Juan Manuel Correa, el piloto que desafió a la muerte: "Me siento afortunado de sentir dolor, de seguir vivo"
El piloto de Fórmula 2 sobrevivió a un accidente mortal en 2019 y reflexiona con Relevo sobre el presente y el futuro de su carrera.
Spa-Francorchamps.- Los recuerdos se agolpan en su mirada, pelean por salir de sus labios, aunque él los controla, tira de ellos y pone calma en medio de la intensidad de lo que ha vivido en los últimos cuatro años. Aquí, en Las Ardenas belgas, donde las nubes se funden con las copas de los abetos y se adentran en los valles sin ser invitadas, hasta el fondo de los mismos, tiñendo todo de humedad y verde, Juan Manuel Correa (Quito, Ecuador, 1999) vivió la experiencia más dramática de su vida, de la que siempre le quedarán secuelas.
Aquella tarde de agosto de 2019, en la primera carrera de la Fórmula 2, el piloto ecuatoriano subía desde Eau Rouge hacia el Raidillon cuando un accidente en cadena le hizo estar en el momento inadecuado, en el sitio menos apropiado. Al coronar la subida ciega se encontró con el coche de Anthoine Hubert en mitad de la pista. El impacto provocó la muerte de la joven promesa francesa y a él le llevó a luchar por su vida durante dos semanas en coma inducido tras un fallo pulmonar.
Sus piernas quedaron destrozadas y los médicos le sugirieron amputar la derecha inicialmente, pero un segundo diagnóstico le ofreció la nada sencilla oportunidad de intentar mantenerla operativa... con 20 intervenciones quirúrgicas y una recuperación que duró medio año. Pero Correa no dejó de soñar, pese al dolor, pese a tener que "estirar" su tibia cada día durante cuatro meses con una especie de exoesqueleto metálico atornillado a su pierna. Se sobrepuso a la depresión que le provocó una situación inimaginable para un chaval de 20 años que unos días antes había probado por primera vez un F1 en Paul Ricard con Alfa Romeo Sauber.
Y cuatro años después compite en su segunda temporada completa en F2, la primera desde aquel horrible accidente que, asegura, ya es un recuerdo lejano para él. Este fin de semana vuelve al escenario donde su vida dio un giro de 180 grados, con lesiones permanentes en las piernas que no le permiten correr a pie, pero de las que se ha sobrepuesto, con coraje, para seguir haciendo lo que cuando apenas tenía ocho años le enamoró para siempre: correr con un volante entre las manos. En esta conversación con Relevo, Correa se sincera sobre su presente y su futuro.
Este fin de semana vuelves a un escenario que marcó para siempre tu vida, ¿cómo lo afrontas?
(Duda durante varios segundos) Creo que si ya era un fin de semana duro para volver, lo será todavía más después de lo sucedido. De hecho, no lo había pensado aún pero creo que va a ser un fin de semana emocional para mí por obvias razones, aunque para el resto de la familia del automovilismo aún más por el accidente que ocurrió ahora. Esperemos y recemos porque no haya más accidentes. Claramente me siento un poco nervioso de correr allí de nuevo. Es una pista peligrosa, todos los sabemos, pero el show debe continuar, el campeonato no se va a parar por mí ni por nadie más, así que tenemos que ir allí, hacer nuestro trabajo y correr.
¿Se puede trabajar de alguna manera ante un evento así o lo gestionas tú mismo?
Lo llevo yo… desde el inicio yo he sido el único que sabe cómo manejar los sentimientos. Será mi tercer año corriendo ahí de nuevo. Si pude los dos primeros años, este no será un problema. Es duro, trato de concentrarme en mi trabajo, seguir con la mentalidad de temporada de F2 y poner todo mi esfuerzo mental en eso. No pensaré en lo negativo y seguiré hacia delante.
Pero aquí estás, en tu segunda temporada completa en F2, la primera después de aquel horrible accidente en Spa, ¿cómo está siendo este 2023 para ti?
