mejorar, y espero que así sea porque encontrar nuevas formas de trabajo que me hagan progresar es estimulante. Pero quizás lo que me pudo aupar fue mi caída en la pasada Vuelta a Eslovenia. Me fracturé dos vértebras en junio, muy cerca del comienzo de la preparación de La Vuelta en un año donde además me tocaba renovar contrato. A veces te tienes que ver en esa situación crítica para coger el toro por los cuernos y decirte que debes hacer todo lo que esté en tu mano.
Volviendo a La Vuelta. La actuación del Picón Blanco, ¿te hace pensar que puedes llegar a ser competitivo como escalador o como especialista en pruebas de tres semanas?
Sí. La verdad es que fue increíble. La victoria fue lo máximo, pero verme tan arriba en una etapa así, de alta montaña, con tanto desnivel y en el penúltimo día de carrera, me hizo como tomar conciencia de un nuevo sitio en el que podía estar. Es cierto que yo pude desconectar en muchas etapas de La Vuelta para recuperar mientras la gente de la general debía fajarse todos los días, algo que yo admiro muchísimo por la fortaleza mental que demuestra ser capaz de dar el máximo todos los días. Si sigo mejorando como hasta ahora, si soy capaz de tener las piernas y la capacidad de sufrimiento, sí que podría disputar generales: primero en vueltas de una semana, y el día de mañana quizás en una grande. Ojalá… Me gustaría probarlo, desde luego.
¿Cómo le explicarías a un aficionado el milagro del Kern Pharma en La Vuelta del 2024?
Pues yo diría que la clave fue pensar que era posible. Aunque no hubiéramos pensado en ganar tres etapas, sí que veíamos a [Pablo] Castrillo y nos decíamos: "Éste, a nada que corra un poco bien, va a estar muy adelante". Y a su vez yo me decía que tampoco estoy tan lejos de él, y que Pau [Miquel] es capaz de subir bien y encima es rápido… y así todos. Obviamente, hasta que no te mides con los demás, no sabes cuál es tu sitio. Puedes ir muy bien entrenando, pero luego llega la carrera y los demás van mejor.
Entonces…
En La Vuelta, empezamos muy bien y ya fue muy positiva. A partir de ahí no bajamos los brazos, y ese fue el principal factor: la condición física la tenían muchos ciclistas de La Vuelta, pero la determinación para estar las tres semanas los ocho corredores a tope, la tuvimos nosotros. Nos fuimos contagiando: en cuanto a un compañero le salía una cosa bien, tú también te sentías capaz de hacer algo parecido. ¿Qué Castrillo ha ganado? Pues yo también puedo estar ahí. Hubo muchos días en que no nos salió la jugada, pero te vas acercando hasta que llega un día que se dan las circunstancias, y la lías… Y así ocurrió en las etapas que ganamos, y en otras tantas que estuvimos peleando.
¿Qué objetivos te marcas para esta temporada?
Sobre todo, tratar de hacer un buen inicio de campaña. Es algo que me ha lastrado mucho en el pasado: me cuesta encontrar ese golpe de pedal. Suelo acabar bien las temporadas, pero después de lo que hice en La Vuelta y durante todo el verano me exijo mucho más. No hacer un buen inicio de 2025 sería un fracaso personal, porque estoy trabajando muy duro y es algo que no he conseguido nunca. Quiero ser competitivo en todas las carreras e intentar estar en los puestos altos de la general en las vueltas de una semana que dispute.
¿Cuál será tu calendario?
Empezaré en la Classica Camp de Morvedre y seguiré con algunas pruebas de la Challenge de Mallorca, para después disputar la Estrella de Bessèges y seguir con la Figueira Champions Classic y O Gran Camino.