FÓRMULA 1

La niña que soñaba con Harry Potter y el West Ham y se convirtió en una de las mejores ingenieras de la F1

Ruth Buscombe es una de las jefas de estrategia más reputadas de la Fórmula 1 actual y ha querido compartir con Relevo su historia.

Ruth Buscombe, ingeniera jefa de estrategia de Sauber F1, durante un Gran Premio de 2023. /Alfa Romeo Sauber
Ruth Buscombe, ingeniera jefa de estrategia de Sauber F1, durante un Gran Premio de 2023. Alfa Romeo Sauber
Sergio Lillo

Sergio Lillo

En las noches lluviosas del Londres de los años noventa, cuando al otro lado de la ventana apenas se vislumbraban gotas resbalando por los fríos cristales y las farolas apenas iluminaban la oscuridad, millones de niños y niñas soñaban con despertar y que la carta de acceso a una escuela de magia hubiese caído en sus buzones. La fiebre de Harry Potter, la saga creada por la escritora JK Rowling, ya había calado hondo y los sueños de Ruth Buscombe (Londres, 1989) se deslizaban en ese mundo de fantasía. Ahora, 20 años después, es una de las grandes ingenieras de la Fórmula 1.

En la televisión de su casa, en el East End de la capital británica, siempre se podían ver las carreras de la F1. Sin excepción. Su padre -médico, como su madre- era y es un verdadero fan de McLaren, orgullo british, que en aquellos años casi siempre estuvo en la pelea por los títulos. Ruth, la mayor de dos hermanos, prefería el fútbol y los partidos de su West Ham United, pero "nunca conseguía el mando a distancia porque él era más grande que yo y no lo soltaba", recuerda en conversación con Relevo en el paddock de Zandvoort. Como no podía ser de otra manera, a base de que los grandes premios conformasen el tejido de vivencias de su infancia, acabó enamorándose de los monoplazas que volaban a ras de suelo por circuitos de medio mundo.

Su niñez transcurrió entre el colegio, los partidos de fútbol como aficionada de los Hammers (apelativo por el que se conoce al West Ham) y los suyos con amigos, los deberes extra de matemáticas que pedía a sus padres -"para poder ir por delante en clase"- y muchos aviones con la etiqueta del oso Paddington, porque su padre trabajaba habitualmente fuera de Reino Unido. Aquellos años la marcaron para siempre.

El primer recuerdo del deporte motor se entremezcla con los cientos de carreras que se escuchaban y se visualizaban en el salón de su casa. Pero Buscombe sí consigue señalar uno de los grandes momentos que vivió como aficionada y que se quedó para siempre con ella. "El motor siempre ha sido omnipresente en mi vida. Pero creo que el primer momento en el que estuve realmente volcada en el resultado fue el Mundial de 2008 con Lewis [Hamilton]. Lo sentí como el momento de toda una vida para una aficionada y fue la primera vez que sentí un gran apego emocional, tanto en 2007, como en 2008", rememora.

Ruth Buscombe, en una parrilla de la temporada 2023.  Alfa Romeo Sauber
Ruth Buscombe, en una parrilla de la temporada 2023. Alfa Romeo Sauber

Pero cuando cumplió los 11 y aquella carta de Hogwarts finalmente no llegó -"habría sido Gryffindor con toques de Slytherin, por si te lo preguntas", dice entre risas contagiosas-, se enteró de que en la F1 había gente que trabajaba aplicando las matemáticas, la asignatura que mejor se le daba. "Lo que me inspiró fue esa mezcla de matemáticas y deporte, que eran las dos cosas que más me apasionaban. Sí, era una niña rara, no muy normal, y esto aumentó aún más cuando empecé a buscar qué estudios universitarios cursaba la gente de la F1", reconoce. Sus padres le dieron un consejo: "Haz lo que tu corazón te diga, pero mejor que no seas médico".

Y, de manera inevitable, como si lo llevase escrito en el ADN, como su afición por el West Ham, sus pasos la llevaron a Cambridge después de informarse que directores técnicos de la talla de James Allison y Paddy Lowe habían estudiado allí. "Fue una decisión fácil, ya que es la mejor del mundo, bueno, al menos en Reino Unido. Lograrlo implicó mucho trabajo duro, pero lo conseguí. Si hablas con alguien de Oxford y te dicen que son los mejores en ingeniería, mienten. No les escuches (risas)", comenta con ese toque de humor tan particular que la caracteriza.

