F1 | GP MÉXICO

La Fórmula 1 en México, una utopía que rechaza el dinero público y ahora pende de un fino hilo

Tiene contrato hasta 2025 y su presencia está muy vinculada a la continuidad de Checo Pérez.

Zona del estadio del Autódromo Hermanos Rodríguez./REUTERS
Zona del estadio del Autódromo Hermanos Rodríguez. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Una de las mayores utopías, a nivel global, en la Fórmula 1 es lograr que un Gran Premio esté financiado al 100% de forma privada. A veces, incluso un imposible. Que se lo digan a Valencia o a Corea del Sur, que salió del calendario en 2014 después de cuatro ediciones, pues, para las autoridades locales la inversión no tenía retorno. Las carreras organizadas en el Turia tuvieron un final más trágico todavía.

A México le queda solo un año de contrato y decir que su continuidad en el calendario peligra no es ninguna barbaridad. Suelen anunciar su renovación durante los días de Gran Premio pero, en esta edición, ni rastro de noticias pese a las reuniones entre el director del circuito Federico González Compeán y el gobierno de Ciudad de México. "Quisieran tenerlo asegurado a estas alturas", deslizan fuentes locales a Relevo.

El Autódromo de los Hermanos Rodríguez, que volvió al calendario en 2015, busca renovar tres años más su contrato y mantener su íntegra financiación privada. Allí, sacan pecho de algo que aquí parece imposible: Madrid lo promete para 2026 en adelante, mientras Barcelona se seguirá sustentando en lo público. La intención de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, cuya toma fue a principios de octubre, es seguir con esta fórmula donde el magnate Carlos Slim lidera a un grupo de otros cien empresarios.

La clase política "hace todo lo posible por mantener la Fórmula 1 pero sin poner dinero público", revela prensa local a este medio. La película cambió en 2019, cuando los fondos de Turismo que iban para el evento se redirigieron hacia la construcción del Tren Maya. Para ello, se estableció un Fideicomiso de Fondos Privados que serviría para organizar el evento, año tras año, hasta el 2022. No obstante, debido a que la pandemia evitó que se llevara a cabo del GP de México en 2020, esa finalización se aplazó hasta 2023.

Ahora, pende de un hilo. Antes de 2019 y de la iniciativa privada, el gobierno capitalino destinaba cerca de mil millones de pesos para la realización de este magno evento, revela Expansión Mx. Se firmó un convenio con el sector empresarial para la realización de la prueba, que resiste gracias a Heineken, Citibanamex, GNP, Banorte, Telcel/infinitum, TopoChico, Tane, Kavak, Lapi, entre otras firmas.

El poder de Carlos Slim

Es aquí donde entra el capital rol de una de las mayores fortunas del mundo como la de Slim: más de 93.754 millones de euros. El mexicano, igual que otros empresarios, sabe que el Gran Premio es una mina de oro y ofrece todas las facilidades para que la carrera se haga. "Gracias a un grupo de empresarios que hicieron esto posible, porque en esta ocasión la ciudad no está invirtiendo ningún recurso público", explicó Sheinbaum al anunciar en un video la prolongación del último contrato, recoge El Economista MX.

El papel de la familia Pérez es gigante. La continuidad del Gran Premio de México está muy vinculada a la de Checo en Fórmula 1. Su asiento lleva todo el año en entredicho por su bajo nivel en Red Bull y su futuro es una incógnita. Además, en una reciente entrevista en DAZN, el piloto reconoció que no se ve en el Gran Circo mucho más allá de "dos o tres años". Las cuentas con el contrato no saldrían.

El exdiputado Antonio Pérez, padre de Checo, también hace toda la fuerza del mundo por la carrera de casa de su hijo. El expolítico trabaja hoy en día al lado de la presidenta Claudia Sheinbaum y su papel puede tener impacto en el futuro de la prueba mexicana. Los Pérez pueden retener el Gran Premio tres años más pero la competencia mundial hoy en día es tremenda: todo el planeta quiere acoger carreras.