El "desastre" de Aston Martin que arruinó la última vuelta de Fernando Alonso: "No me lo puedo creer, chicos"
El asturiano no pudo completar su último intento en Q3 debido a una mala planificación del equipo y saldrá décimo.

Fernando Alonso tuvo en su manos hacer magia una vez más. Hacía mucho, mucho tiempo que no tenía la oportunidad de regalar a su equipo una buena posición de salida. De hecho, hacía dos Grandes Premios (España y Austria) que ninguno de los dos Aston Martin se veía dentro de la Q3, y en casa consiguieron hacer pleno. Alonso venía de ser el tercer piloto más rápido de la Q2… pero los suyos lo sabotearon.
Con poco más de dos minutos para que finalizara la sesión clasificatoria, el pit lane estaba hasta arriba de monoplazas. Las prisas nunca son buenas. Fernando consiguió iniciar su vuelta rápida, la última, con tres segundos de margen con una bandera a cuadros que no perdona una décima de tardanza. De haberse quedado el contador en cero, no hubiese valido el tiempo marcado a posteriori. Se libró de quedar eliminado con un bochorno histórico, pero la rutina para prepararse había quedado estropeada por completo y ya nada iba a arreglar su vuelta.
Para empezar, tuvo que dejar a todos sus compañeros salir por delante suya a pista. Eso ralentizó su proceso de adaptación a un trazado que no paraba de cambiar de condiciones durante la hora y pico que duró la clasificación, y el gran tráfico lo obstaculizó. Carlos Sainz y Oscar Piastri lo molestaron inmediatamente antes de iniciar su último giro a Silverstone, y el resultado fue un 10º lugar en la salida de mañana debido a que no pudo completar las 18 curvas que tenía por delante.
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Solamente completó un tercio. En la 6 sufrió un 'trallazo' que colmó su paciencia y le hizo abortar la vuelta. En su camino de vuelta a boxes se mostró enfadado con su equipo, que se la jugó intentando sacar a Alonso el último (lo que aumentaba sus posibilidades de rascar décimas y posiciones) y midió de una forma dantesca los tiempos. "No me lo puedo creer, chicos. No me lo puedo creer", espetaba contra su ingeniero por la radio de vuelta al garaje.
Salió del coche con cara de pocos amigos y ni siquiera pasó por los canutazos protocolarios, a los que nunca falla. Los que sí hablaron fueron los otros dos españoles que protagonizan cada fin de semana la Fórmula 1. Pedro de la Rosa, embajador de la marca, calificó de "desastre" el episodio en su intervención habitual con DAZN, mientras que Carlos Sainz parecía no entender nada. "La vuelta con Fernando y Piastri ha sido un lío", explicaba a los medios.
El madrileño tampoco tuvo su día, ya que su Ferrari 'dejó tirado' en Q2 a Charles Leclerc, que saldrá 11º mañana, y tampoco dio una gran alegría a Sainz. "No tenemos ni confianza ni ritmo en circuitos de alta velocidad. Es evidente que los de delante se nos están escapando un poquito", admite a estas alturas el español. Aunque ni mucho menos se acerca a la desgracia vivida hoy en Aston Martin en su casa, a quien el sábado le dio una de arena y ellos mismos se fabricaron su propia cal.
El problema de empezar "en primera marcha"
Más tarde que todos los demás, aunque visiblemente más calmado y comprensivo con su equipo, el propio Fernando Alonso explicó lo ocurrido. "Teníamos un juego (de neumáticos) nuevo y otro usado, y con el nuevo hemos salido los últimos del garaje. Lance creo que no ha hecho ni la vuelta y yo la he empezado en primera marcha, y cuando llevaba 200 metros de vuelta ya iba medio segundo más lento que en la anterior, así que hemos entrado a boxes. Es una pena".
"Estábamos terceros en la Q2, y con ese tiempo hubiésemos sido sextos o séptimos. Creo que esa era nuestra posición hoy". Alonso admite, no especialmente eufórico, que Aston Martin ha dado un paso adelante en Silverstone y que el desastre ya no es tan mayúsculo en lo que se refiere al rendimiento del monoplaza. Eso sí, avisa para mañana: "Siempre bajamos los domingos".