Verstappen se sienta en la mesa de las leyendas

Hay un chico nuevo en el olimpo de la Fórmula 1. Max Verstappen, 25 años recién cumplidos, ha certificado este domingo en Suzuka su segundo título mundial, los mismos que Hakkinen, Fitipaldi o Alonso. También ha igualado al asturiano con su victoria número 32, una más una más que Mansell, otras tantas por encima de Stewart, Lauda y Fangio.

La realidad es que Mad Maxya ha entrado en el club de los mejores. En títulos, el neerlandés solo tiene por delante a diez pilotos: Jack Brabham, Jackie Stewart, Niki Lauda, Nelson Piquet y Arton Senna con tres; Sebastian Vettel y Alain Prost con cuatro; Juan Manuel Fangio con cinco; y Lewis Hamilton y Michael Schumacher con siete.

Si atendemos a la cifra de victorias, los rivales por batir se reducen a la mitad: cinco. El más inmediato es Senna, con 41 triunfos. Por delante, Prost (51), Vettel (53), Schumacher (91) y Hamilton (103) podrían ser alcanzables, pero a muy largo plazo.

No obstante, Verstappen ha ganado el 20% de Grandes Premios que ha disputado en el Gran Circo, uno de los mejores 12 pilotos de la historia en cuestión de efectividad. En activo, solo Hamilton tiene mejores cifras (33%). Por detrás, Vettel (18%), Alonso (9%), Leclerc (5%) y compañía.

Con su segunda corona en el bolsillo, el insaciable piloto de RedBull todavía tiene varios retos por delante. Y muchos de ellos, mirándose al espejo.

Atendiendo a su temporada de 2021, esa en la que consiguió el primer título, Mad Max tiene margen de mejora. Si bien ya ha conseguido más victorias (12) que en todo el curso anterior (10), el neerlandés superaría su propia marca con 31 puntos más en lo que resta de curso.

Para ello, le valdría con terminar sexto o mejor en las cuatro carreras restantes, algo que, salvo debacle, parece asequible. No contento con ello, Verstappen aplastaría la marca de Hamilton, techo histórico con 413 puntos, si se sube al podio en las cuatro pruebas que quedan. Bendita locura. Y solo acaba de empezar.