El compañero de Fernando Alonso se convierte en el saco de boxeo de la parrilla

Vuelve a estar en el punto de mira. La Fórmula 1, de repente, desentierra esa famosa etiqueta de 'hijo del jefe' que ha acompañado a Lance Stroll desde que debutó en la máxima categoría. El compañero de Fernando Alonso, al que se le ha asociado el cartel de enchufado y de piloto de pago por ser el hijo de Lawrence Stroll, mandamás de Aston Martin, vuelve a estar señalado tras un infantil accidente que provocó durante el Gran Premio de China.

El piloto canadiense, que no puntúa desde Australia, pudo haber evitado el choque. Le arruinó el domingo a Daniel Ricciardo porque no lo vio, y eso que lo tenía justo delante. No es que no frenó, es que se llevó puesto al australiano durante la resalida tras el coche de seguridad al final de la carrera. El castigo que se llevó fue más que merecido: una sanción de diez segundos, dos puntos menos en su licencia y otra carrera sin puntuar.

Stroll parece que está blindado en Aston Martin y que correrá vestido de verde hasta que su padre quiera, pero llama poderosamente la atención que, cuando le preguntan por su futuro, siembre dudas. "El tiempo dirá", contestó tras ser preguntado sobre si correrá junto a Alonso en 2025, tras reírse y dejar una tensa pausa de silencio. Su rendimiento este año está siendo flojo y tiene que espabilar. Ahora, sus compañeros de parrilla lo están usando como saco de boxeo.

Stroll se llevó a Ricciardo y arruinó su carrera. El australiano no pudo ser más transparente cuando vio su accidente repetido: ojos como platos sin dejar de asentir con la cabeza de forma irónica. Luego, estalló: "¿Ha dicho que es culpa mía? Estaba empezando a calmarme, pero esto me cabrea mucho. Es frustrante, lo que me hizo hervir la sangre es que vi su cámara 'on board' y ni siquiera me estaba mirando. No sé qué estaba haciendo, ni dónde tenía la cabeza. A ver qué dice, pero si va a por mí, entonces diré más".

Para echar más leña al fuego, el propio Stroll, lejos de disculparse con su compañero, se lució en caliente por radio nada más impactar con Ricciardo: "Ese idiota ha frenado de golpe, revisadme el alerón delantero, a ver si tengo daños". Al enterarse de la sanción recibida, tenía clarísimo que era injusta y trató de justificarse.

"Fue un efecto acordeón, alguien frenó en la parte delantera del pelotón, no sé quién. Y entonces todo el mundo se paró, el coche delante de mí se detuvo de 60 km/ a 0 km/h, por lo que fue uno de esos incidentes realmente estúpidos", explicó el canadiense. Daniel Ricciardo no fue el único piloto que criticó la acción del compañero de Alonso.

Max Verstappen representó a muchos aficionados. Al terminar la carrera, el neerlandés vio la acción repetida en la 'cooldown' room, esa sala donde se reúnen los tres pilotos que han subido al podio. El tricampeón parecía un niño viendo unos dibujos animados, riéndose y tapándose la boca, contemplando la torpeza de Stroll. Los compañeros no reaccionan así por gusto, sino porque son conscientes de que no es digna de un piloto de F1: el canadiense tenía tiempo de sobra para frenar y debería haber visto a Ricciardo, justo delante, a unos pocos metros.

Aston Martin, evidentemente, es el único que le defiende. Su acción no hay por donde cogerla. "Si alguien no hubiera pisado el freno delante, no habría habido ningún efecto acordeón, no habría habido ningún problema. Realmente creo que fue uno de esos incidentes estúpidos", argumentó el jefe de equipo de Stroll, Mike Krack.

Y van más allá: culpan del desastre a Carlos Sainz. "Creo que Lance fue un poco como el último eslabón de la cadena, creo que empezó delante con Sainz. Todos frenaron y todos fueron hacia la izquierda, como se puede ver en algunos coches de delante. También se puede ver que Daniel frena fuerte, el McLaren frena fuerte, y creo que Fernando también bloqueó ambas ruedas. En una situación como esa, pasa algo y estás fuera".

Krack añadió que al equipo le toca agachar la cabeza con el castigo de la FIA a su piloto: "Fue un poco rápido y me sorprendió un poco lo rápido que lo juzgaron. Adoptamos una visión más matizada, pero sí, esas son decisiones que toman y hay que aceptarlas". Stroll completó un flojo Gran Premio, mientras Aston Martin sigue echando de menos sus puntos.