FÚTBOL SALA

Jimbee clama contra el arbitraje de la final de la Copa del Rey

El club cartagenero presenta una queja oficial ante la RFEF tras la actuación de Martínez García y Santander Flamarique en el vídeo arbitraje de un penalti: "Una acción sin precedentes y un episodio de transparencia nula".

Los capitanes de Jimbee y Real Betis, Jesús Izquierdo y Lin, flanqueando a los colegiados Santander Flamarique y Martínez García. /RFEF
Los capitanes de Jimbee y Real Betis, Jesús Izquierdo y Lin, flanqueando a los colegiados Santander Flamarique y Martínez García. RFEF
Gustavo Muñana

Gustavo Muñana

Jimbee Cartagena ha emitido hoy un durísimo comunicado para manifestar "su malestar" y trasladar oficialmente "una queja a la Real Federación Española de Fútbol" por el arbitraje en la final de la Copa del Rey del pasado domingo. Fuentes del club melonero han confirmado a Relevo que han decidido esperar cuatro días para pronunciarse públicamente sobre la actuación de Diego Martínez García y Tomás Santander Flamarique con la finalidad de "no empañar el título del Real Betis ni buscar excusas por la derrota". "No es ninguna pataleta", aseguraron taxativamente. Sin embargo, desde la entidad cartagenera consideran necesario "realizar una crítica constructiva que sirva para la mejora del estamento arbitral y del funcionamiento del soporte tecnológico".

Otra vez los árbitros vuelven a ser protagonistas después de un torneo. Todavía resuenan las declaraciones del general manager del Barça, Jordi Torras, tras proclamarse campeón de la Copa de España, criticando a los colegiados Juan José Cordero Gallardo y Pedro Carrillo Arroyo. Menos de dos meses después, otro club decide alzar la voz para denunciar "una acción sin precedentes en el fútbol sala profesional de nuestro país que para nada tiene que ver con la función del arbitraje y del VIR, la de impartir justicia". Con su comunicado, Jimbee Cartagena pretende evitar que se "cree un peligroso precedente en nuestro deporte y que vuelva a repetirse, menos aún en un partido de la magnitud que tuvo el vivido el pasado domingo".

La acción que ha desatado la polémica tuvo lugar a falta de 5:54 minutos para la conclusión de la primera mitad de la final. Pablo Ramírez chocó dentro del área con el pívot bético Jorge Carrasco e inmediatamente, el entrenador del Real Betis, Ramón Martínez, solicitó el vídeo arbitraje. Con los árbitros microfonados y la retransmisión en directo de Teledeporte, Martínez García y Santander Flamarique acudieron al soporte tecnológico para la revisión. El primero asegura con nitidez: "para mí nada". Mientras, el segundo se tapa la boca y se aleja del micrófono para susurrar una serie de indicaciones ininteligibles a su compañero que acaba señalando penalti y enseñando tarjeta amarilla al jugador del Jimbee. Manolo Piqueras transformó el lanzamiento desde el punto de seis metros que supuso el 1-2.

Durante la rueda de prensa posterior al partido, el técnico del Jimbee Cartagena, Eduardo Sao Thiago, Duda, aseguró que "no he visto la jugada" y matizó que "puede haber un error arbitral, pero eso no te puede condicionar". Cuatro días después, su club argumentó que "la decisión original del árbitro no será cambiada, a no ser que la revisión del vídeo muestre con total y manifiesta claridad que la decisión era claramente errónea". Y por este motivo, el conjunto cartagenero denunció que "no se debería haber señalado penalti, puesto que no se trata de una situación ni clara ni manifiesta. De hecho, existe disparidad de opiniones entre los propios colegiados, por lo que no debería haberse pitado esa acción".

La acción de la polémica que denuncia Jimbee Cartagena y que acabó con el 1-2 del Real Betis. RFEF

Jimbee Cartagena esgrimió "criterios completamente objetivos que la propia Real Federación Española de Fútbol estableció previamente a la competición por medio de reuniones y documentos" para asegurar que "los colegiados Martínez García y Santander Flamarique no aplicaron correctamente las directrices y funcionamiento que la propia RFEF envió a los clubes en los días previos a la competición a través de un documento sobre el VIR" y criticó con dureza el "episodio de transparencia nula por parte de Santander Flamarique en el que se tapa la boca y se aleja del micrófono hasta en tres ocasiones para ocultar aquello que está comentando a su compañero".

El club melonero ha solicitado a "los órganos competentes que tomen las medidas oportunas". De momento, parece que el presidente de la Comisión Técnica Nacional de Árbitros de Fútbol Sala, Pedro Galán, hará caso omiso a la petición de Jimbee Cartagena. De hecho, la pareja formada por el balear Martínez García y el aragonés Santander Flamarique serán los responsables de arbitrar el primer partido del playoff de cuartos de final entre el Barça y el Quesos El Hidalgo Manzanares el próximo viernes a partir de las 20:45 horas. Ambos colegiados declararon en la previa a la final de la Copa del Rey que "el vídeo arbitraje es una herramienta positiva para todos y para minimizar ese posible error", dijo Santander Flamarique. Por su parte, Martínez García aseveró que el soporte tecnológico "hace más justo el fútbol sala y sobre todo que en una decisión que nos podamos equivocar no condicione el resultado".

En los micrófonos de Cope Cartagena, el presidente del Jimbee, Miguel Ángel Jiménez, declaró que "no soy mucho de hablar de árbitros porque lo fui de fútbol siendo joven y sé lo complicado que es", pero matizó que "si hay unas directrices en las que el árbitro principal toma una decisión y el segundo no puede contradecirle, sin olvidar el tema de la transparencia tapándose el micrófono y además si el VIR lo pide el equipo contrario tiene que estar muy claro para desdecir lo que había dicho antes". El dirigente cartagenero aseguró que "el penalti metió en el partido al Real Betis, pero tuvimos mucho tiempo por delante para jugar mejor que ellos" por lo tanto advirtió que "llorar no vamos a hacerlo, pero si queremos transmitir a la RFEF que las directrices que marca tienen que cumplirlas".

Soporte tecnológico solo en los torneos cortos y finales

Llama poderosamente la atención el hecho de que ninguna de las cuatro parejas elegidas por Pedro Galán para la Copa del Rey de Sevilla, estuvieran presentes en la Supercopa o en la Copa de España. Y es que desde que la RFEF se hizo cargo de la competición en 2019, ha habido promesas incumplidas para instalar el Video Instant Replay (VIR) en todos los partidos de Liga, a pesar de ser una reivindicación permanente de los clubes. Y esto provoca que haya colegiados que no tengan un manejo solvente del soporte tecnológico en los torneos cortos. Al margen de las numerosas quejas por acciones polémicas en las que la utilización de herramientas tecnológicas ayudaría a que los árbitros pudieran subsanar errores flagrantes.

Cabe recordar que la Real Federación Española de Fútbol usó por primera vez el video arbitraje el 8 de septiembre de 2018 durante la Supercopa de España de Ciudad Real. Desde entonces, solo se ha recurrido al sistema de apoyo en vídeo en Copas de España, Final Four de la Supercopa, Copa del Rey y en las finales de Liga. Lo realmente llamativo es que España sirvió de banco de pruebas para que la FIFA lo implementase en el Mundial de Lituania 2021, repitiendo en el de Uzbekistán 2024. Fuentes consultadas por Relevo cifran en 500.000 euros el coste de la la implantación del VIR en la Primera División del fútbol sala español. En un momento tan convulso, la RFEF no está dispuesta a realizar semejante desembolso para atender una reclamación que redundaría notablemente en la mejora de una competición.