¿Cuánto cobra un jugador de fútbol sala en España? Un país con un rey, dos príncipes y una pujante clase media
Algunos de los futsalistas mejor pagados no ya solo de España, incluso del Mundo, están en la Ciudad Condal.

Legalmente, el fútbol sala, tanto a nivel estatal como a nivel internacional, es una especialidad deportiva que se encuentra integrada dentro de la modalidad deportiva del fútbol. Sin embargo, cualquier comparación a nivel económico o salarial entre ambos no tiene ningún fundamento.
A diferencia de lo que sucede en LaLiga con el 'Control Económico' y el 'Límite de Coste de Plantilla Deportiva', en el fútbol sala, cuya competición depende de la RFEF, no existe a día de hoy ningún marco normativo para garantizar la sostenibilidad de la competición y de sus propios clubes mediante la revisión de las situaciones financieras.
Amparándose en el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal, es imposible conocer con certeza, la cantidad total que cada club de Primera División de Fútbol Sala se gasta en su plantilla. Relevo ha realizado una consulta a directores generales y deportivos de los clubes y también ha hablado con representantes y jugadores.
La Liga Nacional de Fútbol Sala ha sostenido públicamente que el presupuesto medio de un club era de 1 millón de euros por lo que se puede concluir que el promedio salarial de un jugador en Primera División se sitúa en torno a los 40.000 euros brutos anuales. Presupuestariamente hablando, los equipos invierten un 60% del dinero que disponen a la masa salarial de su plantilla deportiva.
Cabe recordar que la RFEF le retiró en 2019 la gestión de las competiciones de fútbol a la LNFS y la patronal de clubes tuvo que dejar de realizar auditorías a sus clubes asociados. "Nuestro auditor veía las cuentas de todos los clubes y mandaba un informe que era más pedagógico que coercitivo", recuerda el presidente Javier Lozano.
En plena polémica por la profesionalización de la competición, la Asociación de Jugadores de Fútbol Sala sostiene que "el salario medio anual es un poco superior al salario mínimo interprofesional" cifrado en 1.080 euros brutos mensuales. De igual manera, añade que "en Primera División la mayoría de los jugadores son profesionales, tienen licencia federativa profesional y cuentan con un contrato dado de alta en la Seguridad Social".
El sindicato matiza que "no todos tienen un contrato continuado de 12, 24 o 48 meses si tienen contratos de hasta tres temporadas seguidas o más" y de manera sorprendente no duda en asegurar que "en sus contratos laborales no se recoge la totalidad de las retribuciones reales, no todos cotizan a jornada completa y que hay clubes que no cotizan por el cien por cien de las cantidades que abonan a los jugadores".
Una comparación más justa: el balonmano
Lejos de la polémica del intercambio de cifras, la situación económica del fútbol sala es mejor que la del balonmano. 2Playbook publicó que el presupuesto ejecutado en la liga se sitúa, de media, en torno a los 700.000 euros, según documentación oficial a la que había tenido acceso el portal especializado.
En contra lo que sucede con la LNFS y la negativa del gobierno a concederle la categoría de profesional, el CSD si estimo la petición de la ASOBAL en la que los ingresos medios de los clubes de la Liga de balonmano fueron de 575.000 euros en 2020-2021, según datos facilitados por el CSD. Si hay que realizar una comparación entre ambos deportes, sería procedente señalar que completar un equipo en la LNFS tiene un coste medio de unos 600.000 euros y para configurar un equipo Asobal un club necesita invertir en torno a los 446.000 euros.
Más paralelismos entre ambas competiciones, a nivel presupuestario, las dos secciones del Barça disponen de una cantidad que quintuplica el dinero que disponen sus rivales. En fútbol sala, el conjunto azulgrana dispone de 6 millones de euros de en la temporada 2022-23 y su gasto en jugadores ascendió en 2021-22 a más de 4 millones.
