Louzán delegará en los clubes la gestión de la competición: "Vosotros decidiréis el futuro"
El presidente de la RFEF mantuvo una reunión "esperanzadora" con los equipos de Primera y Segunda División para abordar la crisis de gestión y buscar soluciones, con la LNFS en el horizonte: "Es un punto de inflexión hacia una nueva relación de colaboración entre todos y por el bien del fútbol sala".

El presidente de la RFEF, Rafael Louzán, demostró su capacidad de diálogo y voluntad para llegar a acuerdos en situaciones extremas. Y lo hizo en uno de los escenarios más controvertidos de la Federación como es el fútbol sala. En plena crisis reputacional del Comité Nacional, el dirigente gallego realizó un ejercicio de autocrítica y participación inédito, reuniendo a los clubes de Primera y Segunda División, tal y como avanzó Relevo. Fueron tres horas (desde las 11:00 hasta las 14:00 horas) en la que los equipos realizaron una especie de 'auditoría' a todos los aspectos que han conducido a las competiciones a una deslocalización e invisibilización sin precedentes.
La RFEF cuidó hasta el más mínimo detalle en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y la puesta en escena fue muy potente, con el presidente rodeándose de todo el equipo de dirección ejecutiva de la RFEF, con el secretario general, Álvaro de Miguel, al frente, y flanqueado por su jefa de gabinete, Marisa González. El objetivo era crear un nuevo marco de colaboración y comunicación entre los clubes para frenar la tremenda desafección existente con el Comité Nacional de Fútbol Sala, presidido por José Miguel Monje. Tal y como expresó Louzán, el encuentro fue "esperanzador, porque según han transmitido los representantes de los clubes, ésta es la primera vez que pueden celebrar un encuentro de estas características, tan cordial, abierto y en el que hemos podido hablar de todos los asuntos".
Con las ausencias ya confirmadas con antelación de Jaén Paraíso Interior y Servigroup Peñíscola y la baja de última hora de Osasuna Magna, un total de 13 de los 16 equipos de Primera División tomaron la palabra alentados por el propio Rafael Louzán. "Hablad sin miedo a represalias. Opinad lo que queráis", les dijo. Y así fue. La primera en romper el fuego fue María Mayans (Palma Futsal). La representante del bicampeón de Europa y campeón del Mundo realizó un durísimo y argumentado alegato contra la gestión de la RFEF, desde que en 2019 retirase la encomienda de gestión de la LNFS tras 30 años.
Después de ella, todos y cada uno de los presentes refrendaron y apoyaron sus palabras. Desde Fran Serrejón (ElPozo Murcia Costa Cálida) a Jordi Torras (Barça) y José Carlos Delgado (Movistar Inter). El dirigente madrileño calificó como "falta de respeto" las declaraciones de José Miguel Monje sobre la afición interista tras la enésima polémica federativa con el cambio de escenario de la Final Four de la Copa del Rey en Cartagena. Manuel del Salto (Manzanares Quesos El Hidalgo) y Luis Palencia (Viña Albali Valdepeñas) también fueron especialmente críticos, al igual que José Luis Sáez (Burela) o Javier Barreiro (Noia Portus Apostoli).

Las críticas, constructivas, fueron unánimes. Después de seis años, solo había un bando. Sin trincheras ni guerracivilismo, tras la salida de la RFEF del asesor de José Miguel Monje, Antonio García Plata. Un frente común, con reflexiones de calado y propuestas de alcance como garantizar la participación de la patronal de los clubes (LNFS) como eje vertebrador de un plan de choque para rehabilitar el deporte. Sin miedo ni revanchismo. Todo lo contrario, fue "un punto de inflexión hacia una nueva relación de colaboración entre todos y por el bien del fútbol sala", según ratificaron los asistentes, gratamente sorprendidos por el talante y la diligencia de Louzán, que -abrumado por el riguroso repaso a los despropósitos realizados por el Comité Nacional en los últimos seis años-, ofreció "diálogo y transparencia" para apaciguar la crispación de los clubes.
La ausencia de rigor en decisiones como adelantar la Copa de España de Murcia una semana, la nula promoción y la escasa visibilidad con un preocupante descenso en las audiencias o la inexistencia de una estrategia audiovisual de la RFEF fueron algunas de las reclamaciones más repetidas. Así como la imposición el pasado verano de unas reglas supuestamente avaladas por FIFA en contra del criterio de la mayoría de los entrenadores o la elaboración de calendarios monopolizados por la Selección, sin tener en cuenta los intereses de los clubes, que fueron otras de las reivindicaciones realizadas.

Víctor Rodríguez (Wanapix Sala 10 Zaragoza) exhibió su malestar con el argumento esgrimido por José Miguel Monje en una entrevista con 'FutsalSur' para justificar el desplome de las audiencias televisivas: "Será porque metemos pocos goles". El dirigente murciano quiso responder "por alusiones" y aseguró que era "un comentario sacado de contexto, un chascarillo". Sin embargo, el directivo maño le recordó que "es la persona que nos representa" y que "cuando estás en la UCI, chascarrillos los justos", reiterando la importancia del retorno mediático para los patrocinadores.
El bicampeón del Mundo, Kike Boned (ElPozo Murcia), se congratuló de la nueva política de puertas abiertas de Louzán en la RFEF y aseguró que "durante seis años, hemos sentido que se nos privaba de la posibilidad de estar en nuestra casa y ahora hemos vuelto para ser escuchados y reconstruir desde la lealtad institucional el fútbol sala". También hubo espacio en la reunión para el arbitraje, otro de los temas candentes tras el despido de Pedro Galán. El nuevo responsable de la de la Comisión Técnica Nacional de Árbitros, Álvaro Cid-Bragado, pidió "tiempo" a los clubes para llevar a cabo "una profunda reforma que garantice cercanía y un cambio en los criterios de designación" y prometió como Louzán "transparencia y diálogo".
Lejos de negar la profunda crisis de gestión y reconocer que "si algo funcionó -LNFS- durante tantos años tan bien, podría recuperarse", Louzán incluso se disculpó con los equipos, empatizó con ellos y les avanzó que la RFEF abordará de cara a la próxima temporada la mejora del fútbol sala español hacia el modelo de organización que decidan los clubes- "el futuro será lo que vosotros queráis"- para las competiciones de Primera y Segunda División. "Hemos hecho, yo creo, muy buenas reflexiones, muy buenas aportaciones, que ahora, evidentemente, tienen que traducirse en un periodo corto de tiempo en darle a los clubes lo que realmente se merecen", finalizó el presidente.