Siempre supe que iba a ser una temporada difícil. Entrando con un equipo tan nuevo como Van Amersfoort, sabíamos que iba a haber mucho trabajo que hacer. Es una categoría en la que todos los equipos están trabajando a un nivel muy alto, muy competitivo y muy profesional. Creo que lo que está faltando es ganar un poco de consistencia con el coche y tener una base un poco más amigable con el piloto. A veces, es muy difícil de manejar. Y estamos saltando demasiado de fin de semana a fin de semana probando cosas nuevas. Creo que llegó el momento de tomar conclusiones de lo que hemos probado durante todo el año y empezar a armar una base con lo que hemos logrado y, por lo menos, generar un poquito de consistencia para nosotros. El coche es muy diferente cada fin de semana, lo cual lo hace muy difícil, tienes 40 minutos de libres, solo 5-6 vueltas rápidas para adaptarte y luego vas directo a la clasificación. Es complicado, pero por otro lado creo que está siendo un año súper positivo, siento que he subido mi nivel muchísimo durante el año. He tenido una buena referencia con Richard como compañero. Cuando me mido con él, estoy al nivel o muy cerca. Me falta un poquito de consistencia, que eso viene con consistencia, pero a nivel absoluto estoy ahí. Esto me hace estar muy contento. El potencial está ahí, pero tenemos que empezar a ponerlo todo junto.
Estos meses has cumplido uno de esos sueños de todo piloto, el debutar en las 24h de Le Mans, ¿cómo de especial fue para ti?
Sí, súper especial. Creo que es la carrera más especial que he hecho en toda mi vida, diferente. Fue todo lo que me esperaba y más. Muy dura, larga, intensa… pero muy divertida. La verdad es que me encantaría volver a hacerla. Quisiera poder pelear por la victoria. Creo que hubiéramos estado cerca si no hubiéramos tenido el inconveniente al inicio. En general, muy positivo. Toda esta experiencia de resistencia me aporta muchísimo como piloto y eso me ayuda también en F2.
¿Qué fue lo que más te impactó de la carrera?
Creo que la salida. Yo fui el piloto que tomó la largada en el coche #9. Imaginaba que los rivales irían más tranquilos al inicio, dado que es una carrera de 24h ,pero parecía la última vuelta de una carrera de F2 (risas). Muchos accidentes, toques, pilotos yéndose recto en las chicane, pasando por encima de conos, etc. Esto me sorprendió mucho. Yo agarré un approach muy distinto, fui con cero riesgo, perdí algunas posiciones y mantuve el coche sin daños. Y creo que lo volvería a hacer, porque la mayoría de pilotos que se arriesgaron, terminaron perdiendo. Nosotros, en cambio, estábamos en una buena posición después de mis primeros tres relevos. Pero fue muy miedoso, las tres primeras vueltas fueron muy miedosas (risas).
¿Cómo se procesa que otro joven piloto haya perdido al vida en Spa en las últimas semanas?
Es muy triste. A mí me dio un poco el shock y cuando me enteré fue difícil de procesarlo. Parecía una pesadilla de nuevo. Para mí es muy raro, porque yo sé lo que los otros pilotos involucrados lo que están pasando. Yo estuve en esa posición y sé lo duro que es. Fue un fin de semana muy duro en Austria con esa noticia, para mí no fue fácil subirme al coche ese día y correr en F2.
¿Llegas a tener pesadillas con aquella tarde de agosto de 2019?
Rara vez. Rara vez. Ha pasado ya algún tiempo y tuve que superar eso en su momento. Hoy en día es más una memoria un poco lejana. Pero obviamente vivo con las consecuencias del accidente aún. Hasta el día de hoy aún tengo dolor, no puedo hacer muchas cosas y tengo limitaciones. Claramente la memoria sigue ahí, pero no es un problema.
Aún tienes que lidiar con las secuelas del accidente, ¿cómo lo conisgues?
