A Fernando Alonso no le dejan probar su coche pero iguala los tiempos de Red Bull: "Nos gustaría haber rodado más"

Lo más importante en pretemporada es rodar. Vueltas, vueltas y más vueltas. Todas las que se puedan. Cuantas más mejor. Si no se acumulan kilómetros, mala noticia para equipos y pilotos, más allá de los tiempos que registren por vuelta y lo que marquen los microsectores. A Aston Martin han empezado a crecerle los enanos y ha sido una de las escudería que menos ha rodado en los dos días de pretemporada disputados. A Fernando Alonso se le ha juntado todo para arrancar el año con menos giros de los deseados aunque el bólido desprenda optimismo. Que si la lluvia, un apagón por aquí, problemas con la telemetría por allá, etc.

Entre ayer y hoy, el coche verde ha dejado destellos ilusionantes en el poco tiempo que ha pasado en el asfalto de Baréin. "Tanto Fernando Alonso como Lance Stroll informan de que se siente mucho mejor que el coche del año pasado en esta pista", expresó el prestigioso medio británico We are the race al cierre del primer día de tests. Ted Kravitz, reportero de Sky Sports, le siguió con su "es un coche mucho mejor que el del año pasado".

El caso es que el monoplaza del asturiano parece haber mejorado notablemente pero dio muy pocas vueltas y pudo recabar muy poca información. Un fallo en unos sensores de Aston Martin, suministrados por McLaren electronics, les dejó a ciegas y sin telemetría en la tarde de ayer miércoles. Entendieron que, sin datos, no tenía demasiado sentido sacar a pista a Lance Stroll. El apagón en la región donde se ubica el circuito estropeó la segunda sesión del día y el canadiense se pasó la mayor parte del tiempo en el garaje.

"Nos hubiera gustado rodar más, para haber probado más cosas, no hemos ido a por rendimiento", reconoció Pedro De la Rosa, embajador de la escudería, en DAZN. Las 46 vueltas de Alonso por la mañana valieron de bien poco. No obstante, hay conclusiones dulces y amargas. El coche subvira y al bicampeón del mundo eso le agrada, según el insider Ferran West, pues se adapta a su pilotaje. El ovetense, no obstante, se encontró incómodo dentro del cockpit y hay que ajustar la distancia con los pedales de frenos.

El objetivo para el segundo día de pretemporada era claramente acumular todas las vueltas posibles. Cada kilómetro en pista es oro pero las circunstancias se volvieron a cebar con Alonso y Aston Martin. El asturiano, que se había colocado cuarto tras completar su primer giro, tuvo que huir al garaje, como el resto de pilotos, cuando llegó la lluvia. Empezó ligera, acabó azotando y terminó congelando la acción en pista durante más de media hora. Terminó las cuatro horas de sesión en quinto puesto, con 45 vueltas a sus espaldas.

Llevaba, hasta ese momento, solo catorce vueltas completadas. Misma tendencia preocupante que la de la jornada del miércoles con poco rodaje. La imagen del garaje del español con sus mecánicos trabajando a pleno rendimiento se repitió en varias ocasiones pues han estado retocando detalles menores propios de los primeros días de tests. Ajustaron suspensiones y pusieron el coche a punto para realizar tandas largas, el momento más esperado del día.

Salió a pista cuando restaba hora y media de sesión, con gomas viejas y muy cargado de combustible, para realizar la primera simulación de carrera. Rodó en 1:36s, en tiempos más lentos que los coches de la cabeza, tal vez por ir más cargado, aunque calcó el ritmo de uno de los Red Bull, el de Liam Lawson. El tiempo, muy cogido con pinzas ya que se desconoce cuánto ha apretado cada piloto o cómo de cargado de combustible iba cada uno. Las tandas largas de mañana viernes revelarán conclusiones más sólidas.