Un accidente que estuvo a punto de cambiarlo todo

Las ilusiones, su grandes amigas universitarias y sus primeros acercamientos al mundo real de la F1 estuvieron cerca de detenerse sin retorno. Buscombe sufrió un accidente de coche en el que estuvo a punto de morir y que la llevó a estar varios meses ingresada. Pero incluso en una situación de vida y muerte como esa, los recuerdos de esta británica adquieren una tonalidad de humor y pinceladas de sonrisas.

"Todo el mundo dice que cuando tienes una experiencia cercana a la muerte, tu vida pasa delante de tus ojos a gran velocidad. Y en mi caso tengo un recuerdo de que mi último pensamiento antes de estar a punto de morir fue un crossover con la F1, cómo no. Recuerdo que en un programa de Top Gear, Lewis [Hamilton] describía su accidente en China 2007 y decía que antes del gran golpe, mientras volaba por el aire y pensaba que el aterrizaje iba a doler mucho, el hecho de volar era bastante divertido. Y eso me pasó, que en ese momento que iba volando pensé 'Oh, Lewis tenía razón'... y luego todo se volvió negro durante unos meses. Mi madre me decía 'Cariño, ¿pensaste en algún momento en nosotros y en tu familia?' Y yo le respondí: 'No, en Top Gear'. Así que sí, obsesionada con la F1 desde el primer día", confiesa con media sonrisa.

Pero la joven estudiante británica consiguió salir adelante y empezó a trabajar con nombres relacionados con la F1 mientras estudiaba aún su carrera en ingeniería aeroespacial y aerotérmica. Tony Purnell (ex jefe de equipo de Jaguar Racing) o Charlie Whiting (difunto ex director de carrera de la FIA y quien supervisó la tesis de su Máster, basada en la activación del DRS (sistema para reducir la resistencia al avance del alerón trasero de un monoplaza). "Mis sueños de Disneyland se habían empezado a cumplir ya en la Universidad al ser parte, en cierto sentido, de ese mundo con el que siempre había soñado", dice.

Y nada más acabar la Universidad, graduada con Matrícula de Honor, empezó su andadura profesional en la F1, en el verano de 2012. Nada más y nada menos que en Ferrari, el equipo más laureado de la historia, como ingeniera de simulador. "Supuso un gran honor trabajar en Ferrari. Todo lo que diga no será suficiente de lo que aprendí en ese lugar histórico. Empecé escribiendo modelos para el simulador, dando vueltas con él, pero me mareaba con el movimiento, como le pasaba en su día a Michael Schumacher [siete veces campeón del mundo de F1]. Me dijeron que no era algo de lo que debería avergonzarme, pero está claro que no nací para ser ingeniera de simulación y me pasión siempre fue la estrategia", cuenta.

En 2013 le llegó la oportunidad de entrar a formar parte del equipo de estrategas desde la fábrica de la escudería para el coche de Felipe Massa. Los primeros compases de un camino que la llevaría a convertirse en ingeniera jefa de estrategia, primero en Haas (2015) y luego en Sauber F1, donde continúa al mando desde 2016, solo cuatro años después de graduarse. En el camino pudo trabajar con pilotos campeones del mundo del calibre de Fernando Alonso (en sus tres últimas temporadas en Maranello) o Kimi Raikkonen y con ingenieros de máximo nivel como Rory Byrne.

Ruth Buscombe, ingeniera jefa de estrategia en Alfa Romeo Sauber F1, junto a Alessandro Alunni Bravi, jefe de equipo.  Alfa Romeo Sauber
Ruth Buscombe, ingeniera jefa de estrategia en Alfa Romeo Sauber F1, junto a Alessandro Alunni Bravi, jefe de equipo. Alfa Romeo Sauber

"La de Sauber ha sido una oportunidad fantástica en un gran equipo de tener más responsabilidad y construir, de alguna manera, algo desde cero, de crecer junto al equipo. He pasado los años más transformadores de mi carrera aquí y ver cómo está creciendo todo a nuestro alrededor es genial", reconoce.

