El Congreso decide hoy la profesionalización de la LNFS
La Comisión de Cultura y Deporte votará este martes una Proposición no de Ley del PP para que el CSD califique como deporte profesional al fútbol sala.

En el punto 10 de la sesión número 30 de la Comisión de Cultura y Deporte de la 14ª legislatura del Congreso de los Diputados, prevista para las 11:00 horas de este martes 14 de marzo, los Grupos parlamentarios votarán la Proposición no de Ley, presentada por el Partido Popular, para que el Consejo Superior de Deportes califique como deporte profesional al fútbol sala.
Siguiendo los pasos de la Liga F y la Asobal de balonmano, la Liga Nacional de Fútbol Sala podría recibir un impulso extraordinario con la aprobación de esta iniciativa parlamentaria para poner fin a la división interna existente. Finalmente, la mesa de portavoces ha coincidido con la celebración de la sesión, práctica habitual en las diferentes Comisiones parlamentarias por cuestiones de logística, agilizándose así la votación en al menos dos semanas.
Una Proposición no de Ley no tiene carácter vinculante para el Gobierno, pero sí que posee un significativo valor político, que se deriva de la naturaleza representativa del Parlamento del que emana. Así pues, en caso de salir aprobaba la PNL, la mayoría de la Cámara expresaría su visto bueno ante la profesionalización del fútbol sala instando, así al Gobierno, a través del órgano facultado para ello (Consejo Superior de Deportes), a conceder esa calificación que podría suponer la estabilidad, solvencia y profesionalidad necesarias tras 4 años convulsos.
La Liga Nacional de Fútbol Sala está pendiente del informe de la dirección general de Alta Competición del Consejo Superior de Deportes. El presidente de la LNFS, Javier Lozano, mantuvo una reunión en octubre de 2022 con el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco, y la Asociación de clubes se encuentra a la espera de una respuesta, una vez presentada oficialmente y de manera unánime la solicitud. Si este martes, la Comisión de Cultura y Deporte aprueba la Proposición no de Ley para que el fútbol sala sea calificado como deporte profesional, la Comisión Directiva del CSD no tendría excusas para argumentar su demora.
El Sr. Merino se niega a escuchar y a hablar con la RFEF, pero presenta proposiciones no de ley para perjudicar a la RFEF. ¿Qué interés se esconde detrás de esto?
— RFEF (@rfef) March 5, 2023
Debería conocer - al menos - que actitudes tan irresponsables afectan a las opciones de España para el Mundial 2030. https://t.co/3YLNx2NHJZ
Cabe recordar que la Federación Española de Fútbol criticó con dureza al Partido Popular y al portavoz de Deportes, Javier Merino, por solicitar la profesionalización de Fútbol Sala, y Relevo puede confirmar que el secretario general de la RFEF, Andreu Camps, ha remitido un correo electrónico a todos los grupos políticos, incluido el PP, para reunirse con ellos.
Por su parte, la Liga Nacional de Fútbol Sala también ha mantenido diferentes reuniones en busca del respaldo unánime de todas las fuerzas políticas para lograr el consenso a un proyecto común, que permita lograr la calificación de profesional a un deporte, que ha demostrado tener una dilatada y exitosa trayectoria en España, y que ha situado a nuestro país como uno de los grandes referentes tanto a nivel de clubes como de selecciones nacionales.
Javier Lorente, director del Fútbol Sala de la RFEF, ya explicó en Relevo el punto de vista federativo: "Es imposible que el fútbol sala sea profesional". Y el presidente de la LNFS, Javier Lozano, respondió: "El fútbol sala, por historia, por cifras y por resultados, se merece obtener la calificación de Liga profesional, al igual que ya lo han logrado otros deportes como el Fútbol Femenino y el Balonmano".
El ex seleccionador, bicampeón del Mundo con España, aseveró que "es una decisión política para lograr una reivindicación histórica, alejada de cualquier matiz ideológico. En 2018 estábamos preparados para dar el salto. Ya éramos una liga profesional de hecho, pero no de derecho y eso es lo que vamos a pedir siguiendo de manera escrupulosa todos los cauces reglamentarios, como hemos hecho hasta ahora con todos los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados y ante el Consejo Superior de Deportes".
