F1 | GP JAPÓN

20 años del adelantamiento imposible de Fernando Alonso a Michael Schumacher: "Todo el mundo supo que llegaba el nuevo rey"

El asturiano se jugó el tipo contra el káiser en su primera carrera como campeón del mundo con Renault.

Alonso y Schumacher, durante aquel épico año 2005./GETTY IMAGES
Alonso y Schumacher, durante aquel épico año 2005. GETTY IMAGES
Jorge Peiró
Javier Guillén

Jorge Peiró y Javier Guillén

La curva 130R de Suzuka sería considerada un punto negro en una autopista. Es prácticamente imposible adelantar porque apenas caben dos coches en paralelo en un tramo por el que los bólidos pasan a 320 kilómetros por hora. Se corría con aquellos monoplazas de antes, pequeños y compactos, unos auténticos cohetes estruendosos con los míticos motores V10 que ahora se pretende recuperar. Por esa curva se transita más bien de puntillas, no se intenta ninguna heroicidad, menos todavía si te acabas de proclamar por primera vez campeón del mundo de Fórmula 1 quince días atrás.

¿Para qué jugarte la vida contra el Ferrari del siete veces campeón del mundo Michael Schumacher de forma 'innecesaria'? "Fernando, pegadísimo al káiser, va a ser muy difícil por ahí... cómo se ha metido Fernando", arrancó incrédulo Antonio Lobato en aquella retransmisión del año 2005. "Qué hachazo le ha metido, le ha quitado las telarañas, lo ha clavado", contestó Gonzalo Serrano emocionado. Simplemente, no entendían lo que acababa de hacer Fernando Alonso con su Renault.

"Algún problema debe haber tenido Michael", sugirió Lobato en directo tras contemplar aquel bestial adelantamiento en la vuelta 20. Nada de eso. "Llegué a pensar que podría haber tenido un problema el coche Schumacher porque levantó el pie pero, realmente, se achantó ante Fernando porque esa curva de Suzuka era muy complicada para pasar a fondo", expresa a Relevo Javier Rubio, periodista de El Confidencial con larga tradición en las carreras.

"Yo me volví un poco loco porque aquella curva era histórica y poca gente se atrevía a adelantar, yo creo que Michael pensó que era imposible que lo intentase en esa zona y cuando se dio cuenta y quiso reaccionar, ya era tarde", confiesa Serrano a este medio sobre cómo vivió aquella retransmisión mítica. Da igual el idioma del narrador, ninguno dio crédito, ni los británicos: "Qué valentía de Alonso, no he visto algo así en mi vida".

El propio Alonso, al cruzar la meta tercero en una prueba que ganó Kimi Raikkonen, reconoció que había tomado demasiados riesgos y lo consideró el mejor adelantamiento de su carrera. Dejó una frase para la historia: "Sabía que iba a frenar, tiene una mujer y dos hijos en casa esperándole". El caso es que Schumacher tuvo que ceder para no irse los dos fuera. Se asustó al ver al español que, cargado de valor, frenó tardísimo e hizo la curva dentro del asfalto. No pudo apurar más los límites para dejar atrás al germano.

Jacobo Vega, también presente en el circuito, añade detalles sobre la pasada de Alonso a Schumacher, considerada una de las más arriesgadas de todos los tiempos. "En el momento tampoco te haces mucha idea, piensas que ha sido un adelantamiento de la leche por ser en la 130R pero, yo creo que en ese momento tampoco se le dio bastante importancia como se le ha ido dando luego. Es uno de los adelantamientos míticos de la Fórmula 1 pero en aquel momento tampoco te creas que le dimos demasiada importancia".

