La RFEF rectifica por partida doble y cambia el escenario de la Copa del Rey y de la Reina
Cinco días después de anunciar el vetusto Wsell de Guimbarda, el Comité Nacional de Fútbol Sala se retracta, ante las presiones de los clubes, y confirma que ambos torneos se jugarán finalmente en el Palacio de los Deportes de Cartagena.

La improvisación se ha adueñado del Comité Nacional de Fútbol Sala. Tras el despido de parte de la cúpula más cercana del controvertido presidente, José Miguel Monje, el nerviosismo se ha instalado en el departamento de la RFEF, que ha vuelto a protagonizar hoy una rectificación -por partida doble y en cuestión de horas- de una decisión anunciada hace tan solo cinco días. Así pues, el Palacio de los Deportes de Cartagena albergará las finales de la Copa del Rey y de la Reina, en lugar del vetusto Wssel de Guimbarda.
Tal y como desveló Relevo, el malestar de los finalistas (Jaén, Movistar Inter, Palma y Servigroup Peñiscola) por tener que jugar en una instalación anticuada y con un aforo de poco más de 2.000 espectadores ha motivado el cambio de criterio, según el comunicado después de que "la Real Federación Española de Fútbol acuerda con la Dirección de Deportes de la Región de Murcia, así como con el Ayuntamiento de Cartagena, el cambio de pabellón". En primera instancia, solo se cambiaba el escenario del torneo masculino el fin de semana del 17 y 18 de mayo, pero por la tarde se retractó nuevamente y se decidió trasladar también la competición femenina -del 2 al 4 de mayo- para evitar cualquier tipo de comparativa discriminatoria.
La ausencia de rigor del Comité Nacional de Fútbol Sala queda patente en el hecho de que la RFEF comunicó a las 13:20 horas el cambio de pabellón exclusivamente de la Copa del Rey. De hecho, así lo publicó también el Ayuntamiento de Cartagena alegando que "el cambio de ubicación del torneo masculino al Palacio de Deportes ha sido consensuado por Federación y Administraciones, dada la expectación del torneo". Sin embargo, horas más tarde, en la web de la Federación y sin hacerlo público en las redes sociales, ya aparecía también como escenario de la Copa de la Reina, pero en la del consistorio cartagenero seguía figurando el Wssel de Guimbarda.

Un nuevo despropósito de los vaivenes del Comité Nacional de Fútbol Sala. Clubes y aficionados no salen de su asombro, pero en los últimos meses, el desconcierto generalizado es la tónica dominante en la gestión de José Miguel Monje. Ya en noviembre, Relevo adelantó que el dirigente murciano ordenó modificar el calendario oficial aprobado en la Asamblea General de la RFEF el 30 de julio para celebrar la Copa de España del 20 al 23 de marzo, siete días antes de lo previsto, en su empeño político ante su falta de previsión y la negativa del UCAM Murcia a ceder el Palacio de los Deportes.

En febrero, también hubo polémica con la Supercopa de España femenina disputada en Móstoles. La pasada semana, el Comité Nacional de Fútbol Sala rectificó, tras reiteradas negativas, el horario del partido televisado del Jaén Paraíso Interior frente al Osasuna Magna previo a la disputa de la Copa de España de Murcia después de las durísimas críticas de su entrenador Dani Rodríguez hablando de "mala fe o incompetencia" en la RFEF. La provisionalidad que evidencian los repentinos cambios de criterio del Comité Nacional mantiene en vilo al fútbol sala español, cuyos clubes ya han mostrado su desafección con el presidente José Miguel Monje.