FÓRMULA 1

El restaurante indio que baja al barro el elitismo de la Fórmula 1: "Checo Pérez se come los chiles a bocados"

Khushboo, ubicado al lado de la fábrica de Mercedes, ejerce de lugar de reunión de pilotos, ingenieros y periodistas del Gran Circo en un ambiente alejado del lujo y la exclusividad.

Entrada del restaurante Khushboo, ubicado en Brackley, muy cerca de la fábrica de Mercedes./DAVID MORENO
Entrada del restaurante Khushboo, ubicado en Brackley, muy cerca de la fábrica de Mercedes. DAVID MORENO
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Un establecimiento de andar por casa. Con una decoración correcta y poco esmerada. Sin precios desorbitados y muy competitivos. Suena a cotidianeidad para una persona de a pie, pero es realmente complicado de encontrar en la Fórmula 1, un mundo que se refugia constantemente en el lujo y se ampara en lo artificial.

A pesar de no contar con esa exclusividad innata del mundillo, su encanto ha logrado enamorar a pilotos, periodistas e ingenieros. Los motivos por lo que el restaurante indio Khushboo es único en el Gran Circo son infinitos. Su privilegiada ubicación es el primero: se encuentra a cinco minutos andando de la fábrica del equipo Mercedes, en Brackley, muy cerca de la de Alpine, situada en Enstone, y algo más lejos de la de Aston Martin. 

Checo Pérez, durmiendo la siesta antes de coger su avión de vuelta a México. X
Checo Pérez, durmiendo la siesta antes de coger su avión de vuelta a México. X

Precisamente desde Silverstone llegan muchos visitantes. La cercanía de todos estos templos de la Fórmula 1 cocina la magia de este local regentado por Basil, un confeso fanático de Fernando Alonso. Ingenieros de las tres escuderías mencionadas se congregan en Khushboo cuando terminan sus jornadas de trabajo en las fábricas para contarse sus batallitas o, simplemente, desconectar con comida picante y una generosa cerveza.

A la gran colonia de cerca de veinte ingenieros españoles de Aston Martin les encanta. De alguna forma, en este templo en forma de restaurante, se empieza a cocinar todo ese ruido que engancha a los aficionados de la Fórmula 1 en pretemporada. En un lugar muy poco Fórmula 1 emergen las primeras conversaciones que dan lugar a esos rumores que, no siempre con acierto, pronostican qué coche va a ser más rápido.

Un mural para pilotos, periodistas e ingenieros

Allí se maneja información privilegiada sobre los trabajos vitales en los inviernos en las fábricas. Los pilotos también aman el local de Basil, un gran seguidor de las carreras. La lista de personalidades que han comido o cenado allí es interminable y, no solo lo visitan cuando se disputa el Gran Premio de Silverstone, también durante otras épocas de año.

Dani Juncadella, piloto de simulador de Aston Martin, Mick Schumacher, expiloto de Haas, Albert Fabrega, reportero de ESPN, David Crofty, narrador para Sky Sports y voz de la Fórmula 1 en el Reino Unido, Jolyon Palmer, expiloto de Fórmula 1 y analista, Checo Pérez, piloto de Red Bull hasta hace unos meses, acompañado en ocasiones de su padre, etc.

Checo Pérez, junto a su padre en Khushboo. X
Checo Pérez, junto a su padre en Khushboo. X

De hecho, el mexicano es un habitual en el restaurante, en parte por la magia de su comida picante. Su figura acapara las humildes redes sociales del establecimiento, que cuentan con pocos seguidores y con muchas imágenes y videos del mexicano. "Es el restaurante favorito de Checo, va mucho y se come los chiles a bocados", relata un cliente a este medio. Algunas fotos datan del año 2012 y otras lo han llegado a cazar haciendo la siesta.

La decoración es otro de sus encantos. Conviene apreciar cada detalle, entre tanta firma y cuadro que hace las delicias de los forofos de las carreras. Precisamente, el never give up (nunca te rindas) escrito por Pérez encabeza un mural gigante donde hay textos en todos los idiomas. A su izquierda se encuentra la firma de Mick Schumacher y en la esquina superior izquierda, la de Dani Juncadella, entre otros ilustres.

Mural de firmas y dedicatorias en Khushboo. DAVID MORENO
Mural de firmas y dedicatorias en Khushboo. DAVID MORENO

Un cuadro de un Lotus vintage, proporcionado por la escudería, otro de un Williams con franjas blancas y negras, uno de un monoplaza de Force India o la enorme bandera de México ubicada en el techo adornan este templo que respira Fórmula 1 entre conversaciones con cerveza y platos de pollo con picante.