FÓRMULA 1 | GP CHINA

La ambición de Aston Martin que convenció a Fernando Alonso: "Hace dos años teníamos como fábrica solo una nave"

La arriesgada y ambiciosa estrategia del equipo durante la carrera ejemplifica la mentalidad que enamoró al asturiano para firmar con la escudería de Silverstone su "último contrato".

Fernando Alonso, saludando durante el GP de China. /EFE
Fernando Alonso, saludando durante el GP de China. EFE
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Aston Martin lanzó una declaración de intenciones durante el Gran Premio de China. El mensaje enviado por el equipo de Silverstone a través de Fernando Alonso dice muchas cosas a pesar de que el resultado del equipo no fue para tirar cohetes: suman solo los seis puntos cosechados por el asturiano. Lance Stroll volvió a decepcionar: cuatro paradas en boxes, lento ritmo de carrera y provocó un accidente que le sancionó con dos puntos en su licencia. Todo para terminar 15º.

Alonso no ha renovado con Aston Martin por casualidad. Ha habido infinidad de motivos que han convencido al bicampeón para firmar "el último contrato de mi carrera" en unas negociaciones que fueron más sencillas de lo que parecía desde fuera, según confirmó el propio piloto hace unos días. Uno de ellos ha sido la ambiciosa mentalidad del equipo en su proceso de constante crecimiento.

Una ambición que siempre les ha llevado a mirar hacia adelante: desde la época de Racing Point hasta el Gran Premio de China recién terminado. Sus acciones este fin de semana han confirmado esta mentalidad ganadora que desprenden: colocaron a Alonso en una estrategia arriesgada en carrera para sacar el máximo botín de puntos en vez de ser conformistas y reclamaron tras la 'qualy' una sanción para Carlos Sainz buscando que Stroll ganara una posición.

Durante todo el Gran Premio miraron a los ojos a los coches de delante. Desde la clasificación del sprint, donde Alonso colocó su coche tercero de forma milagrosa, hasta las decisiones en carrera. Cuando salió el coche de seguridad tras el fallo de motor del coche de Valtteri Bottas, Aston Martin destapó sus cartas.

Montar blandos y atacar

Era el momento de cambiar neumáticos porque, en periodo de Safety Car la mayoría de la parrilla para y se ahorra tiempo, y el equipo de Alonso arriesgó con él. Le montaron las ruedas blandas, que son las más rápidas y agresivas, cuando lo normal hubiera sido poner medios o duros y quedarte quietecito. 

El equipo quería conseguir los máximos puntos posibles y que se lanzara con el cuchillo entre los dientes a adelantar a coches más rápidos como los Ferrrari, los Mclaren o, incluso, Checo Pérez.

En la radio de Leclerc, de hecho, calcularon que el español iba a coger al monegasco y a pelearle la posición y le avisaron. Le faltaron unas vueltas para darle batalla. El plan no salió como se esperaba. Todo hay que decirlo. La realidad es que el AMR-24 da para lo queda y es el quinto monoplaza de la parrilla hasta que no lleguen mejoras.

Alonso logró adelantar a Sainz pero 'quemó' esos neumáticos y se vio obligado a volver a entrar en boxes. Esa goma blanda no funcionó y el asturiano perdió tiempo realizando otra parada. Cayó hasta la decimosegunda plaza y, tras adelantar a varios rivales, solo pudo terminar séptimo.

Un progreso poco habitual en Fórmula 1

"Somos un equipo que hace dos años teníamos una fábrica que era una nave que era como una fábrica de kart y ahora luchamos con Ferrari y Mercedes. Estoy muy orgulloso". El viaje de Aston Martin en los últimos años ha sido espectacular. Y lo que queda. Alonso recordaba tras la carrera en DAZN que el progreso de su equipo es admirable. Cuando renovó, declaró su "amor" por la escudería de Silverstone.

Se ha visto pocas veces en la categoría y tiene muy buena pinta para el futuro. El año pasado, durante gran parte de la temporada fueron el segundo equipo, solo por detrás de Red Bull. Los ocho podios de Alonso fueron algo parecido a un milagro. Los argumentos que han convencido a Alonso para soñar con un año 2026 ilusionante abundan.

En un par de años habrá cambios sustanciales en la reglamentación de la F1 y la parrilla se reordenará. Entre la nueva fábrica en Silverstone, contar con túnel de viento propio, con la superpetrolera Aramco como suministradora de carburantes y tener a un piloto que se encuentra en su segunda juventud, y todo con la inversión millonaria detrás del mandamás Lawrence Stroll, pues todo lleva a que Aston Martin sea un proyecto interesante.

Unida a su monstruosa infraestructura, la mentalidad del equipo británico es de siempre querer más. Las constantes declaraciones de su jefe de equipo, Mike Krack, y de su ingeniero estrella, Dan Fallows, desprenden una obsesión clara del equipo con la mejora constante.