Una fiesta en un yate, un corte de pelo, un McFlurry: los precios reales tras el lujo del GP de Mónaco
Lujo es la palabra que más se repite en Montecarlo este fin de semana, pero no es eso todo lo que rodea al evento de F1.

Mónaco.- Las luces salpican las laderas del Mont Agel (1.148 metros) como pequeñas luciérnagas que quisieran atraer la atención de un circo infinitamente más grande que ellas. Más abajo, donde la roca se une con el hormigón y poco después con un Mediterráneo que en la Costa Azul tiene brillos especiales, los ritmos del último temazo de moda se acompasan con las luces de los datáfonos, que ingresan, de decenas en decenas (a veces centenas o millares), los cerca de 150 millones de euros que deja en el Principado más famoso del mundo el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1.
La idea loca, casi anacrónica, del parlamentario monegasco Antony Noghès, de hacer que los vehículos más rápidos del momento recorriesen las callejuelas de Montecarlo en 1929 sigue viva 80 ediciones después (69 en la era moderna de la F1). Y hoy es la cita que ningún famoso quiere perderse. En la parrilla de salida del domingo desfilan futbolistas, diseñadores, actores de Hollywood, cantantes de todo estilo, autoridades locales y extranjeras, el mundo de la moda y más.
Pero todos ellos no son sino parte de las cerca de 200.000 personas que acoge la ciudad en un fin de semana de Gran Premio, de las que menos de la mitad tienen entrada (de 50€ el jueves hasta los 850€ del domingo en la famosa Piscina) para las gradas del circuito de 3,337 kilómetros, que albergan alrededor de 70.000 espectadores durante todo el fin de semana.

Pero en Mónaco y sus apenas dos kilómetros cuadrados no hay límite para las experiencias. Así, puedes llegar a ver la carrera desde el Paddock Club por 3.200€, o vibrar con la llegada a la primera curva de Santa Devota desde una terraza con vistas por 3.955€. Este último negocio es uno de los que más dinero mueve el fin de semana del Gran Premio, en el que particulares llegan a alquilar sus casas por 12.400€ por noche a través de famosos portales de reservas hoteleras. En otros casos, las ceden a agencias que preparan todo (azafatas, cóctel de bienvenida, comida y bebida) para que entre 20 y 50 invitados disfruten de la experiencia por más de 3.000€ por persona el día de la carrera.
Los restaurantes y locales que se encuentran en mitad del recorrido también se apuntan a la fiesta y ofrecen un lugar en sus terrazas con visión directa del trazado desde 1.908€ el día de la carrera por persona (hasta superar los 3.000€).
El Casino de Mónaco es otro de los grandes atractivos de la ciudad, que durante estos días alberga eventos y fiestas privadas en "la semana más exigente de todo el año", según afirma un portavoz a Relevo. La empresa que lo dirige, SBM, propiedad del estado, facturó 174,9 millones de euros en 2022 solo en apuestas y juegos de azar, de los que alrededor del 5% suele llegar durante los cuatro días de Gran Premio.
Precios de la vida en Mónaco
- Café: 4,50 - 6€
- Gasolina: 2,016 la 95 | 1,986 el diésel
- Corte de pelo: 39€ adulto | 22€ niño
- Cajetilla de tabaco: 11€
- Alquiler de un piso de 2 dormitorios al mes: 4.000€
- Compra de un apartamento de 35 metros cuadrados: 1,290 millones de euros
- Bocadillo de jamón, queso, tomate y lechuga: 7€
- Hamburguesa en cadena de comida rápida: 5,80€
- McFlurry: 3,90€
- Fiesta en un yate: desde 600€ / persona
Otro de los grandes alicientes del Principado son los yates, que atracan en el Port Hercule desde 10.000€ por una semana en la zona menos privilegiada, hasta los 145.500€ de los navíos más grandes (más de 100 metros de eslora) en la zona más cercana a la acción. Luego, por cada invitado que no sea tripulación tendrá que abonarse 200€ por día.
El Automobile Club de Monaco, organizador del evento, renovó el año pasado hasta 2025, inclusive, con la F1 en mitad de una buena riada de rumores de su salida del calendario por primera vez desde 1950 (sin contar el año de la pandemia). Pero tuvo que hacer concesiones y estas fueron duplicar el canon (el más bajo de todos) que pagaban a Liberty Media y cederles ciertos derechos de explotación.
Hasta el momento, la mayor parte del dinero que fluía durante el fin de semana no tocaba las arcas del Gran Circo. Un ejemplo claro es cómo ha aprovechado este año Liberty Media, a través de su F1 Experience, para alquilar unos cuantos de los balcones con vistas.
La vida del día a día en Mónaco
En el babel de 37.000 habitantes de 120 nacionalidades diferentes que conforman la población del Principado, Relevo ha podido conversar con tres de mujeres que desvelan la cara B de una cinta premium en la que también hay vida más allá de los VIP.
María Eugenia lleva 20 años trabajando y viviendo aquí. Es de origen argentino y su día a día son las finanzas, pero durante los eventos de motor abre un puestecito de bocadillos y perritos calientes a unos metros de la recta principal del circuito. Todo lo que recauda va para la Asociación Mónaco Argentina, que presta ayuda en diferentes regiones del país latinoamericano.

"Aquí se vive muy tranquilo, no todo es champagne y fiestas lujosas. Hay sábados normales de café, terraza y mercado. Esto es como un pueblo en el día a día. Obviamente, debido a los pocos metros cuadrados disponibles, el precio de la vivienda es lo que condiciona todo [media de 52.000€ por metro cuadrado, según datos de 2021]. Pero luego la educación pública es muy buena y las actividades deportivas salen más baratas que en otros países europeos", asegura a Relevo.
Una de sus tres hijos, que hablan cuatro idiomas, María Pía, de 19 años y que estudia Ciencias Políticas cerca de París con el objetivo de especializarse en economía y alimentación, está trabajando este año por primera vez en la Fan Zone del GP de Mónaco, es una apasionada del deporte y asegura que a los turistas "se les reconoce de lejos"
"Mónaco no solo son VIP, aquí no vestimos de Gucci cada día, como puedes ver. La realidad es que son los turistas los que van así vestidos. Yo desde bien pequeña podía ir a los sitios sola, subirme al bus, comer fuera del colegio con mis amigas... en realidad aquí se vive como en cualquier pueblo", comenta mientras sus ojos de un azul océano se asoman por debajo de la gorra que la protege del sol que aprieta aquí abajo, donde el champagne no corre como agua.
Lo de combinar varios trabajos cuando surge la oportunidad es algo normal en muchos de los habitantes de Mónaco. Mihaela, una empleada de una agencia inmobiliaria de origen rumano, explica los motivos a Relevo mientras conduce una furgoneta fletada por el organizador del Gran Premio.
"Mónaco te ofrece de todo y sobre todo muchas opciones para trabajar. Aquí es normal que la gente tenga más de un trabajo. No es barato vivir aquí y sobre todo es importante tener margen para pagar los alquileres de los pisos. También regento un Bed and breakfast en Menton. Mucha gente vive fuera y trabaja aquí porque el salario es mejor y luego la pensión que te queda también", apunta, después de haber vivido en Roma y San Remo (Italia) con anterioridad.
Las noches de Mónaco van a dos velocidades, pero sus habitantes también se entremezclan con los turistas y VIP cerca de legendaria curva de La Rascasse cuando las vallas del circuito se abren y el atardecer colorea los blancos de los barcos, el gris del asfalto y la música une dos realidades diferentes que un fin de semana al año conviven en un pequeño rincón de la Costa Azul.