Nunca estaré al 100%. Tengo una no sé cómo se dice, una discapacidad permanente en las piernas. No voy a volver a correr, salir a trotar, o hacer cosas de alto impacto. Tengo mucho dolor en los tobillos, especialmente en el derecho. Perdió el 80% de su movimiento. A eso me refiero cuando digo que tengo un recordatorio permanente del accidente: todos los días tengo dolor y es algo con lo que tengo que lidiar. Dentro del coche me siento al 100%, me siento bien. He logrado hacerle adaptaciones para estar cómodo y siento que eso no me quita nada de rendimiento cuando me pongo al volante.
¿Qué tipo de adaptaciones son?
Ángulo de los pedales, un poco la dureza, la firmeza del pedal del freno, que es un poquito más suave. Y lo largo del pedal del acelerador, que normalmente es de 5-8 cm y yo lo llevo a 3,5-4, mucho más corto. Esto requiere un poco más de sensibilidad y precisión, pero ya llevo algunos años con eso y tengo la precisión que necesito.
¿En algún momento durante esa durísima recuperación pensaste en dejar de luchar?
Sí… hubo momentos donde me cuestioné por qué estaba haciendo todo esto y si valía la pena pasar por todo ese dolor, de la recuperación rápida, de las cirugías… pero gracias a Dios continué con eso porque ahora es lo que me hace feliz, estar de vuelta aquí, correr, hacer lo que me gusta, poder competir, viajar y seguir buscando este sueño me llena la vida hoy por hoy. Creo que fue la decisión correcta: sacrificar todo eso para volver aquí.
-¿Qué era lo que te motivaba para pelear y seguir hacia delante?
Que ya había sacrificado tanto por esto que no quería echarlo a perder. No me veía haciendo nada más con mi vida. Tengo otras pasiones, cosas que me interesan, pero ninguna como el automovilismo. Siempre he querido ser feliz y hacer lo que me apasiona y esto es lo que me apasiona.
Si te hubieran dicho todo lo que ibas a pasar con esa pierna antes de la operación, ¿lo habrías hecho igualmente?
Creo que lo habría hecho igualmente porque quería correr de nuevo y creo que si me amputaban la pierna, no podría estar en esta posición hoy en día, en la F2 corriendo de nuevo. Pero por otro lado, por el lado de la recuperación y el dolor, quizás no lo hubiera hecho de nuevo (risas), fue muy duro.
¿Los dolores siguen siendo intensos o han disminuido?
Sí, son parecidos. Me he acostumbrado mucho. Obviamente, ha bajado el nivel de dolor muchísimo en los últimos años, pero... si una persona tuviera los dolores que tengo hoy en día, no se levantaría de la cama, pensarían que hay algo… que tienen algo roto. Solo que el cuerpo y la mente se acostumbran y yo logro hacer mi día a día sin problemas.
¿Cómo consigues gestionarlo?
No sé… no sé si es poder mental, o tener cierta perspectiva como la que tuve yo, donde me siento afortunado de tener dolor, de seguir vivo y tener la oportunidad de hacerlo, aunque no sea lo más cómodo. Entonces, para mí todo es perspectiva y siempre ver el lado positivo. Alguien me puede decir 'uf, no sé cómo puedes estar tan feliz si tienes todos estos problemas, y este dolor y no puedes hacer esto, esto y esto'. Y sí, pero puedo hacer todas estas otras cosas y mira la vida que tengo. Mucha gente daría todo lo que fuera por tener mi vida. Todo es cuestión de perspectiva.
Apenas unos días antes de aquel accidente, estabas subido por primera vez a un F1 de Alfa Romeo, ¿te quedaron bueno recuerdos de aquello o todo lo que vino después te borró de la cabeza esos recuerdos?
No, me quedaron muchos recuerdos. Fue muy especial, fue un día increíble con un coche increíble de conducir y me encantaría volver a hacerlo. Mucho orgullo y felicidad. Se sentía como la realización de la primera parte de mi sueño, que era llegar a F1. Y también aprendí mucho, fue muy interesante como piloto montarme en un coche de ese calibre, tan rápido. Creo que me ayudó mucho en ese momento para entender ciertas cosas del pilotaje. Además, trabajar con un equipo tan profesional, también fue muy interesante.