El día a día de Buscombe difiere mucho si es en fin de semana de carreras o no, pero, simplificándolo, se basa en revisar millones de datos (de ritmos en clasificación, carrera, actualizaciones del coche, piezas aún en desarrollo, estrategia...) con el objetivo de "predecir algo que de hecho es impredecible, un poquito mejor que los otros nueve equipos, porque todos nos terminamos equivocando". "La clave es intentar equivocarte lo menos posible a la hora de predecir el futuro, de lograr el mejor plan, de optimizar el objetivo del equipo para cada día y momento", añade.

La presión, "un privilegio"

Cuando se le pregunta cómo logra gestionar la presión de ser el centro de las miradas y las comunicaciones internas del equipo durante las carreras, responde con otra sonrisa y una frase relacionada con el deporte: "Bueno, creo que esta es una frase de Kobe Bryant [estrella de la NBA]: "Cuanto antes aceptes que la presión es parte del deporte de igual modo que respirar es parte de al vida, mejor". Al final, sabes que si has hecho los deberes y has entrenado para estar listo para rendir, las cosas salen. Por eso estamos aquí, por eso no vemos a nuestras familias, nos acostamos tarde, nos perdemos esos pequeños momentos, para tener la oportunidad de contribuir al éxito del equipo en los grandes premios. Es lo que amamos y disfrutamos. Y vemos la presión como un privilegio, porque implica que alguien espera algo de ti. Se lo digo a los pilotos muy a menudo".

Buscombe intenta compaginar su día a día en las carreras y en el deporte más tecnificado del mundo con el resto de sus pasiones: pasar tiempo con su gente y sus perros, leer y hacer deporte. No es extraño verla salir a correr por el circuito o sus alrededores, o que se meta una intensa sesión de gimnasio en el poco tiempo libre que le queda. No se suele perder los grandes eventos, como el Mundial femenino, donde, lamenta, España derrotó a Inglaterra en la final: "En mi tiempo libre me traumatizo con otros deportes, como vernos perder el Mundial. Pero os ganaremos la próxima vez". El último libro que se ha terminado Steve Kerr: a live, la biografía del entrenador del equipo de la NBA Golden State Warriors.

Un referente femenino y mucho más

La presencia de Buscombe en el muro del pitlane no es una anomalía, otras compañeras de profesión y cargo, como Hannah Schmitz (Red Bull), Bernardette Collins (ex Aston Martin) o Rosie Wait (Mercedes-AMG), siguen abriendo camino en un mundo que cada vez es más inclusivo, ofrece el mismo tipo de posibilidades a los y las profesionales y cambia el rumbo del mensaje que durante muchos años transmitió.

"Ahora es un lugar muy diferente que cuando yo comencé. Pero no solo en términos femeninos, también de inclusividad de personas de diferentes contextos y procedencias. Es un espacio más inclusivo y se está moviendo en la dirección correcta. Siempre he dicho, que cuanto más amplíes tus miras, más opciones de conseguir a los y las mejores en su campo a nivel mundial. Hay que celebrar que por delante tenemos un futuro más igualitario y esto coincide con un pico de popularidad y económico enorme", afirma.

"El Mundial de fútbol creo que es un gran ejemplo, que cuando ves una final y la disfrutas, ya no estés viendo fútbol femenino, sino simplemente fútbol. Y es ahí donde queremos estar, que simplemente veamos Fórmula 1".

La piloto Tatiana Calderón y Ruth Buscombe en una imagen de archivo.  Alfa Romeo Sauber
La piloto Tatiana Calderón y Ruth Buscombe en una imagen de archivo. Alfa Romeo Sauber

A la pregunta de qué implica para ella trabajar con la asociación Dare to be different, que busca promover el deporte motor entre las más pequeñas, responde: "Es una gran responsabilidad y un gran honor. Siempre quise ganar muchos mundiales como Ross Brawn, pero cuando te vas haciendo mayor te das cuenta de que hay cosas mucho más importantes en al vida, o al menos igual de importantes. Si puedo hacer que tengamos una flotilla de mujeres que vengan de diferentes entornos, como fue mi caso, de diferentes lugares, sería genial".

-¿Y qué le dirías a esa pequeña Ruth que soñaba con Harry Potter y con coches de carreras?

-Le diría que no se rindiera nunca. Que los muros de ladrillo están ahí para detener a otras personas, para demostrarnos cuánto queremos lograrlo, para mantener a todos los demás fuera. Y que los 'noes', los momentos difíciles, las decepciones y los fracasos llegarán, que son parte de la vida y son oportunidades para crecer y demostrar lo mucho que queremos algo.