Un médico de la F1 avisa: los golpes de calor como los de Catar no serán una excepción
La situación extrema que vivieron los pilotos en Losail ha levantado las alarmas y uno de los seis Delegados Médicos de la FIA habla con Relevo.

Lo vivido por la mayoría de la parrilla de Fórmula 1 en el pasado GP de Catar acaparó las miradas y las preocupaciones de aficionados y de los propios pilotos. Debido a las altas temperaturas que se dan en el país de Oriente Medio por estas fechas y las altas cargas aerodinámicas de buena parte de las 16 curvas del trazado de Losail se vieron escenas dramáticas de pilotos retirándose, otros tambaleándose al bajar de sus monoplazas e incluso algunos vomitando en el interior de sus cascos.
Tres de ellos acabaron en el centro médico (Stroll, Albon y Sargeant) y muchos se pronunciaron con preocupación después de sufrir para completar las 57 vueltas de la 17ª cita de la temporada, agotados por el esfuerzo físico y al borde del desmayo en algunos casos. Uno de ellos, Fernando Alonso, que a sus 42 años fue de los que menos sufrió en pista, pese a que también acabó algo deshidratado la carrera. "Quizás, como deporte, debemos pensar en tomar algunas medidas para el futuro si experimentamos estas temperaturas extremas de nuevo", deslizó.
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) se pronunció con celeridad el lunes siguiente y aseguró que trabajará con la F1 para "evitar que se repitan esas condiciones extremas, así como lo vivido por los pilotos durante el GP de Catar". El máximo organismo internacional ya ha iniciado un análisis de la situación, que culminará con una reunión de su Comisión Médica a finales de octubre en París.
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— Maura (@Str18ll) October 8, 2023
Allí estará el Dr. Pedro Luis Esteban, el único representante español entre los seis Delegados Médicos de la FIA para la Fórmula 1. Relevo habló con él antes del GP de EE UU para tratar de averiguar si se podía haber previsto una situación así y qué pueden hacer los expertos médicos de la federación para ayudar a evitar que vuelva a ocurrir.
"Lo que les pasó a los pilotos en Catar es parecido a lo que llamamos un golpe de calor: el hecho de estar sometido a temperaturas extremas durante un periodo de tiempo demasiado largo y que nuestro centro regulador de la temperatura sea incapaz de manejar esa temperatura tan elevada durante tanto tiempo. Esto provoca una alteración de todo nuestro sistema. Imaginemos llevar un vehículo a esas velocidades, que obliga a estar concentrado al máximo, hasta que llega un momento en el que no puedes mantener esa concentración. Y cómo físicamente, no solo mentalmente, te vas literalmente consumiendo mientras tu organismo lucha por mantener la temperatura estabilizada, regulada", explica el doctor a Relevo.
El médico español, que es uno de los responsables de coordinar desde Dirección de Carrera la respuesta médica con el equipo sanitario local ante incidentes, no solo en la F1, sino también de la F2 y la F3, asegura que es complicado prever una situación como la que vivieron los 20 protagonistas del Gran Circo en el circuito de Losail. Y advierte que con el cambio climático que está sufriendo la Tierra en las últimas décadas, no será tan excepcional presenciar condiciones como las que se vivieron en Catar.
"Probablemente ente los pilotos es una cosa sabida la cantidad de líquido que llegan a perder, cómo se llegan a deshidratar. También se han hecho estudios en comisarios, precisamente en Baréin, para ver cómo se deshidratan los que están sometidos a tantas horas al lado de la pista a esas temperaturas. Es un tema lo suficientemente importante que hablaremos de ello en la próxima Comisión Médica, que se celebrará el último fin de semana de octubre. No creo que se previera, pero las condiciones fueron tan extremas… que tenemos que adelantarnos a ello, porque con el panorama que tenemos de cambio climático y demás... y con estos pilotos a esas temperaturas durante tanto tiempo, hay que estar preparados para ello, sin duda", advierte.
¿Qué medidas puede tomar la FIA para evitar otro escenario similar?
Durante el GP de Catar, Logan Sargeant, piloto de Williams, se vio obligado a abandonar por agotamiento y una "deshidratación intensa". Aunque contó con el apoyo total de su ingeniero de pista, el estadounidense sufrió para llegar pilotando su coche hasta los boxes, demostrando la exigencia física de los actuales F1.
Cuando se le pregunta al Dr. Esteban cómo pueden los médicos de la FIA ayudar a los pilotos en casos como este, responde: "Al mantener la comunicación con dirección de carrera, si algún piloto en algún momento tiene algún problema, lo comunica y él nos lo haría saber. Pero en ese sentido, somos más reactivos que proactivos, y este es un tema interesante del que hablaremos en la próxima comisión médica".
"Los pilotos de F1 llevan en el guante de la mano izquierda sensores de frecuencia cardíaca y de temperatura [desde 2018]. Esa información la recibe el médico que está en el coche médico y hay unos parámetros que te avisan si las frecuencias están por encima de lo normal, que ya de por sí son altas y mantenidas en el tiempo. De esta manera, estamos preparados para actuar en caso de necesidad", añade.
Ahora, la pregunta es ¿qué medidas puede tomar la Comisión Médica de la FIA en conjunto con los diferentes estamentos de la Federación y la propia F1 para cuidar aún más de la salud de los pilotos mientras compiten?

"El margen de maniobra probablemente no sea grande, ya que no es un entorno controlado, porque pilotan en exteriores. ¿Modificar horario? Desconozco si se puede hacer. Son tantos factores que escapan al control puramente médico. Pero, como mínimo, hay que ser conscientes de que puede llegar a pasar", asegura.
"No sé si se podrían hacer pausas, como vimos en el Mundial de fútbol de Catar, o en el rugby, que a según qué temperaturas es obligatorio parar durante varios minutos. Pero es que nuestro deporte es muy diferente. Eso sí, algo habrá que hacer. Como mínimo, ser conscientes de que las temperaturas van a aumentar y estas someterán a los cuerpos de los pilotos a más estrés, eso es seguro", insiste el traumatólogo catalán sobre lo que la tendencia del aumento de los termómetros puede provocar en la F1.
Es cierto que el GP de Catar repetirá en 2024, pero también lo hará en una fecha posterior a la de este 2023 (1 de diciembre), cuando las temperaturas rondan los 23-26ºC de máxima. La FIA tiene en sus manos ahora seguir mejorando no solo la seguridad, en lo que ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años gracias a un trabajo brillante de sus equipos multidisciplinares, sino también las condiciones en las que compiten sus pilotos.
Algunas opciones que podrían valorar pasarían por dirigir mayor flujo de aire a la cabina (que puede alcanzar los 50ºC en según qué situaciones) o ajustes en el calendario, aunque esto último es más complejo, dado que también depende de los intereses comerciales de Liberty Media y los promotores de los eventos. Lo que está claro es que todo el equipo médico de la F1 está dispuesto a dar un paso adelante.