Quién es el jugador mejor pagado del futbol sala
Con esas cifras, lógicamente algunos de los futsalistas mejor pagados no ya solo de España, incluso del Mundo, están en la Ciudad Condal. Obviamente, Ferrao, designado como mejor jugador del planeta los tres últimos años, es el jugador mejor pagado de Primera División con una cantidad cercana a los 450.000 euros brutos anuales, al margen de ser la imagen de Joma, sponsor técnico de la LNFS y la RFEF.
ElPozo Murcia es el único equipo que supera la barrera de los 2 millones de euros (2'5), mientras que Movistar Inter ha adecuado su gasto a una nueva realidad económica optimizando su inversión en plantilla y reduciendo drásticamente su masa salarial equiparándose a la nueva burguesía del fútbol sala español, pero no bajando de la barrera de los dos millones.
Frente a ellos, una pujante competencia de una clase media con aspiraciones que se sitúa entre el millón y medio y el millón de euros como Jimbee Cartagena, Mallorca Palma Futsal o Viña Albali Valdepeñas, Jaén Paraíso Interior, Real Betis, y Córdoba Patrimonio de la Humanidad.
Entre el millón de euros y nunca por debajo de la cifra media de un equipo ASOBAL (700.000 euros), Levante UD FS, Manzanares Quesos El Hidalgo, Aspil Jumpers Ribera Navarra, Noia Portus Apostoli, Industrias Santa Coloma, Besoccer UMA Antequera y Osasuna Magna.
La situación económica tras la pandemia y la fractura institucional han pasado factura al fútbol sala. Hay jugadores mileuristas en el fútbol sala español, la gran mayoría jóvenes y que han firmado su primer contrato, que no superan el salario mínimo interprofesional, pero son una reducidísima minoría en la competición sostenible, y en la que desde hace varios años no se han dado problemas financieros y han desaparecido las denuncias de impagos.
Lejos quedan los tiempos en los que Ricardinho era el jugador mejor pagado del planeta con una cantidad superior a los 600.000 euros brutos. Cifra muy lejana a lo que cobra hoy en día la estrella portuguesa en su retiro dorado en Indonesia, tras su paso por Francia. En 2018, Sporting intentó ficharle y el alma-mater de Movistar Inter, José María García, se remitió a su cláusula de rescisión (1.500.000 de euros). Una cifra prohibitiva para nuestro deporte cuyo único precedente en la historia futsalera data de 2005 cuando el Polaris World Cartagena abonó 1'1 millones de euros a ElPozo Murcia por Lenisio y Balo, en una operación fuera de mercado.
El conflicto de la profesionalización del fútbol sala
Con el conflicto salarial de otra competición profesional de nuevo cuño como la Liga F de referencia (los sindicatos han propuesto llegar a un sueldo de 30.000 euros en tres temporadas, pero la LPFF no pasa de los 19.000 euros), en materia de Convenio colectivo, la Asociación de Jugadores de Fútbol Sala defiende que "en teoría, los jugadores de Primera y Segunda División están amparados por el Convenio Colectivo LNFS-AJFS que continúa en vigor".
Sin embargo, el propio sindicato reconoce públicamente que "en la práctica, ese amparo es muy limitado ya que más de la mitad de los clubes de Primera y Segunda División no pertenecen a la Liga Nacional de Fútbol Sala, lo que pone en duda que a estos clubes pueda exigírseles el cumplimiento".
Frente a la oposición de la RFEF y AJFS a la profesionalización, los clubes asociados a la LNFS la defienden de manera unánime como "único camino para construir un futuro sostenible para su deporte" tras el rechazo de PSOE y Podemos en el Congreso de los Diputados a una Proposición no de Ley presentada por el Grupo Parlamentario Popular para lograr que la calificación de la LNFS sea de carácter profesional e incluso han denunciado "discriminación" con respecto a la ASOBAL y a la Liga F, algo que queda patente con las cifras expuestas.
La patronal, que aglutina a 11 de los 16 clubes que conforman la Primera División, aseguran que la profesionalización supondría "primero la estabilización y posteriormente la consolidación, expansión y mejora del Fútbol Sala español y fortalecería la economía de los clubes gracias al impacto mediático, incidiendo de manera positiva en la preparación de los jugadores, así como de sus condiciones laborales y la de los entrenadores".