Catela despierta a España de una pesadilla ante Nueva Zelanda

España logró su primera victoria en el Mundial tras golear a Nueva Zelanda (7-1). En contra de lo que reflejó el marcador, el segundo partido de la Selección en Uzbekistán dejó más preguntas que respuestas. Lo único positivo fueron los tres puntos y los siete goles sumados, que podrían ser insuficientes de cara a la aspiración de mantener el liderato el Grupo D, tras la victoria de Kazajistán ante Libia (4-1). El equipo africano, dirigido por Ricardo Iñíguez, será el último rival español el próximo sábado (14:30 horas, Teledeporte).

Dijo Jesús Gordillo tras la jornada inaugural que a España le habían pasado factura "los nervios" en su debut. Y en el segundo partido, apareció la ansiedad. Tras el empate inicial ante los kazajos, la obsesión española era golear a Nueva Zelanda para asegurar la clasificación a octavos de final y hacer cábalas de cara a la última jornada del Grupo D. España se volcó en la portería de Milkhail Antamanov, que se convirtió en el héroe del campeón de Oceanía -desde que Australia se marchó a la Confederación Asiática- repeliendo todas las intentonas fallidas.

Faltaba paciencia y sobraba precipitación. Marvin Eakins había planteado un partido numantino ante el gigante español, que se tambaleó cuando al filo de los seis minutos Art Twigg culminó un rápido contragolpe del capitán Dylan Manickum para adelantar a Nueva Zelanda. Era un escenario impensable. Una pesadilla hecha realidad. El cuestionado Fede Vidal maldijo en el banquillo y volvió a recurrir a su único pívot nato, Jesús Gordillo, y suplió a Jesús Herrero por Dídac Plana para aprovechar el juego de pies del portero barcelonista.

El seleccionador tiraba de su manual de emergencia. Transcurrieron cuatro minutos eternos hasta que Mellado se asoció con Gordillo en una dualidad ala-pívot y el jugador de Jimbee Cartagena logró el empate. El primer tiempo acabó con un marcador desconcertante teniendo en cuenta que la España realizó 57 lanzamientos, de los que 19 fueron a portería y tan solo acertó con uno. La falta de acierto volvía a penalizar a un equipo que llegaba al vestuario sumido en un mar de dudas.

El descanso fue terapéutico y a los 18 segundos, Raúl Gómez puso por delante a España (2-1) con la inestimable ayuda de Dylan Manickum, que desvió el derechazo del albaceteño hacia su propia portería. La Selección pareció quitarse una losa de encima viéndose por primera vez por delante en el marcador, pero seguía faltando paciencia y clarividencia. Fede Vidal se perdía en protestas arbitrales vacuas, en lugar de aportar soluciones a sus jugadores frente a la defensa zonal de Nueva Zelanda.

Parecía que cambiaba la suerte cuando un balón de Adolfo golpeó en la mano de Miroslav Malivuk dentro del área. Sin embargo, Mellado falló el penalti ante Milkhail Antamanov. En el banquillo no daban crédito. Por fin, España comenzó a atacar bien la zona y encontró el espacio para recibir balones. A los cinco minutos de la reanudación, Catela lograba el 3-1 con un zurdazo raso y ajustado.

Empezaba la exhibición de magia gaditana. Comenzaba un partido nuevo. El más fácil del grupo que todos esperaban, no la pesadilla de los primeros veinte minutos. El esfuerzo le pasó factura a Nueva Zelanda, que fue perdiendo efectividad en su nivel defensivo. Era territorio de goleadores y valientes. Y apareció Jesús Gordillo para recordar -sin acritud y con efectividad- a Fede Vidal la obligatoriedad de contar con un especialista ofensivo de sus características en un Mundial.

Cuando España parecía lista para devorar a una Nueva Zelanda que empezaba a desangrarse, Marvin Eakins paró la sangría con un oportuno tiempo muerto para poner un torniquete a su equipo. El gesto de rabia en la celebración del capitán Raúl Campos al marcar el 5-1 en el minuto 29 sintetizaba a la perfección el sufrimiento de la Selección, en el que se suponía que era el partido más asequible del Grupo D y que acabó con 109 remates españoles, 39 a portería. La magia de Catela daba lustre al marcador con el sexto y el séptimo tras dos grandes acciones individuales para cerrar un parcial de 6-0 en el segundo periodo.

El ala zurdo del Barça fue elegido por FIFA el mejor jugador del partido. "Ha sido un partido que se nos ha puesto cuesta arriba. Todo se va a decidir por los goles. Hemos hecho un buen partido y nos ha faltado meterla. Seguimos dependiendo de nosotros mismos y hay que seguir", aseguró el gaditano. Por su parte, el seleccionador Fede Vidal afirmó que "las conclusiones no eran positivas. No estamos satisfechos con el resultado a pesar de que parezca bueno y había que haber sacado un mejor marcador, pero bien por suerte o falta de ambición o contundencia no hemos tenido el acierto de cara a portería que necesitábamos".

Argentina se unió a Brasil, Tailandia y Paraguay en los octavos de final del Mundial de Uzbekistán. El combinado albiceleste lidera el Grupo C tras su sufrida victoria ante Afganistán (2-1). El equipo asiático, el más joven del campeonato, puso en serios aprietos a la escuadra de Matías Lucuix. Dos goles del pívot del Jaén Paraíso Interior, Mati Rosa, sellaron el triunfo argentino tras el tanto de Mussain Mohammadi. Ucrania goleó (2-7) a Angola y se jugará frente a los sorprendentes afganos en la última jornada la segunda posición. Mañana jueves, Marruecos-Panamá, RI de Irán-Guatemala, Portugal-Tayikistán y Francia-Venezuela protagonizarán la sexta jornada.