Lewis Hamilton descubre la amargura de ser segundo plato: "Veo más fácil aprender italiano que subirme al podio"

Probar nuevas experiencias no siempre es satisfactorio. Lo desconocido atrae pero no tiene por qué salir bien. Lewis Hamilton ha sido considerado desde que debutó en Fórmula 1 como uno de los 'protegidos' de la Federación Internacional y de sus equipos. Con Fernando Alonso en Mclaren y con Nico Rosberg en Mercedes ya hubo luchas de poder que se saldaron de parte del británico.

Ahora, Hamilton vive la otra cara y, por primera vez en su carrera, descubre lo que es ser segundo plato. Ya no es la prioridad del equipo porque abandonará a final de año rumbo Ferrari y augura un último curso difícil en Mercedes: "Aprender italiano va a ser más fácil. En este momento, subir al podio este año es la menos probable de las dos cosas".

Su habitual catastrofismo ha salido a relucir cuando se ha visto superado en pista: "No creo que gane a George (Russell) en 'qualy' este año ni una vez". Por ahora, Hamilton ha estado por detrás en todas las clasificaciones menos en una y marcha doce puntos por detrás en el Mundial.

Mercedes priorizará al expiloto de Williams porque es su futuro. Su error de estrategia en el Principado tampoco ayuda a sosegar a Lewis: el equipo no le avisó por radio de que empujara en un momento crítico y terminó perdiendo posición con Max Verstappen.

La última polémica, el alerón que Mercedes introdujo en Mónaco solo para Russell. El heptcampeón no se calla y deja recaditos al equipo con el que ha conquistado seis Mundiales: "El equipo ha trabajado muy duro en la fábrica para lograr una mejora en las dos últimas carreras y también una mejora este fin de semana, pero sólo teníamos una, que es la que tiene George".

"Ya imaginaba que sería difícil superar a George, porque él tiene la pieza mejorada. Una vez que llegamos a la clasificación, ya sabía automáticamente que iba a perder dos décimas, algo que no entiendo. No piloto diferente, mis vueltas han sido geniales", lamentó tras ser más lento que Russell el sábado en Mónaco.

La escudería alemana ocultará información del monoplaza a Hamilton conforme avance la temporada pero, mientras, el famoso alerón está trayendo cola. Russell dice que a su compañero no le importaba que llevara la pieza: "Había solo un alerón delantero para el finde y el jueves quedamos en jugárnoslo a cara o cruz. Lewis dijo que lo había probado en el simulador y que veía bien que lo llevara yo", recoge PlanetF1.

Mientras, el heptacampeón se 'alegra' de contar con esta nueva pieza "para la próxima carrera". El equipo tiene un papelón y solo quiere paz en su box. La prioridad es terminar bien con una leyenda como Hamilton: "Como equipo, hemos demostrado hasta en los momentos más tensos entre compañeros que siempre intentamos ser transparentes y justos".

Toto Wolff, jefe de equipo, quiere que piloto favorito salga bien de la escudería: "Tenemos la misión de dar a los dos pilotos los mejores coches posibles y las mejores estrategias". Gestionar a dos pilotos en un garaje de Fórmula 1 es, a veces, misión imposible. Hamilton no suele ponerlo fácil tampoco.