La mayoría de los clubes ven la profesionalización como una solución
Con la única oposición de 4 clubes (Jaén Paraíso Interior, Movistar Inter, Osasuna Magna y Aspil Jumpers Ribera Navarra) que abandonaron la Liga Nacional de Fútbol Sala tras perder la organización de la competición, asumida por la RFEF desde octubre de 2019, la LNFS aglutina a la mayoría de equipos de Primera División (11 de los 16, teniendo en cuenta que el Barça sigue formando parte de la Asociación, pero desde una posición neutral) que apuestan por una nueva era para el fútbol sala masculino español a nivel de clubes y que permitiría dar un gran impulso al crecimiento de su deporte, otorgando mayor autonomía a la Asociación de Clubes para organizar y desarrollar nuevamente sus competiciones.
La Liga Nacional de Fútbol Sala aspira a encontrar su reconocimiento como competición profesional, con las obligaciones y derechos que ello conlleva, convirtiéndose en los próximos meses en la quinta disciplina profesional del deporte español, después del fútbol, el baloncesto y el balonmano. La ASOBAL ha sido la última Liga en sumarse en julio al selecto grupo de la Liga Santander, la Liga Smartbank, la Finetwork Liga F y la Liga Endesa. Además, el fútbol sala cuenta con la ventaja de la existencia de la LNFS, con experiencia en la organización de la competición desde 1989.

La calificación de deporte profesional dotaría a la LNFS de una nueva dimensión organizativa, pasando a depender orgánicamente de la Liga de Fútbol Profesional, ya que la Ley del Deporte estipula que solo puede haber una competición profesional por modalidad y jurídicamente hablando el fútbol sala es una especialidad deportiva del fútbol. No obstante, los clubes mantendrían la autonomía de elegir al futuro presidente, así como de tomar sus propias decisiones.
Al igual que ha sucedido con la profesionalización del balonmano, la Federación Española de Fútbol mantendría la titularidad de la competición, pero tendría que volver a ceder su organización por medio de convenios anuales o plurianuales. La RFEF también seguiría siendo la responsable de las plantillas arbitrales y su designación para los partidos y debería sentarse a negociar con la nueva patronal el calendario, en función de los compromisos de la selección como la preparación del Mundial 2024, que se jugará en Marruecos.
Futuro próspero e impacto mediático como deporte profesional
La LNFS tiene un acuerdo con LaLigaSportsTV hasta final de la presente temporada y reparte 1,4 millones de euros, pero estima que llegaría a distribuir entre cuatro y cinco millones euros entre los clubes de Fútbol Sala por la venta de derechos audiovisuales y comerciales, en caso de ser considerado como profesional por el Consejo Superior de Deportes (CSD), y el naming rights de la competición podría valer un millón. Son cifras que incidirían de manera muy positiva en la preparación de los jugadores y en los resultados en las competiciones, también internacionales.
La multiplicación de los recursos económicos permitiría un aumento del impacto mediático y fortalecer la estructura de la nueva patronal y de sus clubes, creando sinergias con la Liga de Fútbol Profesional para recuperar la expansión internacional del fútbol sala aprovechando sus canales y también se apostaría por la formación constante de los profesionales de los equipos. De igual manera, se mejorarían las condiciones de todos los actores del fútbol sala (jugadores y entrenadores) como está sucediendo en la Liga F con la negociación de un convenio colectivo.
Se fijarían presupuestos mínimos, se retomaría el control económico de los clubes de una manera transparente, rigurosa y secuencial y se establecerían plazos y moratorias para la mejora y homologación de todas las pistas de juego con el fin de potenciar el producto y recuperar la visibilidad después de tres temporadas de conflictos, desde la innovación, la tecnología y la digitalización para adaptarse a las nuevas tendencias de consumo, así como en la experiencia del fan y en muchas otras cuestiones estructurales ligadas al futuro, que con la calificación de deporte profesional para el fútbol sala podría ser muy próspero.