FÓRMULA 1

Los números hablan tras la salida de Binotto de Ferrari: falta de confianza y algunos fiascos

Su salida se produce después de una temporada en la que fueron subcampeones tras cuatro victorias. ¿Cómo lo hicieron sus predecesores?

Charles Leclerc y Mattia Binotto, en el GP de Abu Dhabi 2022 de F1. /Ferrari
Charles Leclerc y Mattia Binotto, en el GP de Abu Dhabi 2022 de F1. Ferrari
Sergio Lillo

Sergio Lillo

La vida en Ferrari puede parecer de color de rosa, pero dista mucho de ser un cuento de hadas. La máxima exigencia hacia el equipo italiano, el único que ha disputado todas las temporadas de la historia de la Fórmula 1, hace que sus directivos estén siempre en el punto de mira y se cuestione cada movimiento en falso, incluso aunque sea acertado. La dimisión de Mattia Binotto, forzada por las circunstancias de la temporada 2022, hace que nos preguntemos, ¿tan mal papel ha desempeñado desde que se hiciera cargo del equipo en 2019?

El italo suizo llegó al puesto de jefe de equipo, o team principal, a principios de la temporada 2019, cuando la cúpula de Ferrari le ascendió en sustitución del 'sargento de hierro' Maurizio Arrivabene, ex directivo de Marlboro. Todo había quedado establecido por Sergio Marchionne, presidente de Ferrari que falleció en julio de 2018. Binotto llegaba así a la cúpula del equipo en el que llevaba trabajando desde 1995, cuando entró como ingeniero de motores, y del que había sido director técnico los dos últimos años.

"Lo más importante que hemos tomado en consideración es preservar la continuidad técnica del departamento de competición de Ferrari. Poder contar con la importante competencia de Mattia Binotto es fundamental para construir un equipo sólido", comentó entonces Piero Ferrari, vicepresidente de la empresa e hijo de su fundador.

Cuatro temporadas después, Binotto se marchará (el 31 de diciembre) con la seguridad de haber logrado parte de la misión que se le encargó, a falta del paso final: devolver a Ferrari a lo más alto de la parrilla. El inicio de este 2022, donde ganaron dos de las tres primeras carreras, y el subcampeonato que se han llevado a casa son prueba de que el equipo italiano vuelve a estar peleando entre los mejores. Pero una serie de malas decisiones estratégicas, falta de fiabilidad en el propulsor V6 híbrido y una relación con Charles Leclerc deteriorada le han dado la puntilla final.

En las cuatro campañas con Binotto al frente, la Scuderia ha logrado siete victorias en 82 carreras (8,54%), ha sumado dos subcampeonatos, 47 podios (57,3%) y dos dobletes (Singapur 2017 y Bahrein 2022). Si ponemos esto encima de la balanza, respecto a los anteriores cuatro jefes de equipo de Ferrari, empezando por la era dorada de Jean Todt, encontramos una comparativa interesante.

Los últimos jefes de equipo de Ferrari en F1, cara a cara

  • Jean Todt: 41,5% de victorias y 104% de podios
  • Stefano Domenicali: 17,4% de victorias y 65,2% de podios
  • Marco Mattiacci: 0 victorias y 12,5% de podios
  • Maurizio Arrivabene: 17,3% de victorias y 86,4% de podios
  • Mattia Binotto: 8,54% de victorias y 57,3% de podios

Si nos fijamos en el porcentaje de victorias y en el de podios por carreras en las que ha dirigido al equipo, Binotto es el que peor tiene de los cuatro team manager que gestionaron Ferrari al menos una temporada completa (Mattiacci llegó en la cuarta carrera de 2014 y se marchó al final del año) en ambos valores. Además, su última victoria data del GP de Austria, hace casi cinco meses. El único que registró peor cifra de triunfos en su recta final fue Domenicali, que solo sumó dos en sus últimas 22 carreras entre 2013 y 2014. De hecho, el actual CEO de la F1 dirigía Ferrari en la última victoria, por ahora, de la historia de Fernando Alonso en la categoría, y pasó 12 meses sin ganar antes de su adiós a Maranello.

Si se mira más allá de Ferrari, hay una tendencia preocupante con símiles futbolísticos. La escudería italiana es la que más jefes de equipo acumula en los últimos tiempos. De hecho, ha contado con cuatro diferentes en los últimos ocho años, nada menos... Esto hace equiparable la máxima de que cuando algo falla, lo más fácil es cambiar al "entrenador". Por el contrario, sus más directos rivales han apostado en gran medida por la continuidad de sus máximos responsables. Así, Christian Horner lleva liderando el proyecto de Red Bull desde que en 2005 compraron el equipo Jaguar, y Toto Wolff ha estado al frente de Mercedes desde 2013, capitaneando la racha más exitosa de la historia de la F1 para un equipo.

Sebastian Vettel y Mattia Binoto, en el GP de Abu Dhabi de F1 2022.  Ferrari
Sebastian Vettel y Mattia Binoto, en el GP de Abu Dhabi de F1 2022. Ferrari

Los entresijos políticos que afectan a Ferrari desde el principio de los tiempos hacen realmente complicada la tarea de dirigir el equipo. A las presiones de las más altas instancias, como John Elkann, actual presidente de Ferrari, que ya deslizó en varias ocasiones este año que no le valía con el segundo puesto, se suman las de la prensa italiana -que considera al equipo de Maranello un asunto de estado- y las de Charles Leclerc. El piloto monegasco no ha encajado con buen talante algunas decisiones durante este 2022 y se ha quejado públicamente de los errores estratégicos de la Scuderia. El aislamiento de Binotto parece haber ido acrecentándose tras la salida de Louis Camilleri como CEO de Ferrari en 2020, quien llevó a buen puerto el plan de Marchionne, que veía a Binotto como el hombre tranquilo y de la casa para liderar el equipo de F1. Casi cuatro años después desde las altas esferas ya no lo ven igual.

Binotto fue capaz de dirigir un equipo que tras el acuerdo confidencial con la FIA por la polémica de los motores en 2019, cayó al sexto puesto en el campeonato de constructores, pero que ha sido capaz de volver al top 3 del campeonato en las siguientes dos temporadas. Pero en Ferrari solo vale ganar y, aunque Binotto ha tratado con todo su tesón desempeñar el papel de guía técnico dentro de Maranello y de gestor del equipo en los circuitos, el tiempo se le ha echado encima. El invierno sin títulos dura ya 14 temporadas y solo hay un periodo antes en la historia de la F1 en el que Ferrari estuviese más años sin ser campeón: de 1983 a 1999 (de 1979 a 2000 si hablamos del título de pilotos y del de Raikkonen en 2007 ya han pasado 15 años). El sustituto, sea quien sea, no lo va a tener nada, nada fácil.