Así fue la 32 de Fernando Alonso hace 10 años: Montmeló entregado y con el título en mente
El último triunfo del piloto asturiano en la F1 se remonta al GP de España de 2013, con Ferrari, y diez años después sueña con la 33.
Existen últimas veces que nunca pensaste que lo serían. Igual que las primeras, estas también dejan un sabor agridulce: el del triunfo peleado y el del recuerdo de lo que fue y parece que no quiere volver. La última vez que Fernando Alonso se llevó una victoria en la Fórmula 1 fue en el Gran Premio de España de aquel 2013 en el que Sebastian Vettel y Red Bull completaron su póker glorioso de títulos. Mucho antes siquiera de que existieran todas las cábalas de la 33, antes de que el rojo cambiara por el verde, pero después de que el Gran Circo ya le debiera alguna al español.
Siete temporadas de F1 después y tras dos años (2019-2020) fuera del Gran Circo explorando otras disciplinas como la IndyCar, las 24 horas de Le Mans o el Rally Dakar, el contador del bicampeón del mundo asturiano sigue en 32 triunfos. Aunque el despegue de Aston Martin, su nueva casa, es tendencia desde febrero, y pese a que acumulan cuatro podios juntos, el triunfo se les resiste.
Pero, ¿cómo fue aquella última tarde de gloria ante unas gradas del Circuit de Barcelona-Catalunya rendidas al héroe local?
La Fórmula 1 llegó a la quinta cita de la temporada 2013 con algunas sorpresas. En la clasificación general, mandaba el vigente campeón del mundo, Sebastian Vettel, que quería seguir ampliando sus registros con su cuarto título consecutivo. Pero era Kimi Raikkonen quien acechaba, a solo 10 puntos y con Lotus, su liderato. Lewis Hamilton, en su primera temporada con Mercedes, y el propio Alonso, en su cuarto año vestido de rojo Ferrari, les seguían a 28 y 30 puntos, respectivamente.
En Montmeló, Nico Rosberg logró la tercera pole position consecutiva para un Mercedes que comenzaba a alzar el vuelo tras sus años de transición después del título de Brawn GP en 2009 y Lewis Hamilton le acompañó en la primera línea. Aún todo eran sonrisas en Brackley. Los duelos encarnizados que protagonizarían ambos al volante de las flechas de plata estaban en el horizonte.
Fernando Alonso clasificó quinto, a medio segundo del alemán, pero cuando las luces de los semáforos se apagaron en la recta de meta del circuito catalán y las gradas comenzaron a rugir al mismo ritmo que los chirriantes motores V8, cual corazones sincronizados, ejecutó uno de sus trucos de prestidigitador. El de Oviedo completó una de sus salidas magistrales con el Ferrari F138 y se preparó durante la primera frenada no uno, sino dos adelantamientos por el exterior de la curva 3 (una de las más complicadas del trazado). Las víctimas fueron Raikkonen y Hamilton.
Vídeo resumen del GP de España 2013 de F1
Una jugada acertada de Ferrari al pararle en la vuelta 9 le hizo superar a Sebastian Vettel cuando este salía de boxes un giro después. De hecho, a punto estuvo de adelantar también al líder virtual, Rosberg. Pero el alemán no se le resistió mucho más y la grada teñida de rosso rugió con su movimiento a final de recta dos giros más tarde. A partir de ahí, el español impuso un ritmo imparable y logró hacer funcionar la estrategia a tres paradas para apuntarse su 32ª victoria en F1 y convertirse en el primer y aún único piloto en ganar en Barcelona después de partir desde más atrás de la segunda fila de parrilla.
Cuando Alonso cruzó la bandera a cuadros, con medio equipo Ferrari encaramado a la valla, la explosión de júbilo colectivo se apoderó de cada una de las esquinas del circuito barcelonés, que se unieron en una celebración espontánea, vibrante y entregada. Era la segunda vez que el héroe local ganaba en casa después de aquella de su 2006 de campeón con el azul y amarillo de Renault. Entonces, la hinchada era azul astur. En esta ocasión había cambiado de colores, pero no de ídolo.
El piloto ovetense culminó el festival en lo alto del podio, descorchando el soñado champán, que cayó a cámara lenta sobre el morro rojo de su monoplaza, bestia extenuada tras la batalla y también partícipe de una fiesta que le situaba tercero en el Mundial, a solo 17 puntos de Vettel y a 13 de un Raikkonen que sumaba su cuarto podio en cinco carreras.
¡Quién le iba a haber dicho que aquel triunfo con el que superaba a Nigel Mansell (campeón en 1992) como el cuarto piloto con más victorias en la historia de la F1 sería el último en la Fórmula 1!
"Sin duda alguna, fue una emoción fantástica ver a todos los aficionados. Sientes el apoyo de todos ellos; cada miembro del equipo cuidó de cada detalle porque queríamos hacerlo bien delante de nuestros aficionados. Pero no queremos pararnos aquí. Sabemos que tenemos un coche para luchar en lo más alto y si lo hacemos bien, podemos ganar el campeonato", comentó aquella tarde Alonso.
Lo cierto es que lucharía por ello hasta la 16ª cita de las 19 del calendario de la F1 2013. Pero la superioridad técnica del binomio Red Bull-Vettel, que se impuso en las últimas nueve carreras, dejó al español con la miel en los labios y su último subcampeonato hasta la fecha.
El yermo panorama desde entonces solo se ha visto compensado con los dos triunfos en las 24h de Le Mans, el título de campeón del mundo de resistencia (2019), las aventuras únicas, casi imposibles, de las 500 millas de Indianápolis y el Rally Dakar, y el podio de Catar 2021 en su regreso a la F1 con Alpine... hasta este 2023.
Alonso vuelve a estar en disposición de pelear por podios y de plantar batalla a los mejores. Aunque Red Bull parece haber dado con una tecla que nadie más es capaz de pulsar, el ovetense está siendo capaz de provocar olas, a veces tsunamis, en la afición, en su equipo y en la propia F1, que le está utilizando como reclamo en numerosas ocasiones desde que comenzó la temporada. ¿Para cuándo la 33?