A Rubio se le acumulan los motivos para tildar de "icónico" aquel movimiento del asturiano en Japón cuando se había proclamado campeón del mundo en Brasil dos semanas antes: "Es uno de los momentos icónicos de la Fórmula 1 por muchas razones. Por el circuito en sí, Suzuka es mítico, con sus curvas 'S' y la 130 R, que exige del piloto una gran determinación, mucha confianza. No es fácil porque es un circuito que requiere equilibrar un coche que, cuando es muy competitivo en una zona, puede no serlo en otra".

¿Cuánta dificultad tuvo realmente aquella maniobra? Gonzalo Serrano lo tiene claro: "Del 1 a 10 en aquella época, era un 11, muy difícil, en una curva larga y de aceleración, es de esas imágenes que no se te olvidan. Todo el mundo decía que era imposible adelantar en esa curva, él lo hizo y fue espectacular, era el prime de Fernando, como se dice ahora, estaba absolutamente desatado. Me pareció una obra de arte, fue salvaje, he visto pocos adelantamientos tan arriesgados. Era el final, casi el final de una época y el nacimiento de otra". "No solamente hay que tener un talento especial sino también aquello que todos sabemos que a veces hay que tener, recuerdo que me quedé con la boca abierta", apunta Rubio.

Alonso y Schumacher, batiéndose el cobre en 2005. AFP
Alonso y Schumacher, batiéndose el cobre en 2005. AFP

La maniobra del español fue mucho más que un simple movimiento sobre el asfalto. Fue un relevo. Un hola y un adiós. Un campeón del mundo le estaba entregando el testigo a otro. El pasado dejaba paso al presente y futuro. Un veterano veía como un jovenzuelo le arrancaba las pegatinas (expresión que se utilizó en la retransmisión original de Lobato y Serrano). Los expertos hablan de "cambio generacional".

"Fue muy representativa, pero yo creo que el cambio generacional viene de ganar Alonso el Mundial, el relevo generacional viene de ganarle el Mundial, eso puede ser una imagen del relevo generacional, pero el relevo, el cambio de tercio, lo marca Alonso ganando el Mundial, más que en ese adelantamiento", expresa Vega, director de Motorsport. "Quizá no tenía necesidad en aquel momento del campeonato de aquel adelantamiento pero era el duelo entre los machos alfa y uno iba a demostrar al otro que estaba por encima de él incluso", expresa Javier Rubio.

Un relevo generacional

Para él, sí supuso un claro cambio generacional: "Tuvo el valor simbólico de que era el cambio de una época, llegaba el siguiente gran piloto, como cuando llegó Verstappen a la Fórmula 1 ya todo mundo sabía que llegaba el nuevo capo, el nuevo jefe. Ese adelantamiento era una especie de cambio simbólico, de paso de cetro de un rey a un joven rey que acababa de llegar y que iba también a superarle el siguiente año, no solamente fue una maniobra que muy pocos pilotos estarían dispuestos a hacer en su vida sino también por lo que significó en aquellos momentos en la Fórmula 1".

Hay quien dice que, aquel 9 de octubre de 2005 Alonso 'jubiló' a Schumacher. Rubio, por lo menos, cree que el heptacampeón se amilanó ante el Renault del español: "Fue tan brutal el adelantamiento que Schumacher ahuecó cuando tuvo a Fernando a su lado, es decir, no quiso entrar en ese paralelo y yo creo que, no diría que se asustó, pero se rindió totalmente y a la salida de la curva se ve cómo se queda muy atrás respecto a Fernando, prueba de que él no estaba dispuesto, no quiso entrar a fondo o simplemente al ver a Fernando, pues se asustó".

Alonso se consolidó y puso a España por primera vez en la historia en lo más alto de la Fórmula 1. "En aquellos momentos, parecía imposible, un sueño, la Fórmula 1 seguía siendo prácticamente inaccesible para España", recuerda Rubio emocionado. "Que tuvieras un piloto capaz de llegar a la Fórmula 1 y convertirse en el rey era como que había que frotarse los ojos. El adelantamiento de Suzuka fue la culminación, ese sello de decir 'es que este tío es algo especial'".