Cuando te pasa algo como lo que has sufrido tú, ¿cómo cambia la percepción de la vida?
Sí, te cambia la perspectiva de la vida bastante. Te hace crecer mucho. A mí me enseñó que hay más cosas en la vida que solo carreras. Me liberó en el sentido de que yo antes pensaba que si no llegaba a la F1, nunca estaría contento, como creo que la mayoría de jóvenes en esta categorías piensan. Y me di cuenta de que no, que llegar a la F1 es un sueño, es un objetivo, pero mi felicidad y el resto de mi vida no dependen de eso. Esto me da mucha libertad.
¿Qué te aporta ahora esa felicidad?
Todavía esto: correr, correr. Pero también encuentro felicidad en otras cosas: disfruto los pequeños momentos más que antes. Sí, estoy mas penitente de mi familia, de mis amigos, cosas de negocios que antes me interesaban, pero que nunca le di mucha importancia y ahora ha cambiado un poquito.
¿Cómo ves el futuro?
Interesante. Con oportunidades. No está claro qué haré el próximo año, pero creo que hay algunas buenas oportunidades. Yo estoy ahora tratando de concentrarme mes a mes y tratar de terminar la temporada de F2 positivamente. Obviamente, ya empezamos a pensar en la próxima temporada y lo que puede ser. Están las cartas de un año más de F2, ir a resistencia, quizás explorar una oportunidad en Indycar, no sabemos, pero sea lo que sea, todas las opciones me parecen muy interesantes y estoy emocionado con lo que venga.
¿Aún sueñas con la F1? O han cambiado?
(Duda durante varios segundos) Eh… no, sueño aún con F1. Sí. Sigue siendo la categoría que para mí fue la referente creciendo y cuando entré a este deporte eso era lo que quería hacer. Pero después del accidente ahora veo otras oportunidades que me motivan igual que la F1 como Indycar y la resistencia. Eran categorías que antes no les había prestado suficiente atención y hoy en día hasta ciertas cosas me gustan más que la F1. Vamos a ver, no digo que es imposible ir a la F1 hoy en día, pero he perdido muchos años con esto del accidente, mi carrera sufrió un vuelco total. Pero todo puede pasar. Podría ser, vamos a ver.
La resistencia vive ahora una nueva era dorada, con muchos fabricantes interesados e implicados en los hypercar.
Sí. Creo que en el automovilismo en general está en una época dorada. Indycar está creciendo muchísimo también. Hay muchas oportunidades, pero al mismo tiempo es muy difícil. Igual correr inclusive GT3 profesionalmente y ganar dinero es casi imposible hoy en día, es muy difícil entrar. Entonces, si puedo estar en unos años en una pista corriendo, llamar a ese mi trabajo y que me paguen por eso, para mí ya habré ganado. Ojalá lleguemos a ese punto.
Si tuvieses aquí delante a ese niño de Ecuador que comenzó en las carreras, ¿qué le dirías?
Eh…. Creo que nada, porque tuve siempre un buen apoyo en mi padre. Claramente lo que hice funcionó porque logré encontrar la motivación y la pasión por mi cuenta, nunca nadie me empujó a hacerlo. A mi padre le gustaba el automovilismo pero nunca quiso que hiciera esto, fui yo el que le empujé a que me apoyara. Le daría un abrazo y le diría 'mucha suerte y haz lo mismo que hiciste'. No cambiaría nada de mi carrera. Creo que todas las experiencias que tuve, lo bueno y lo malo, me llevaron a ser el piloto y la persona que soy hoy y no cambiaría nada.
Si miras a cinco años vista, ¿dónde te ves?
Creo que corriendo profesionalmente. Viviendo no sé dónde. Disfrutando, pasando tiempo con mi familia. Haciendo lo que me gusta, formando proyectos que no tengan nada que ver con las carreras. Disfrutando la vida, en resumen.