FÓRMULA 1

El gesto frío de Max Verstappen con el príncipe Harry que define su carácter: "No soy un bienqueda"

El tricampeón del mundo desvela algunas anécdotas que explican su forma de ser y cómo ve la vida más allá de la F1.

Max Verstappen, antes de una carrera. /Reuters
Max Verstappen, antes de una carrera. Reuters
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Max Verstappen está batiendo numerosos récords esta temporada en la Fórmula 1. A falta de dos carreras para que concluya el campeonato, el neerlandés ya es campeón del mundo, su tercer entorchado consecutivo, y acumula 17 victorias en 20 carreras, números que ningún piloto había conseguido antes en el Gran Circo. Parte de su éxito nace de su particular carácter. El de Red Bull es un competidor nato que piensa en pocas cosas más allá de subirse en su monoplaza y conducir lo más rápido posible, algo que comprobó recientemente el príncipe Harry, hijo menor del rey Carlos III del Reino Unido y de su primera esposa, Diana, princesa de Gales.

Cada vez son más los famosos que se acercan a los garajes de los equipos de F1 antes de una carrera. Acuden a saludar a los pilotos, conocidos en los cinco continentes. Estados Unidos, país al que la categoría se ha ido acercando más en los últimos años tras su compra por parte de Liberty Media, no es una excepción en este sentido. Antes de la última prueba disputada en Austin hace escasas dos semanas, había previsto un encuentro entre Verstappen y el miembro de la familia real británica en el box de Red Bull. 

Allí se presentó Harry una hora antes del inicio de la prueba para charlar con el tricampeón del mundo, pero lo que se encontró fue un frío saludo y poco más. Antes, sí se le había visto compartir impresiones con otros pilotos como George Russell, pero con el neerlandés ocurrió todo de manera fugaz. "No soy un bienqueda, quiero decir, un tipo súper agradable. Es bueno estrechar la mano y saludar, pero estoy aquí para hacer mi trabajo", señala el actual líder del Mundial en una entrevista con la revista Time.

No es la primera ni la segunda vez que Verstappen deja claro que su única prioridad en este momento de su vida es la Fórmula 1 y que aborrece y evita todo tipo de distracciones que le puedan alejar de su objetivo de ganar carreras y campeonatos. "No tengo ningún deseo de poder estar con estrellas de cine", explica. Eso sí, reconoce que no le obsesiona alcanzar los siete que comparten Lewis Hamilton y Michael Schumacher, los dos pilotos más laureados. "¿Me gustaría ganar siete? Sí, ¿por qué no?" apunta. "Pero incluso si no gano siete, sé que hay muchas más cosas en la vida más allá de la F1. Ya estoy muy contento con lo que he logrado".

El príncipe Harry, con Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull.  Getty
El príncipe Harry, con Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull. Getty

Sus ansias de ganar no han hecho que se canse de la vida que tiene, con innumerables viajes, decenas de noches en hoteles de todo el mundo y un día a día centrado exclusivamente en la competición, aunque sabe que todo tiene un final. "En un momento dado, hay que hacer un contrapeso entre el éxito y la calidad de vida. Por ahora, eso está bien, me encanta conducir y me encanta ganar, pero cuanto cuando te vas haciendo mayor quizás algún día eso ya no sea lo que quieres", explica.

Poco se sabe del aspecto personal de Verstappen, que mantiene una relación desde hace tres años con Kelly Piquet, hija del excampeón Nelson Piquet. Aquí se da la casualidad de que ella antes salía con el también piloto Daniil Kvyat, curiosamente a quien sustituyó el neerlandés en Red Bull en 2016. Kvyat y Piquet tiene una hija en común y Max respeta escrupulosamente la relación que tienen.

"No soy el padre, ese no es el objetivo. Es muy importante que ella tenga una buena relación con su propio padre, que la tiene. Yo la veo todos los días cuando estoy en casa y nos llevamos muy bien. Es muy mona", relata el tricampeón mundial.

El piloto de Red Bull, al igual que los otros 19 que ocupan uno de los asientos de la actual parrilla, a menudo tiene que acudir a encuentros con patrocinadores y aficionados pese a no ser del todo de su agrado, algo que en el equipo saben de sobra y tratan de manejar de la mejor manera posible. "No le gusta hacerlo. Quiero tener un Max relajado y feliz, quizás con algunos patrocinadores menos", apunta Helmut Marko, asesor de la escudería.

Verstappen tiene ahora casi dos semanas de 'descanso' antes de la próxima carrera, que se celebrará en Las Vegas por primera vez en la historia, una trofeo que el neerlandés querrá llevar a sus vitrinas y a buen seguro que para ello se preparará a conciencia en los próximos días, pese a haber ganado el título hace ya dos meses. Porque el carácter de Max le hace ir de carrera en carrera y de victoria en victoria sin distracciones.