Red Bull se convierte en "una guardería"... y Mercedes intenta quitarles a Max Verstappen

Mercedes sueña con fichar a Max Verstappen. Toto Wolff aprovecha cada atisbo de turbulencia en Red Bull para tratar de birlarle al campeón del mundo. El neerlandés está harto y solo quiere ser el más rápido: preguntado en la rueda de prensa previa al Gran Premio de Austria con insistencia sobre su futuro, respondió enfadado que ya están trabajando en coche del año que viene.

El jefe de Mercedes no cesa en sus intentonas porque sabe que el equipo austriaco, que ya ha superado el culebrón de su jefe de equipo, se ha convertido en "una guardería". El padre de Verstappen y el jefe de equipo Christian Horner han roto relaciones después de que el segundo haya boicoteado al primero no dejándole correr en una exhibición de coches históricos de Red Bull.

Ha asegurado que se trata de un "berrinche infantil" y que está "harto" del jefe de su hijo Max."Cómo puedes ser tan infantil", dijo Jos al enterarse de las intenciones de Horner. Su particular telenovela sigue: "Había un rodaje, con un dron, pero Horner no quería que yo apareciera. Paso de él, esto es como una guardería, es infantil lo que hace y creo que dice mucho de él".

El festival del que hablan es el Red Bull Legends Parade, que tendrá lugar este fin de semana en el Red Bull Ring, donde iba a pilotar el padre de Verstappen el RB8 de Vettel de 2012 como parte del GP de Austria. Viendo el runrún, Mercedes quiere llevarse a Verstappen y Toto Wolff le tira los trastos cada vez que puede.

"Se ha hecho mucho ruido sobre su intención de irse a otro lugar. Creo que Max fue bastante claro en lo que dijo el jueves. Siempre ha sido absolutamente coherente con este tema con el equipo. Creo es puramente una táctica de distracción. Si Toto (Wolff) quiere un Verstappen para el próximo año, ¡supongo que Jos está potencialmente disponible!", le contestó Horner.